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Fiscal británico dice que caso de espionaje fracasó porque gobierno no llamó a China una amenaza

Jill Lawless,Sylvia Hui
Miércoles, 08 de octubre de 2025 08:04 EDT
REINO UNIDO CHINA ESPIONAJE
REINO UNIDO CHINA ESPIONAJE (AP)

El juicio de dos británicos acusados de espiar para Beijing se derrumbó porque el gobierno del Reino Unido se negó a calificar a China como una amenaza para la seguridad nacional, afirmó el fiscal jefe del país.

El exinvestigador parlamentario Christopher Cash y el académico Christopher Berry fueron acusados en abril de 2024 de violar la Ley de Secretos Oficiales al proporcionar información o documentos que podrían ser "útiles para un enemigo" y "perjudiciales para la seguridad o los intereses" del Reino Unido entre finales de 2021 y febrero de 2023.

Pero el director de la Fiscalía Pública, Stephen Parkinson, declaró que el caso se derrumbó porque nadie del gobierno estaba dispuesto a testificar "que en el momento del delito China representaba una amenaza para la seguridad nacional".

"Cuando esto se hizo evidente, el caso no pudo continuar", escribió en una carta enviada el martes a los legisladores de los comités de asuntos internos y justicia del Parlamento.

El caso de alto perfil fue abandonado inesperadamente el mes pasado, semanas antes de que comenzara el juicio, lo que provocó acusaciones de interferencia política, que el gobierno niega.

Parkinson indicó que su equipo había intentado "durante muchos meses" obtener la evidencia necesaria, pero no había sido proporcionada por la administración del primer ministro Keir Starmer.

La legisladora conservadora Alicia Kearns, quien trabajó con Cash cuando presidía el Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento, instó al gobierno a proporcionar más información sobre por qué el caso se derrumbó.

"El gobierno debe ser transparente. ¿Quién es responsable de detener la acusación?" dijo. "La continua obstrucción solo invita a más sospechas de encubrimiento o conspiración".

Los dos hombres niegan haber cometido algún delito, y la embajada de China ha calificado las acusaciones de "calumnias maliciosas".

Bajo la Ley de Secretos Oficiales, los fiscales habrían tenido que demostrar que los acusados actuaban para un "enemigo".

Las autoridades de inteligencia británicas han intensificado sus advertencias sobre las actividades encubiertas de Beijing y el Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento calificó a Beijing como una "amenaza estratégica" en 2023.

El gobierno del Partido Laborista de centro-izquierda, que asumió el poder el año pasado, ha utilizado el término "desafío estratégico". Ha intentado cautelosamente restablecer los lazos con Beijing después de años de relaciones frías por acusaciones de espionaje, preocupaciones de derechos humanos, el apoyo de China a Rusia en la guerra de Ucrania y una represión de las libertades civiles en Hong Kong, una excolonia británica.

El principal diplomático y el jefe del Tesoro de Gran Bretaña han visitado Beijing en el último año, y Starmer tiene previsto viajar a China el próximo año.

Preguntado sobre el caso de espionaje, Starmer sostuvo que el gobierno no podía proporcionar el testimonio que los fiscales querían porque el Partido Conservador, que estaba en el poder en el momento del presunto espionaje, no había designado a China como una amenaza.

El ex primer ministro Rishi Sunak describió el creciente autoritarismo de China como un "desafío de trascendencia histórica", una redacción que contradijo las expectativas de muchos conservadores en ese momento de que clasificaría a China como una "amenaza" para la seguridad del Reino Unido.

"No se puede procesar a alguien dos años después en relación con una designación que no estaba en vigor en ese momento", señaló Starmer. "Toda la atención debe centrarse en la política del gobierno tory en ese entonces. Ese es el único lugar donde la evidencia podría centrarse".

Los críticos dicen que esa explicación no era creíble y alegan que el caso fue abandonado para evitar dañar la relación con China, un socio comercial clave.

"Este es un claro ejemplo del gobierno sacrificando nuestra seguridad nacional", sostuvo Luke de Pulford, director ejecutivo de la Alianza Interparlamentaria sobre China, un grupo internacional centrado en las amenazas planteadas por el creciente poder de Beijing.

El jefe de la agencia de inteligencia MI5, Ken McCallum, ha nombrado a China, Rusia e Irán como las principales amenazas de seguridad para el Reino Unido. En 2023, aseguró en una entrevista con la BBC que decenas de miles de personas en el Reino Unido habían sido abordadas por espías chinos, afirmando que la campaña de espionaje era de una "escala bastante épica".

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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