Fijan fecha para juicio a 2 acusados de espiar para Hong Kong en el Reino Unido
El director de la oficina comercial de Hong Kong en Londres y otro hombre serán juzgados en febrero por supuestamente ayudar a las autoridades de Hong Kong a recopilar información de inteligencia en el Reino Unido, dijo un juez el viernes.
Chung Biu Yuen, de 63 años, y Chi Leung Peter Wai, de 38, comparecieron ante el Tribunal Penal Central de Londres para una audiencia preliminar, acusados de aceptar llevar a cabo la recopilación de información, vigilancia y actos de engaño que probablemente ayudarán materialmente a un servicio de inteligencia extranjero entre diciembre de 2023 y el 2 de mayo del presente año.
Las autoridades de Hong Kong han confirmado que Yuen era el director de la Oficina Económica y Comercial de Hong Kong en Londres.
Un tercer sospechoso, el británico Matthew Trickett, también fue acusado en el caso, pero fue hallado muerto el domingo en un parque en lo que la policía catalogó como circunstancias inexplicables.
El fiscal Kashif Malik dijo durante una audiencia anterior que Trickett, supuestamente un agente de inmigración del Reino Unido y exmiembro de la Marina Real, había intentado suicidarse tras ser acusado. También fue director de una empresa de seguridad.
El juez Jeremy Baker fijó la fecha del juicio para el 10 de febrero, que durará unas cinco semanas. El juez detalló que a los hombres se les concedió la libertad bajo fianza con la condición de que cumplan con un toque de queda establecido y otras restricciones.
Los tres hombres fueron acusados en virtud de la Ley de Seguridad Nacional del Reino Unido tras una investigación realizada por el Comando Antiterrorista de la Policía Metropolitana. Los fiscales alegan que los sospechosos también forzaron la entrada a una dirección residencial del Reino Unido.
Fueron arrestados a principios de este mes en Londres y Yorkshire, en el norte de Inglaterra, por la policía antiterrorista, utilizando disposiciones de una nueva ley que permite detener sin orden judicial a sospechosos en casos de seguridad nacional y espionaje.
El caso generó fuertes críticas de autoridades de Beijing y Hong Kong, una excolonia británica que volvió al control chino en 1997.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin, dijo el viernes que los cargos eran “un acto de manipulación política en nombre de la seguridad nacional”.
“Infringió gravemente los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos chinos en el Reino Unido, socavó gravemente las relaciones entre China y el Reino Unido, violó gravemente los principios del derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales y dañaron gravemente la imagen del Reino Unido”, dijo a los periodistas.
En Hong Kong, un portavoz del gobierno dijo que el secretario de Comercio y Desarrollo Económico de la ciudad, Algernon Yau, se reunió con el cónsul general adjunto del Reino Unido en Hong Kong el jueves para reiterar sus preocupaciones sobre el caso.
Yau instó a las autoridades británicas a manejar el asunto de manera justa y garantizar el funcionamiento normal de la oficina comercial de Hong Kong en Londres.
Todas las actividades de la oficina comercial de Hong Kong se han llevado a cabo de conformidad con la ley, añadió el gobierno de la ciudad.