El Pentágono no tiene más dinero para Ucrania
Por primera vez desde que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, creó el grupo internacional de apoyo a Ucrania en abril de 2022, Estados Unidos será anfitrión de la reunión mensual de medio centenar de países sin dinero para enviar las municiones y misiles que se necesitan para repeler la invasión rusa.
Mientras espera que el Congreso apruebe el presupuesto y posiblemente más fondos para Ucrania, Washington espera que los aliados sigan compensando el déficit.
El tema de la reunión del martes serán las necesidades a largo plazo, dijo la subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh.
“Aunque nosotros no podemos brindar ayuda de seguridad por ahora, nuestros socios siguen haciéndolo”, dijo Singh.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció el martes en Bruselas un nuevo contrato por 1.200 millones de dólares para comprar más de 222.000 municiones de 155 mm. Estas son de las municiones más utilizadas en el conflicto y se utilizarán para rellenar los arsenales de los aliados que han enviado parte de sus propias reservas a Kiev.
Mientras el conflicto entre Israel y Hamás ha acaparado los titulares desde octubre, la sangrienta agresión de Rusia contra Ucrania no ha cesado.
El martes, Rusia lanzó una andanada de más de 40 misiles de todo tipo contra las dos ciudades más grandes de Ucrania, que dañaron edificios de departamentos y mataron al menos a cinco personas. En la víspera, Moscú rechazó cualquier acuerdo respaldado por Kiev y sus aliados occidentales para poner fin a la guerra, que lleva casi dos años.
La defensa aérea ucraniana interceptó al menos 21 misiles, pero los ataques dejaron un saldo de más de 20 heridos en cuatro distritos de Kiev, la capital.
Ucrania necesita sobre todo sistemas de defensa antiaérea y municiones, dijo Singh el lunes.
El Pentágono anunció su última ayuda a Ucrania el 27 de diciembre, un paquete de municiones de 155 mm, misiles antiaéreos Stinger y otros artículos de alta demanda por valor de 250 millones de dólares, usando las reservas estadounidenses.
Desde entonces, Washington no ha podido enviar más municiones porque el dinero para reabastecer esas reservas se ha agotado y el Congreso no ha aprobado nuevos fondos.