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Donald Tusk defiende su gestión antes de una moción de confianza en Polonia

Vanessa Gera
Miércoles, 11 de junio de 2025 05:10 EDT
EUR-GEN POLONIA-POLÍTICA
EUR-GEN POLONIA-POLÍTICA (AP)

l primer ministro de Polonia, Donald Tusk, defendió el miércoles ante el parlamento que su coalición centrista y proeuropea ha llevado progreso al país, mientras busca recuperar el impulso político tras la dolorosa derrota de su grupo en las recientes elecciones presidenciales.

Tusk reconoció también las nuevas dificultades que enfrenta en un discurso antes de la moción de confianza que solicitó para reafirmar el mandato de su gobierno de coalición.

La votación parlamentaria se celebra tras la estrecha derrota del alcalde de Varsovia, Rafał Trzaskowski, ante Karol Nawrocki, un nacionalista de derechas respaldado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en los comicios del 1 de junio.

"Solicito un voto de confianza con la plena convicción de que tenemos un mandato para gobernar, para asumir toda la responsabilidad de lo que está sucediendo en Polonia", afirmó Tusk, que reconoció que los desafíos de su coalición son mayores como resultado de las presidenciales. Pero también alegó que la estrecha derrota de Trzaskowski indica que el apoyo a su grupo político sigue siendo fuerte.

Se espera que Tusk supere la votación en la cámara baja del parlamento, el Sejm, programada para el miércoles por la tarde. Sigue siendo la persona con más poder en la nación centroeuropea, y su coalición tiene mayoría parlamentaria, con 242 de los 460 escaños.

Aun así, la ajustada carrera presidencial ha sacudido a su coalición, una incómoda alianza entre su Coalición Cívica, de centro, el partido de la Izquierda y el Partido Popular Polaco, de centroderecha.

Muchos han comenzado a culpar a Tusk de la derrota de Trzaskowski, y sus socios de gobierno han empezado a reevaluar los beneficios y costos de seguir con él.

Hay dudas sobre lo que Tusk puede lograr de manera realista antes de las próximas elecciones parlamentarias, previstas para finales de 2027, e incluso si sobrevivirá tanto tiempo en un nuevo entorno político en el que la extrema derecha ha incrementado su popularidad. La prensa polaca y los analistas políticos debaten acerca de si este podría ser el ocaso político de Tusk, de 68 años.

“Conozco la amargura de la derrota, pero no conozco la palabra ‘capitulación’”, dijo Tusk a los legisladores.

Tusk fue primer ministro de Polonia entre 2007 y 2014, y después fue presidente del Consejo Europeo entre 2014 y 2019. Recuperó el cargo de primer ministro en diciembre de 2023, en un país agotado por la pandemia y la inflación, y con amargas y profundas divisiones políticas.

Como muestra de estas divisiones, la mitad de la cámara estaba vacía el miércoles por el boicot de legisladores de derecha a su discurso. Tusk los criticó por eso, sugiriendo que estaban mostrando falta de respeto a la nación al ausentarse.

Para Tusk, el desafío es mantener intacta su fracturada coalición. Un fracaso desencadenaría la formación de un gobierno provisional y posiblemente unas elecciones anticipadas, un escenario que podría devolver el poder al partido nacional conservador Ley y Justicia, probablemente en coalición con la formación ultraderechista Confederación, contraria a Ucrania, cuyo candidato quedó tercero en las presidenciales.

Tusk había contado durante mucho tiempo con una victoria de Trzaskowski para poner fin a meses de estancamiento con el presidente Andrzej Duda, quien bloqueó repetidamente su agenda de reformas. Pero Nawrocki está listo para asumir el cargo y se ha comprometido a plantar una firme resistencia a los planes de Tusk.

En su discurso, Tusk reconoció que su coalición ya enfrentaba desafíos que no han hecho más que complicarse.

“No podemos cerrar los ojos a la realidad. Estos desafíos son mayores de lo que anticipamos como resultado de las elecciones presidenciales”, agregó.

Tras los comicios aumentaron las críticas hacia el ejecutivo de Tusk por no cumplir sus promesas de campaña. Muchos lo culpan por contribuir a la derrota de Trzaskowski. Gran parte de las críticas proceden de su propia coalición.

Joanna Mucha, viceministra de educación de la alianza centrista Tercera Vía, publicó un análisis contundente en Facebook culpando de la derrota a la formación de Tusk. Alegó que Ley y Justicia, que respaldó a Nawrocki, realizó una campaña enfocada y basada en datos con una cara nueva, y acusó al partido del primer ministro de ignorar los datos de las encuestas, confiar en asesores electorales que habían perdido comicios previos, y de no buscar respaldos más allá de su base liberal.

Trzaskowski, quien ya había perdido la carrera presidencial en 2020, "lleva también ahora el peso de la insatisfacción con el gobierno actual", aseguró.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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