Consejo de DDHH de ONU pide la suspensión de los envíos de armas a Israel
El principal órgano de derechos humanos de Naciones Unidas pidió a los países que dejen de vender o enviar armas a Israel en una resolución aprobada el viernes que busca ayudar a prevenir violaciones de los derechos de los palestinos en plena campaña militar israelí en la Franja de Gaza.
El Consejo de Derechos Humanos, formado por 47 países, aprobó la resolución no vinculante por 28 votos a favor, seis en contra y 13 abstenciones.
La medida, que apunta a una serie de acciones israelíes como impedir el acceso al agua y limitar los envíos de ayuda humanitaria a las zonas palestinas, pide también que investigadores independientes respaldados por la ONU reporten sobre los envíos de armas, municiones y artículos de “doble uso” — tanto para fines civiles como militares — que Israel podría utilizar zona los palestinos.
Los países occidentales se mostraron divididos: Estados Unidos, Alemania y otros se opusieron a la resolución, mientras que varios se abstuvieron y algunas naciones europeas votaron a favor.
Israel — en ocasiones secundado por Estados Unidos — ha criticado de forma regular y contundente al Consejo por su supuesta parcialidad en su contra. A lo largo de los años, el organismo ha aprobado muchas más resoluciones contra Israel por sus acciones contra los palestinos que contra cualquier otra nación.
El Consejo está concluyendo su primera sesión del año, que comenzó el 26 de febrero, con la aprobación de más de 40 resoluciones sobre cuestiones tan diversas como los derechos de los menores, el medio ambiente y los derechos humanos, la prevención del genocidio y la situación de los derechos en naciones como Sudán, Bielorrusia y Corea del Norte.
La resolución se produce en un momento de creciente atención a los envíos de armas en Israel — sobre todo por parte de su principal aliado, Estados Unidos — mientras continúa su campaña militar en Gaza, que se ha cobrado la vida de más de 33.000 palestinos desde el inicio de la guerra en respuesta a la incursión de insurgentes armados en el sur del país el 7 de octubre.
En un indicio de la creciente impaciencia de Washington con la gestión israelí de su ofensiva, Joe Biden lanzó el jueves una dura advertencia al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmando que el futuro apoyo estadounidense a la guerra depende de la rápida aplicación de nuevas medidas para proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarias.
Fue la primera vez que el presidente de Estados Unidos amenazó con replantearse su respaldo si Israel no cambia de tácticas y permite la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza.