Bolivia va a unas elecciones con la derecha en busca de acabar 2 décadas de la izquierda en el poder
Los bolivianos acuden el domingo a las urnas para elegir a un nuevo presidente y renovar el Congreso en una jornada que podría poner fin a gobiernos de izquierda y marcar el regreso al poder de la derecha por primera vez en dos décadas.
Unos 7,9 millones de bolivianos están registrados para votar en una de las elecciones que —de confirmarse los pronósticos de prácticamente todos los sondeos— implicaría uno de los cambios más dramáticos en la nación andina de 12 millones de habitantes.
Las preferencias de los votantes se han inclinado en todos los sondeos en dos candidatos opositores, ambos de derecha: el empresario y multimillonario Samuel Doria Medina, de 67 años, y el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002).
Los dos han prometido solucionar la crisis caracterizada por la escasez de combustibles y los precios disparados de los alimentos.
Bolivia ha sido gobernada en las últimas dos décadas por el Movimiento al Socialismo (MAS), desde que en 2006 los bolivianos eligieron al líder cocalero Evo Morales como el primer presidente indígena del país. Sin embargo, el partido ha vivido divisiones y ahora su actual candidato, Eduardo del Castillo, se ha ubicado en los últimos lugares de las preferencias.
Ni Morales, ni el actual presidente, Luis Arce, contienden en estos comicios.
El único representante de la izquierda que en algunos sondeos se ha colocado por momentos en el tercer lugar de las preferencias es Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y pupilo de Morales, quien se postula en representación de Alianza Popular, una agrupación izquierdista.
Sin embargo, según las encuentas, ninguno candidato obtendría los votos suficientes para ganar en primera vuelta, por lo que el país iría a un balotaje en octubre.
Para ganar en primera vuelta se debe obtener la mitad más uno de votos válidos o 40% de los votos válidos y una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo más votado. El mandato es de cinco años con la opción de ser reelecto una sola vez de forma continua.
De cualquier forma, y si en primera o segunda vuelta se confirman los sondeos, Bolivia — una nación con las mayores reservas de litio del planeta — seguiría una tendencia reciente en Latinoamérica, donde los líderes de derecha han ganado popularidad: en los últimos años, el libertario argentino Javier Milei y el empresario ecuatoriano Daniel Noboa han arrebatado el poder a la izquierda en sus países.
El domingo, la circulación de vehículos estará prohibida. En el país se espera instalar 34.000 mesas que recibirán los votos.
Poco más de 25.000 policías estarán movilizados para resguardar el proceso electoral, informó el ministro de Gobierno, Roberto Ríos.
En el exterior 369.000 bolivianos están llamados a votar principalmente en Argentina, Chile, España, Brasil y Estados Unidos.
Parte de la atención del país estará puesta en la región cocalera del Chapare, en el centro, desde donde el expresidente Morales ha llamado a anular el voto y sus seguidores amenazaron con impedir la votación después de que su líder quedara afuera de la carrera electoral por un fallo judicial que le impidió postularse.
La Unión Europea desplegará 82 observadores, 32 de los cuales permanecerán en el país por un largo plazo. En tanto, la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha destacado a 87 observadores bajo la dirección del exministro del Interior colombiano, Juan Fernando Cristo.