Turquía celebra elecciones locales en una prueba para la popularidad de Erdogan
Turquía celebraba elecciones locales el domingo que decidirían quién controlaba Estambul y otras ciudades importantes. La votación también era un indicador de la popularidad del presidente, Recep Tayyip Erdogan, que trataba de recuperar el control de zonas urbanas cruciales que perdió ante la oposición hace cinco años.
Los principales lugares en disputa son el núcleo económico de Estambul y la capital, Ankara, donde Erdogan perdió en 2019, lo que rompió su imagen de invencibilidad.
El presidente de Turquía, de 70 años, se ha marcado el objetivo de recuperar Estambul, una ciudad de 16 millones de personas donde nació y creció, y donde comenzó su carrera política como alcalde en 1994.
Un buen resultado de su Partido Justicia y Desarrollo o AKP, de tendencia islámica, probablemente reforzaría su determinación de introducir una nueva constitución que refleje sus valores conservadores y le permita gobernar más allá de 2028, cuando termina su mandato actual, según los analistas.
Para la oposición, dividida y desmoralizada tras una derrota en los comicios presidenciales y parlamentarios del año pasado, conservar Estambul y Ankara sería un importante espaldarazo y ayudaría a volver a movilizar seguidores.
“En el pasado ha habido discrepancias políticas. Ha habido situaciones injustas por las que hemos expresado preocupaciones. Hemos llegado a hoy sin grandes reveses”, dijo el principal líder de la oposición, Ozgur Ozel, tras votar. Era una aparente referencia a que Erdogan y funcionarios del gobierno aprovecharon las ventajas de sus cargos y su dominio mediático durante la campaña.
En torno a 61 millones de personas, incluidas más de un millón que votaban por primera vez, estaban llamadas a las urnas en todos los municipios y distritos, así como en administraciones vecinales.
La participación suele ser alta en Turquía, aunque esta votación se celebraba en plena crisis sobre el coste de la vida. Los analistas dijeron que los partidarios de la oposición desencantados podrían optar por quedarse en casa, poco confiados en su capacidad de cambiar las cosas. Los partidarios del partido en el gobierno, por su parte, también podrían decidir no acudir a votar en protesta por la crisis económica que ha hecho que muchos tengan problemas para pagar la comida, los suministros y la renta.
Unos 594.000 agentes de seguridad estarían desplegados en todo el país para garantizar que la jornada transcurría sin incidentes, según el ministro del Interior, Ali Yerlikaya.
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Kiper informó desde Bodrum, Turquía.