Myanmar quema drogas confiscadas por valor de unos 300 millones de dólares

Casi 300 millones de dólares en drogas ilegales confiscadas fueron destruidas el jueves en las principales ciudades de Myanmar para conmemorar el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, según las autoridades.
La quema de las sustancias ilegales se produjo casi un mes después de que expertos de Naciones Unidas advirtieron de unos niveles de producción y tráfico de metanfetaminas sin precedentes desde la región del Triángulo Dorado del sudeste asiático y, en concreto, desde el estado de Shan, en el este de Myanmar.
Durante mucho tiempo, el país ha sido un importante proveedor de drogas ilegales para el este y el sudeste de Asia, a pesar de los repetidos esfuerzos por impedirlo. La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito lo calificó en 2023 como el mayor productor de opio del mundo.
En la ciudad más grande del país, Ragún, una enorme pila de drogas valorada en más de 117 millones de dólares se consumió en un espectacular incendio.
Entre las sustancias destruidas había opio, heroína, metanfetamina, marihuana, ketamina y el estimulante conocido como cristal, o metanfetamina cristalina, indicó el general de brigada de la policía de Rangún, Sein Lwin, en un discurso durante el acto.
Hubo quemas similares en la segunda ciudad más grande del país, Mandalay, y en Taunggyi, la capital del estado de Shan, todas zonas próximas a los centros de producción de la droga.
Un policía en la capital, Naipyidó, contó a The Associated Press que el valor de las sustancias quemadas en tres puntos de la ciudad ascendía a 297,95 millones de dólares. El agente habló bajo condición de anonimato porque la información aún no se había hecho pública.
Myanmar tiene un largo historial de producción de drogas ligado a la inseguridad política y económica causada por décadas de conflicto armado.
El este de Myanmar forma parte del infame Triángulo Dorado, donde se encuentran las fronteras de Myanmar, Laos y Tailandia. La producción de opio y heroína floreció históricamente en esa región, en gran parte debido a la anarquía que reina en las zonas fronterizas donde el gobierno birmano no ha podido controlar a varias milicias de minorías étnicas, algunas de ellas implicadas en el narcotráfico.
La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito señaló en un informe en mayo que la crisis política que afecta a todo el país desde el golpe de Estado militar de 2021 —que desencadenó lo que ahora es una guerra civil— ha impulsado el crecimiento del comercio de metanfetamina.
Eso ha provocado que el flujo de drogas aumente “no solo en el este y sudeste de Asia, sino también cada vez más hacia el sur de Asia, en especial el noreste de India”, indicó el reporte.
Las drogas se trafican cada vez más desde Myanmar a Camboya, principalmente a través de Laos, así como por rutas marítimas “que conectan Malasia, Indonesia y Filipinas, con Sabah, en Malasia, como un centro de tránsito clave.”
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.