Guerrilleros matan a responsable electoral en Myanmar
Un responsable electoral en Myanmar murió baleado en su auto en Rangún, la capital comercial del país, en un nuevo ataque atribuido a milicianos opuestos al régimen militar
Un responsable electoral en Myanmar murió baleado en su auto en Rangún, la capital comercial del país, en un nuevo ataque atribuido a milicianos opuestos al régimen militar.
Sai Kyaw Thu, subdirector de la Comisión de Unión Electoral nombrada por militares, recibió varios balazos el sábado, según la oficina militar de información, reportes en medios y una declaración de autoría de una guerrilla urbana.
La oficina de información atribuyó el ataque del domingo a la Fuerza de Defensa Popular, una rama armada poco organizada del Gobierno de Unidad Nacional, un grupo clandestino prodemocracia que se opone al gobierno instalado por el ejército cuando los militares tomaron el poder hace dos años.
Muchas fuerzas de oposición, como grupos locales de la Fuerza de Defensa Popular, operan de forma independiente al Gobierno de Unidad Nacional, aunque el ejército los describe a todos como “terroristas”.
Un grupo de resistencia llamado “Por Rangún” se atribuyó el ataque a Sai Kyaw Thu, un ex teniente coronel. El grupo escribió “Misión cumplida” en una publicación de Facebook el sábado ilustrada con tres fotografías del objetivo.
Se cree que Sai Kyaw Thu es el miembro de mayor rango de la Comisión Electoral asesinado desde que el ejército arrebató el poder el 1 de febrero de 2021 al gobierno electo de Aung San Suu Kyi.
Los grupos de resistencia intentaron frustrar este año los preparativos para unas nuevas elecciones prometidas por el ejército, con ataques a trabajadores que hacían un censo de votantes y a otros trabajadores electorales de bajo nivel. Los planes de celebrar comicios, a los que no se había puesto fecha, quedaron paralizados en febrero de forma indefinida cuando el gobierno militar dijo que ampliaría el estado de emergencia por problemas de seguridad.
Las guerrillas urbanas han realizado numerosos asesinatos, incendios provocados y pequeños ataques con explosivos. Entre las víctimas había funcionarios y militares y sus empleados, así como personas que se cree era informantes o colaboradores del ejército.