Mujer francesa que mató a su marido abusivo no será enviada a la cárcel
“Sí, lo maté pero si no lo hubiera hecho, mis hijos lo habrían hecho”.
Una madre francesa dijo que tenía "miedo de morir todos los días" a manos de su marido abusivo saldrá libre a pesar de ser condenada por matarlo, en un caso de asesinato de alto perfil que provocó una conversación sobre la violencia doméstica en Francia.
El tribunal de Chalon-sur-Saone, en el centro de Francia, condenó el viernes a Valérie Bacot, de 40 años, a cuatro años de prisión con tres suspendidos, por el asesinato en 2016 de su esposo Daniel Polette, quien también era su padrastro. Dado que Bacot ya ha cumplido un año de detención, significa que no enfrentará más tiempo en la cárcel.
El veredicto ha sentado un precedente y es un importante punto de conversación en torno al silencio de la sociedad sobre la violencia doméstica, que sigue siendo un tema tabú en muchas familias, que está a la vista.
Un informe de The Washington Post dijo que Bacot relató los detalles de la muerte de su esposo en la novela más vendida "Tout Le Monde Savait", que describe "cómo le disparó a las afueras del pueblo francés de La Clayette y luego lo enterró en los bosques cercanos con la ayuda de de dos de sus hijos”.
"Al principio eran bofetadas, luego patadas, puñetazos y me estrangulaba", citó el New York Times a Bacot a la corte francesa. Dijo que tenía "miedo de morir todos los días".
Según el testimonio que dio a la corte, Bacot tenía 12 años cuando Polette la obligó a tener relaciones sexuales con él. Incluso después de ser encarcelado por su agresión sexual, regresó a la casa de la familia después de tres años en la cárcel y continuó con el abuso "mientras su madre hacía la vista gorda".
“Le dijo a mi madre que no volvería a empezar. Pero lo hizo”, dijo.
Bacot tuvo cuatro hijos con Polette y vivió con él bajo un reinado de terror cuando el hombre alcohólico y abusivo la amenazó y finalmente la obligó a prostituirse. Concibió su primer hijo a los 17 años y supuestamente fue expulsada de la casa por su madre, después de lo cual se fue a vivir con Polette. Según Al Jazeera, Polette no le permitiría usar anticonceptivos.
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Al parecer, había comenzado a mirar a su hija de 14 años cuando Bacot decidió que "esto tiene que terminar".
Los hijos de Bacot dijeron al tribunal que Polette había obligado a su madre a prostituirse durante 11 años, y que se enteraron cuando encontraron tarjetas de presentación que su padre había hecho con las palabras "chica de compañía" escritas en ellas, informó el NYT.
Le disparó a su esposo en la nuca después de que un cliente la violara en 2016. "Sí, lo maté, pero si no lo hubiera hecho, mis hijos lo habrían hecho", dijo Bacot a la corte.