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Especie endémica de orangután podría extinguirse tras devastadoras inundaciones en Indonesia

Los guardabosques locales dicen que están teniendo dificultades para encontrar a los primates en una zona donde los avistamientos eran frecuentes antes de la catástrofe

Stuti Mishra
Viernes, 12 de diciembre de 2025 06:41 EST
Imágenes aéreas de la devastación causada por las inundaciones en Indonesia: las infraestructuras en ruinas retrasan la ayuda
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Las inundaciones más mortíferas de las últimas décadas en Indonesia han puesto al gran primate más escaso del mundo, el orangután de Tapanuli, más cerca de la extinción: los científicos advierten de que vastas extensiones de bosque, fundamentales para la supervivencia del estos animales, han sido destruidas por derrumbes de tierra y lluvias extremas.

Los conservacionistas afirman que las inundaciones y corrimientos de tierra provocados por el ciclón que asoló partes del norte de Sumatra a finales del mes pasado no solo mataron a cientos de personas, sino que también devastaron el frágil hábitat de esta especie en peligro crítico de extinción, que solo existe en una pequeña región montañosa de la isla.

El orangután de Tapanuli no fue reconocido formalmente como especie distinta hasta 2017, y ya está al borde de la extinción. Se cree que quedan menos de 800 ejemplares en libertad, todos confinados en el ecosistema de Batang Toru, en Sumatra.

Los guardas locales afirman que los animales prácticamente han desaparecido de las zonas donde se veían con regularidad antes de la catástrofe.

“Tras los corrimientos de tierra, los orangutanes no aparecen por ninguna parte”, afirma Amran Siagian, guardabosques del Centro de Información sobre los Orangutanes (OIC), quien lleva cinco años trabajando en los bosques de los alrededores de Sipirok, en Tapanuli Sur. “Ya no podía oír sus voces”, declaró a Reuters.

Deckey Chandra, otro trabajador humanitario, declaró a la BBC: “Solían venir a este lugar a comer frutas. Pero ahora parece haberse convertido en su cementerio”.

Las inundaciones y derrumbes de tierra en Indonesia, provocados por las lluvias extremas relacionadas con el ciclón Senyar, han causado la muerte de más de 900 personas en todo el país, y cientos siguen desaparecidas. Laderas enteras se derrumbaron, arrasando bosques, granjas y pueblos, y dejando aisladas a comunidades remotas.

Las imágenes por satélite y las evaluaciones sobre el terreno sugieren que grandes secciones del bosque de Batang Toru quedaron desnudas cuando los torrentes de lodo, árboles y agua arrasaron el terreno escarpado.

Un dron muestra la aldea Bulu Mario de Sipirok, en el sur de Tapanuli
Un dron muestra la aldea Bulu Mario de Sipirok, en el sur de Tapanuli (REUTERS)

Los conservacionistas han confirmado la muerte de al menos un orangután y advierten que puede haber más muertos no recuperados en zonas sepultadas bajo los escombros.

Panut Hadisiswoyo, fundador del Centro de Información sobre el Orangután, declaró que la pérdida de un solo animal era un revés para la especie.

Las inundaciones han agravado las presiones a las que ya se enfrentaban los simios: “La principal amenaza es la pérdida de bosques debido a las plantaciones y a la industria extractiva”, declaró Hadisiswoyo a Reuters.

Los grupos ecologistas llevan mucho tiempo alertando de que la deforestación vinculada a la tala, la minería y la expansión de plantaciones ha debilitado las laderas y aumentado el riesgo de desprendimientos catastróficos en la región.

En Sipirok, los árboles parecían haber sido talados en las zonas más afectadas por las inundaciones. Según Siagian, la tala de árboles llevaba realizándose al menos un año antes de la catástrofe, fragmentando la cubierta forestal de la que dependen los orangutanes para desplazarse, alimentarse y reproducirse.

“Los orangutanes viven moviéndose entre las copas de los árboles, de rama en rama”, explicó, y añadió: “Si el bosque es escaso, debe ser difícil para ellos”.

Los científicos advirtieron que las inundaciones equivalían a una perturbación de nivel de extinción para la especie.

“Creemos que entre el 6 % y el 11 % de los orangutanes probablemente murieron”, declaró a la agencia de noticias AFP Erik Meijaard, un veterano conservacionista de orangutanes, y añadió: “Cualquier tipo de mortalidad adulta que supere el 1 % está llevando a la especie a la extinción, independientemente de lo grande que sea la población al principio”.

Los científicos confirmaron esta semana que el aumento de las temperaturas oceánicas debido al calentamiento climático intensificó las precipitaciones en todo el sudeste asiático. Los mares más cálidos y los aguaceros más intensos han aumentado la probabilidad de inundaciones y derrumbes de tierras destructivos, sobre todo en zonas deforestadas o muy urbanizadas.

Los conservacionistas instan a las autoridades a detener el desarrollo en el hábitat restante de los orangutanes, ampliar las zonas protegidas y realizar estudios urgentes para evaluar las pérdidas de población.

“Si no hay ayuda gubernamental, los orangutanes podrían extinguirse aquí. Especialmente con esta deforestación masiva”, advirtió Siagian.

Traducción de Sara Pignatiello

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