Qué son las leyes de bandera roja que algunos legisladores proponen para frenar tiroteos en EE.UU.
Estas leyes permiten a las autoridades confiscar de manera temporal armas de fuego a personas que un juez considere que son un peligro para ellas mismas o para la sociedad
Pese a la interminable serie de tiroteos masivos en Estados Unidos y a los llamados del presidente Joe Biden para que el Congreso reforme las leyes sobre la venta de armas en el país, republicanos y demócratas no logran ponerse de acuerdo en este tema.
Las propuestas de los demócratas, como la de elevar la edad de los compradores de armas de 18 a 21 años, prohibir la venta de rifles de alto poder e implementar la verificación universal de antecedentes, son totalmente inaceptables para los republicanos.
Ni siquiera las recientes matanzas que han horrorizado al mundo, como la ocurrida en un supermercado de Buffalo en Nueva York que dejó diez muertos, y la de Uvalde en Texas, que ocasionó la muerte de 19 niños y dos maestras, han logrado cambiar la opinión de los republicanos para implementar un mayor control a la venta de armas.
Desde la óptica republicana, las leyes restrictivas para las armas son ineficaces e inútiles. La solución, como dice el gobernador texano Greg Abbott, radica en aprobar más medidas para atender la salud mental y reforzar la seguridad en las escuelas y otros lugares públicos, con más guardias armados.
En medio de estas dos posturas irreconciliables, el único punto en el que parece haber un acuerdo es en las llamadas leyes de bandera roja, también conocidas como órdenes de protección de riesgo extremo.
Estas leyes, que ya se aplican en varios estados, permiten a las autoridades confiscar de manera temporal armas de fuego a personas que un juez considere que son un peligro para ellas mismas o para la sociedad. La orden también prohibiría que la persona considerada como una amenaza pueda adquirir un arma.
La solicitud para que a una persona se le confisquen sus armas la pueden hacer sus propios familiares o amigos, ante el temor de que vaya a cometer suicidio o haya expresado deseos de dañar a otros.
Apoyo a nivel nacional
Las leyes de bandera roja cuentan un amplio respaldo a nivel nacional. Una encuesta de APM Research Lab/Guns & America/Call To Mind de 2019 indica que el 77 por ciento de los estadounidenses las apoya.
Actualmente estas leyes están en vigor en 19 estados del país, entre ellos varios encabezados por gobernadores republicanos, como Indiana y Florida.
En 2019, un grupo de legisladores republicanos trabajaba en un proyecto de ley para aprobar estas leyes a nivel federal, pero quedó estancado como resultado del primer juicio político que se le hizo al expresidente Donald Trump.
Hoy estos esfuerzos se han reanudado a raíz de las matanzas de Buffalo y Uvalde. Dos senadores demócratas, Chris Murphy y Richard Blumenthal, han dado a conocer que están en conversaciones con varios de sus colegas republicanos, entre ellos Susan Collins y Lindsay Graham, para ver si es posible llegar a un acuerdo bipartidista sobre las leyes de bandera roja.
Al ser interrogada al respecto, Collins dijo hace unos días a la prensa que, además de las leyes de bandera roja, también apoya las de bandera amarilla que permiten a las autoridades decomisar las armas de alguien si esta acción cuenta con la aprobación de un juez y de un profesional de la salud. “Pienso que estas leyes pueden hacer una diferencia en el caso de personas con enfermedades mentales”, aseguró.
Otra senadora demócrata, Kyrsten Sinema, de Arizona, que con frecuencia vota de manera contraria a la mayoría de su partido, ha mostrado también su disposición a participar en las conversaciones. “Hay cierto acuerdo con las leyes de bandera roja, lo cual puede ser un punto de inicio para hacer algo”, destacó.
En virtud de estos avances, Murphy declaró que le ha pedido al líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, que le de unos días para presentarle una propuesta bipartidista.
No está claro, sin embargo, si los demócratas contarán con los diez votos republicanos que necesitan para aprobar las leyes de bandera roja a nivel federal. Varios senadores republicanos consideran que esta legislación debe ser decidida por los estados.