Esposa de Mark Chapman: 41 años al lado del hombre que mató a John Lennon
La esposa de Mark David Chapman, Gloria, ha estado a su lado desde la noche en que le disparó a Lennon, durante 41 años de críticas, y ahora una nueva obra la pone en el centro de atención, escribe Sheila Flynn
Cuando John Lennon fue asesinado hace 41 años por Mark David Chapman, no pasó mucho tiempo antes de que la conmoción y el horror mundiales llevaran a hacer preguntas y repartir culpas, y, como era de esperar, la atención se centró en las esposas de ambos hombres.
La artista japonesa Yoko Ono ya había pasado años soportando la ira de los fans que la culpaban de todo lo que no les gustaba de Lennon, los Beatles, sus vidas y su música; sobre todo, los fans que atribuían la ruptura de la banda a su influencia.
Pero cuando Gloria Hiroko Chapman entró en escena, era una agente de viajes de Hawái completamente desconocida que llevaba poco más de un año casada. El odio fue implacable, y se enfrentó a críticas que iban desde la insistencia en que debía conocer o sospechar del plan de su marido hasta acusaciones directas de que había sido la autora intelectual.
No ayudó el hecho de que la japonesa-estadounidense, una devota convertida al cristianismo, decidiera apoyar a su marido; más de cuatro décadas después, siguen casados. A Chapman se le ha denegado repetidamente la libertad condicional, pero su esposa le visita fielmente cada año en su prisión de Nueva York, e incluso se trasladó por un tiempo breve al otro lado del país para estar más cerca de él.
Cuando Chapman recibió la condena de 20 años a cadena perpetua en agosto de 1981, su esposa viajó desde Hawái para asistir a la decisión, aunque no entró en la sala. En la sentencia no hubo ni rastro de Ono, que estaba con Lennon cuando Chapman le disparó fuera del prestigioso edificio Dakota el 8 de diciembre de 1980.
Mientras que Gloria Chapman se las ha arreglado para mantener un perfil bajo y una vida tranquila, Ono ha seguido participando y expresándose de manera activa. No obstante, ambas estarán siempre inextricablemente unidas, y siguen siendo una fuente de fascinación y relevancia cultural a tal grado que incluso se está escribiendo una nueva obra de teatro sobre ellas.
Las escritoras son tres mujeres de color, y además milénicas. Su musical, Yoko’s Husband’s Killer’s Japanese Wife, Gloria, fue seleccionado para un prestigioso apoyo por parte del Teatro de la 5ª Avenida, según informó BroadwayWorld el verano pasado.
La descripción provisional del espectáculo dice así: “¿Realmente Yoko Ono separó a los Beatles? ¿Fue Gloria Abe realmente responsable de que su marido matara a John Lennon? Y si las mujeres asiáticas serán inevitablemente culpadas por las acciones de sus maridos blancos, ¿no deberían al menos tener voz en el asunto?”.
El tema fue planteado por Brandy Hoang Collier a sus colaboradoras Erika Ji y Clare Fuyuko Bierman, según explica a The Independent.
Su producción seguirá la vida imaginaria de Gloria Chapman, “que tuvo que involucrarse de una manera que no quería cuando su marido mató a alguien”, comenta Collier. “Y el hecho de que sea una mujer asiática, por supuesto, me ha llamado la atención... Tenía más o menos la edad que tenemos nosotras ahora”.
“Se culpó a Gloria de una forma que no me pareció razonable, y fue una especie de chivo expiatorio para algunas personas”, explica a The Independent. “Algunas personas la culparon por las acciones de su marido, y yo me sentí identificada con eso como mujer y también como mujer asiática”.
“Me parecía injusta la forma en que la gente hablaba de ella por haber elegido quedarse con su marido y porque este hiciera algo sobre lo que ella no tenía ningún control real, pero era más fácil decir: ‘Ah, ese era el problema: ella no lo detuvo’”.
En los últimos años, Gloria Chapman ha respondido a algunas de estas preguntas y acusaciones que han perdurado durante décadas. Cuando The Independent se puso en contacto con ella esta semana, respondió con un amable correo electrónico, pero rechazó una solicitud de entrevista.
En un ensayo que escribió en 2017 para Alliance Life, una revista religiosa, habló a detalle sobre su relación con Chapman, que comenzó cuando ella le ayudó a organizar un viaje a Asia y él respondió enviándole rosas y un oso de peluche.
Ella le dejó notas en sus hoteles a lo largo del camino, se encontró con él en el aeropuerto cuando regresó a Hawái, y comenzaron a salir la noche siguiente, escribió. Se casaron el 2 de junio de 1979 y, “poco después, Mark pensó que debía conseguir un trabajo mejor pagado, así que aceptó uno como impresor del hospital”.
“Sin embargo, era un trabajo solitario en el sótano, y él tenía demasiado tiempo para sí mismo, demasiado tiempo para pensar”, escribió sobre su marido, que había luchado contra una enfermedad mental y había estado hospitalizado en una unidad psiquiátrica.
“Las cosas empezaron a cambiar en nuestra relación. En primer lugar, Mark perdió su nuevo trabajo en el hospital tras un desacuerdo con una supervisora de enfermería. Se enfadaba conmigo con más facilidad y, en un par de ocasiones, me hirió físicamente. Empezó a beber y a veces llegaba a casa borracho”.
“Seguíamos pasando buenos momentos juntos, pero prefería no unirse a mis amigos y a mí cuando hacíamos fiestas. Empezó a encerrarse en sí mismo y dejamos de ir a la iglesia”.
Escribió que, cuando vio en la televisión que le habían disparado a Lennon, cuando ella estaba viendo un episodio de Little House on the Prairie, “supe que era Mark”.
“¿Cómo lo supe? Dos meses antes, Mark había viajado a Nueva York. Volvió a casa asustado, y me dijo que para hacerse un nombre había planeado matar a la exestrella de los Beatles. Pero dijo que mi amor le había salvado. Incluso me hizo sostener la pistola, que aún estaba fría por haber estado en la bodega del avión”.
“La única razón por la que me pareció bien que Mark hiciera otro viaje fue porque le creí cuando dijo que necesitaba madurar, como adulto y como esposo, y que necesitaba tiempo para pensar en su vida. Él quería que yo aceptara quedarme sola durante un tiempo para que después pudiéramos tener un matrimonio largo y feliz juntos. Dijo que había tirado la pistola al mar, y yo le creí. Aunque me mintió”.
Chapman tendió una emboscada a Lennon la noche del 8 de diciembre de 1980, y le disparó por la espalda mientras Ono gritaba. Al parecer, le motivó una combinación de búsqueda de gloria e infamia, un pensamiento desordenado y un proceso de reflexión que, de alguna manera, le había hecho pasar de ser un fan de Lennon a un fanático obsesionado con el Catcher-in-the-Rye que ahora consideraba al Beatle un “farsante”, una queja clave del protagonista Holden Caulfield con la sociedad.
Gloria Chapman creía, con esperanza, que su marido había superado la peor de sus batallas con la enfermedad mental. Pero su mundo se derrumbó esa noche cuando vio las noticias sobre Lennon, escribió en Alliance.
“Yo sola en nuestro departamento me paseaba repitiendo: ‘Oh, Dios mío. Dios mío’. En ese momento aterrador, pedí a Dios que me consolara. Él me escuchó llorar y sentí que sus grandes y amorosos brazos me rodearon”.
“Mi vida cambió drásticamente esa noche. Ahora era la esposa de Mark David Chapman, un asesino, y no un asesino cualquiera, sino uno cuya víctima era conocida y amada por millones de personas en todo el mundo. La pregunta para mí era: ¿Debo seguir casada con Mark?”.
Muchos amigos y familiares le aconsejaron que se divorciara, e incluso su marido mismo, por su bien, le sugirió ese camino, escribió. Pero ella sostuvo que al final prevaleció su compromiso con Chapman, el matrimonio y su fe.
“Habíamos optado por decir ‘sí, quiero’ en lugar de ‘sí, acepto’ porque creemos que el verdadero amor requiere una decisión y un compromiso, un acto de voluntad. Recuerdo claramente que dije que amaría a Mark ‘en la riqueza, en la pobreza, en lo bueno y en lo malo, en la enfermedad y en la salud, mientras ambos vivamos’. Ante Dios, lo decía en serio”.
Continuó: “Finalmente, en el libro de Malaquías, leí: ‘Odio el divorcio, dice el Señor, Dios de Israel (2:16)’. Para mí, eso zanjó la cuestión, y cerré mi Biblia. A partir de ese momento, decidí que no importaba el tiempo que Mark estuviera en prisión. Le esperaría”.
Gloria Chapman ha dicho que tanto ella como Mark se han puesto en contacto con Yoko Ono para pedirle perdón. La viuda de Lennon aún no ha respondido, pero sí ha expresado sus sentimientos en el pasado.
Desde la primera audiencia de libertad condicional de Chapman hasta ahora, Ono ha argumentado en contra de su liberación, citando el temor por su seguridad y la de los hijos de Lennon, Sean y Julian.
“Es muy, muy difícil para mí pensar en Chapman”, declaró al Daily Beast en una entrevista de 2015. “Sobre todo porque él no parece pensar que eso fuera algo malo. Una cosa es que lo hizo una vez, podría volver a hacerlo, a otra persona [...] Podría ser yo, podría ser Sean, podría ser cualquiera, así que existe esa preocupación”.
Añadió: “He dicho que está loco, pero tal vez no, tal vez él tenía un propósito que quería lograr, como ‘Matar a John Lennon’”, comentó. “Así que podría tener otro propósito. No es el tipo de persona que... No creo que solo lo haga de manera emocional. Hay una razón, ya sea simple o no, para hacer lo que hace, y justificarlo. Entonces eso da mucho miedo”.
La duodécima audiencia de libertad condicional de Chapman está prevista para agosto de 2022.
Mientras que Ono ha tratado de preservar el legado de su marido, Gloria Chapman ha tratado de disculparse por el legado del suyo, al mismo tiempo en el que trabajaba en un hospital y participaba muy activamente en su iglesia.
Sus elecciones y los caminos tan diferentes por los que las llevó la vida siguen resonando hoy en día, no solo por su cercanía a hombres famosos, sino por la manera en que la cultura pop y décadas de espectadores se han apropiado de sus relatos.
Gran parte de eso es lo que ha motivado este nuevo musical, cuentan sus creadores a The Independent. Dos de las tres crecieron escuchando a sus padres, que eran grandes fans de los Beatles, pero ninguna conocía la historia de las mujeres detrás de los hombres.
Erika Ji dice que se quedó enganchada “incluso solo con el primer núcleo, cuando Brandy nos dijo: ‘¿Sabían que la esposa del tipo que mató a John Lennon también era japonesa?’ Resulta que no solo Gloria y Yoko estaban casadas con maridos blancos más jóvenes, sino que también [se] las culpaba de las cosas que hacían sus maridos blancos más jóvenes”.
Collier va más allá y dice que “una de las razones importantes para hablar de la culpa que las mujeres asiáticas han asumido en el pasado por las acciones de los hombres blancos es que la abordo desde una perspectiva que dice: Ya basta. Dejemos de hacerlo”.
Las colaboradoras, todas veinteañeras, se conocieron en la prestigiosa escuela Tisch de la Universidad de Nueva York y se han adentrado en la investigación, desde cómo era crecer en Hawái cuando Gloria Chapman era joven hasta los artículos y libros escritos sobre las respectivas relaciones de las mujeres.
Sin embargo, hasta ahora han evitado ponerse en contacto con Ono o Gloria en la vida real, expresan.
“Esencialmente, lo que estamos escribiendo es una ficción histórica”, cuenta Collier a The Independent, y añade: “Las tratamos como figuras históricas que formaron parte de este acontecimiento, y queremos tener la capacidad de crear lo que queremos crear”.
“Queremos que esto salga a la luz antes de que los factores externos influyan demasiado”.