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Quién es Herschel Walker, el candidato republicano antiabortista que pagó por un aborto

Una mujer que fue novia del republicano en 2009 asegura que le pagó para que interrumpiera su embarazo; las acusaciones no han afectado hasta ahora las intenciones de voto para el Senado en Georgia

María Luisa Arredondo
Jueves, 13 de octubre de 2022 17:07 EDT
Georgia decide el futuro de la presidencia de Joe Biden con la elección de sus senadores

Una de las contiendas por el Senado que ha llamado más la atención es la que se libra en Georgia, donde uno de los candidatos, el republicano Herschel Walker, está en el ojo del huracán por su pasado turbulento y porque ha sido acusado de  hipocresía, al predicar una cosa y hacer otra.

A lo largo de su campaña, Walker, quien fue un destacado jugador de la NFL, se ha declarado como un enérgico opositor al derecho de las mujeres para interrumpir un embarazo. Pero, recientemente, se dio a conocer que en 2009 le pagó un aborto a su novia de ese entonces.

La mujer le dijo a la publicación The Daily Beast que el ahora candidato le pagó para que abortara cuando eran novios. Y, como prueba, presentó un recibo por los 575 dólares que costó el procedimiento, así como una copia de su registro bancario con la imagen de un cheque personal de Walker por 700 dólares, fechado cinco días después del recibo.

De acuerdo con The Daily Beast, la mujer aseguró que Walker le pidió que interrumpiera su embarazo porque no era el mejor momento para tener un bebé. También le mostró a la publicación una tarjeta que el exfutbolista le envió para desearle una pronta recuperación después de haberse practicado el aborto.

Walker ha rechazado estas versiones. En un comunicado emitido por la oficina de su campaña dijo que se trata de una “mentira descarada” y que demandará a la publicación. The Daily Beast, sin embargo, se mantuvo firme. Matt Fuller, director de política de la publicación, aseguró en un tuit: “Puedo afirmar que respaldamos cada palabra y nos sentimos muy firmes con esta historia”.

Raphael Warnock, su rival demócrata en la contienda por el Senado en Georgia, le ha restado importancia a estas acusaciones y dice que los analistas y los votantes serán los que tendrán que decidir el día de la elección.

Mentiras y exageraciones

El republicano, que nació en 1962 en Augusta, Georgia y es dueño de una distribuidora de pollo, ha sido acusado también de esconder su pasado. Hace poco tuvo que reconocer que tiene tres hijos de los que nunca había hablado. Uno de ellos es con la mujer a la que le pagó el aborto.

Se ha descubierto también que, con frecuencia, exagera sus logros. Ha dicho, por ejemplo, que se graduó de la Universidad de Georgia, cuando no es así. También en una ocasión aseguró que trabajó para el Departamento de Policía del Condado de Cobb, cuando solo recibió un certificado de reconocimiento.

Y en los últimos días, el candidato, que es de piel negra, ha causado gran revuelo al asegurar que descubrió que su abuela es cherokee. “Mi mamá me acaba de decir eso… Entonces, soy nativo americano”, dijo durante uno de sus recientes actos de campaña.

Sin embargo, su madre, Christine, le dijo al Huff Post que no tenía idea de que en su familia había ancestros nativos americanos. Por su parte, la tribu Cherokee Nation, una de las más grandes de Estados Unidos, aseguró que no tiene en sus registros ningún dato que confirme lo dicho por Walker.

Además de su postura antiaborto, el republicano también ha llamado la atención porque algunas de sus declaraciones políticas carecen totalmente de base. En agosto, por ejemplo, criticó fuertemente la ley del presidente Joe Biden para combatir la inflación, en la que se incluyen acciones para combatir el cambio climático, diciendo que “ya tenemos suficientes árboles en el país”. Y en julio declaró falsamente que el covid llegó aquí cuando el aire limpio de Estados Unidos viajó a Asia y el aire viciado de China viajó a Estados Unidos”.

Acusaciones de violencia

Hasta ahora, el Partido Demócrata ha pasado por alto la hipocresía de Walker en cuanto al aborto. Su estrategia para atacar al republicano se ha centrado en las acusaciones de maltrato y abuso que ha cometido contra las mujeres.

En varios anuncios de televisión respaldados por demócratas se hace énfasis en que existen registros policiales que dan cuenta de que Walker amenazó con matar a su exesposa Cindy Gross y a otras mujeres, por lo menos hasta 2001. Sin embargo, al exjugador nunca le presentaron cargos criminales por estas acusaciones.

Walker ha respondido que estos episodios violentos se deben a que se le diagnosticó con un trastorno conocido como DID (trastorno de identidad disociativo). Como resultado de ello, el exjugador dijo que ha desarrollado “alteraciones” para lidiar con el estrés y el trauma y que ha notado que la pérdida de memoria es otro síntoma del mal que padece.

Pese a las acusaciones contra Walker, las encuestas indican que le han afectado poco en las intenciones de voto.

Un sondeo de la Universidad de Quinnipiac indica que el senador demócrata Warnock lleva una ligera ventaja en la contienda con un 52 por ciento de apoyo, en tanto que Walker tiene 45 por ciento. Estas cifras son prácticamente las mismas que las de mediados de septiembre, antes de que salieran a la luz los informes de que el republicano había pagado por un aborto.

El liderazgo republicano encabezado por el senador Mitch McConnell se ha mantenido firme en su respaldo a Walker, quien es un cercano partidario del expresidente Donald Trump.

La contienda entre Walker y Warnock es una de las más reñidas por el Senado y es clave para decidir qué partido tendrá el control de esta cámara a partir de noviembre.

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