Fósiles de dinosaurio “increíblemente conservados” revelan el ejemplar grande más completo hasta ahora
Los esqueletos del Edmontosaurus annectens, un dinosaurio con pico de pato que vivió hace más de 66 millones de años, fueron desenterrados en 1908 en una zona de barrancas del centro-este de Wyoming
Los restos de dos “momias” de dinosaurio halladas en Wyoming hace más de 100 años están tan bien conservados que aún presentan piel, vértebras expuestas e incluso pezuñas intactas, según investigadores.
Los esqueletos pertenecen a Edmontosaurus annectens, una especie de dinosaurio con pico de pato que habitó la Tierra hace más de 66 millones de años, durante el periodo Cretácico tardío. Fueron descubiertos en 1908 en una zona de barrancas del centro-este de Wyoming.
Una reciente reexaminación de estos fósiles, realizada por paleontólogos de la Universidad de Chicago, reveló que una fina capa de arcilla ayudó a preservar partes momificadas del cuerpo, además del esqueleto.
Según un nuevo estudio publicado la semana pasada en la revista Science, se conservaron tejidos blandos en un estado “sorprendentemente bien preservado”, incluyendo restos de carne, estructuras óseas visibles en la espalda y pezuñas. La preservación de tejido blando en fósiles es extremadamente inusual, lo que suele dificultar reconstrucciones detalladas sobre la apariencia real de los dinosaurios.


Sin embargo, gracias a la amplia superficie de piel externa que se logró preservar, estos fósiles ofrecen la visión más completa registrada hasta ahora de un dinosaurio de gran tamaño.
“Dos ‘momias’ de Edmontosaurus annectens, un dinosaurio de pico de pato del Cretácico tardío, conservan una cresta carnosa en el cuello y el tronco, una fila de espigones entrelazados sobre la cadera y la cola, y pezuñas que recubren los dedos de las patas traseras”, se indica en el resumen del estudio.
Mediante una serie de pruebas, el equipo científico reveló que tanto la piel fosilizada como los espigones y las pezuñas se conservaron como una delgada capa de arcilla, que se formó sobre la superficie del cuerpo enterrado durante su descomposición, antes de que los tejidos blandos y los compuestos orgánicos desaparecieran por completo.
Los investigadores subrayaron que este tipo de preservación solo se había documentado anteriormente en ambientes marinos completamente anóxicos (sin oxígeno), lo que hace aún más extraordinario este hallazgo, dado que ocurrió en un entorno terrestre.

“Estamos viendo por primera vez el perfil completo de un dinosaurio”, afirmó el paleontólogo Paul Sereno, de la Universidad de Chicago, quien lideró el estudio publicado en la revista Science, durante una entrevista con NBC.
Cuando estos fósiles fueron descubiertos por primera vez a inicios del siglo XX, se asumió que se trataba únicamente de textura fosilizada de piel y algunas partes del cuerpo. Sin embargo, un análisis más detallado de los esqueletos, junto con el hallazgo de otros dos ejemplares de Edmontosaurus annectens, cambió por completo la perspectiva científica.
Uno de esos nuevos especímenes, un ejemplar juvenil avanzado, se convirtió en la primera momia subadulta de dinosaurio registrada hasta ahora. También es el primer dinosaurio grande en mostrar una cresta carnosa a lo largo de la línea media del tronco, según detalla el estudio. Medía alrededor de 6 metros de largo.
El otro ejemplar, un adulto, es el primer hadrosáurido conocido que conserva una fila completa de espinas desde la cadera hasta la punta de la cola, además de ser el primer reptil fósil con pezuñas en forma de cuña en los pies. Su longitud estimada alcanzaba los 12 metros.
Traducción de Leticia Zampedri






