Gobernador de Texas: Demócratas 'cedieron' su cargo al tratar de bloquear rediseño de distritos
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, asegura que buscará destituir a los legisladores demócratas de sus cargos a partir del lunes si no regresan a trabajar, después de que decenas de ellos salieron del estado en un intento por bloquear la implementación de los nuevos mapas distritales para la Cámara de Representantes federal que solicitó el presidente Donald Trump.
Abbott insinuó, sin presentar pruebas, que algunos legisladores demócratas que se fueron a Illinois, Nueva York y otros lugares habían "perdido sus escaños" y podrían haber cometido delitos graves. Los legisladores aseguraron que se trata de una “cortina de humo” de Abbott para hacer amenazas que van más allá de sus facultades legales.
La revuelta demócrata y la amenaza de Abbott intensificaron una creciente disputa en torno a los mapas del Congreso que comenzó en Texasm, pero se amplió para incluir a gobernadores demócratas que han planteado la posibilidad de rediseñar sus propios mapas estatales a toda prisa como respuesta, incluso si sus opciones son limitadas.
La disputa también ofrece un nuevo ejemplo de la agresiva visión de Trump sobre el poder presidencial y su control sobre el Partido Republicano a nivel nacional, al tiempo que se pone a prueba el equilibrio de poderes entre el gobierno federal y cada uno de los estados.
El creciente impasse gira en torno a la esperanza de Trump por agregar cinco escaños de tendencia republicana en Texas de cara a las elecciones de mitad de período de 2026. Eso aumentaría las posibilidades de que su partido preserve su estrecha mayoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, después de que los republicanos no pudieron hacerlo en los comicios legislativos de 2018, durante el primer mandato de Trump. Actualmente, los republicanos tienen 25 de los 38 escaños de Texas.
En declaraciones a Fox News, Abbott prácticamente reconoció el lunes la maniobra partidista, señalando que la Corte Suprema federal ha determinado que "no hay nada ilegal" en rediseñar los distritos para favorecer a un partido mayoritario. Incluso admitió abiertamente que se trata de manipulación de distritos, antes de corregirse a sí mismo para decir que Texas está "trazando líneas".
A casi 2.900 kilómetros (1.800 millas) de Austin, la gobernadora de Nueva York Kathy Hochul apareció acompañada de los demócratas de Texas y argumentó que su causa debería ser nacional.
"No vamos a tolerar que un grupo de vaqueros que violan la ley se roben nuestra democracia", dijo Hochul el lunes acompañada por varios de los legisladores que salieron de Texas. "Si los republicanos están dispuestos a reescribir las reglas para darse una ventaja, entonces no nos dejan otra opción: debemos hacer lo mismo. Hay que combatir fuego con fuego".
El lunes estaba programada una votación sobre la propuesta de los mapas distritales en la Cámara de Representantes de Texas, la cual no puede proceder si los demócratas niegan un quórum saliendo del estado, lo que los pone fuera del alcance de las fuerzas del orden de Texas.
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DeMillo informó desde Little Rock, Arkansas, Barrow desde Atlanta y Cappelletti desde Washington. La periodista de Associated Press Nadia Lathan, en Austin, contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.