España: se multiplican las redes de trata de mujeres y explotación sexual
Redes criminales en las que las “mamis” se aprovechan de las dificultades económicas de las víctimas que, casi siempre tienen familias que mantener, para captarlas
Las autoridades españolas desarticularon una red de explotación sexual que atraía a mujeres colombianas bajo la promesa de brindar mejores oportunidades de trabajo, tras lo que eran retenidas contra su voluntad y obligadas a prostituirse en casas ubicadas en Tarragona, al noreste del país.
Elementos de la policía española, que investigaban los indicios de la red desde el 12 de julio, detuvieron a dos hombres y una mujer, y decomisaron teléfonos móviles, documentos de las víctimas y más de dos mil euros.
Una llamada al Servicio Nacional de Atención de Víctimas de Trata dio aviso de que dos mujeres estaban siendo explotadas, tras lo que las autoridades las contactaron y dieron protección luego de denunciar a los presuntos responsables bajo la condición de testigos protegidos.
Ambas habían sido contactadas en Colombia por una mujer, a la que después llamaban “mami”, que las convenció de viajar a Barcelona en donde fueron obligadas a prostituirse, estar disponibles las 24 horas del día para prácticas sexuales sin protección o condiciones de higiene. Además, sólo podían salir dos horas al día. Además, denunciaron que eran forzadas a consumir cocaína y a entregar la mitad de los ingresos a sus captores.
Murcia
Apenas a inicios de junio pasado, la policía desmanteló otra red en Murcia, en donde liberó a 19 mujeres de Venezuela, Colombia, Brasil y Panamá que eran prostituidas contra su voluntad. Tras el operativo, 22 personas fueron acusadas de estar detrás de la red.
Todas fueron engañadas por una “mami”, con la misma promesa de oportunidades y retenidas bajo el argumento de que debían pagar la deuda del viaje, por lo que se les retiraba el pasaporte para evitar que huyeran.
La UCRIF (Unidad contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales de la Policía Española) recibió una denuncia anónima por parte de una de las víctimas, por lo que procedió a allanar los prostíbulos ubicados en el municipio de Alcantarilla y en la ciudad de Murcia, en donde las víctimas vivían en hacinamiento.
De los 22 detenidos, siete ingresaron a prisión provisional y el resto está en libertad con cargos. Están acusados de delitos relativos a la trata de seres humanos, prostitución, tráfico de drogas, contra los derechos de los trabajadores, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
Pontevedra
También en junio la policía dio con una organización que se dedicaba a explotar sexualmente a mujeres provenientes de Brasil a las que les compraban el pasaje aéreo y les daban documentación falsa para entrar a España, lo que equivaldría a una deuda económica de hasta 2,000 euros que debían saldar ejerciendo la prostitución.
La operación que llevó a cabo la policía en donde se liberaron a tres víctimas, terminó con 14 detenidos por los delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos y blanqueo de capitales en la provincia de Pontevedra, al noroeste de España.
La entrada en Europa se realizaba fundamentalmente a través de Lisboa, desde donde las víctimas eran trasladadas por carretera a clubs o pisos de citas en una localidad de Pontevedra. Una vez en España, las llevaban a diario en taxis de confianza de la red criminal a otros clubs de alterne.
Se decomisó un vehículo de alta gama, casi 12,000 euros en efectivo, teléfonos móviles y documentación.
España, el gran consumidor de prostitución
Situaciones similares se presentaron en Sevilla, A Coruña, Alicante y el resto del territorio español, y es que España es uno de los principales países con más demanda de sexo pagado y el primero en Europa, según indica el Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2020, de la UNODC (Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito).
El documento afirma que el 39% de los hombres españoles, ha pagado en alguna ocasión por mantener relaciones sexuales y las mujeres siguen siendo las más expuestas, en una actividad no regulada, que frecuentemente las expone a abusos y maltratos. Muestra de ello es que las víctimas de las redes de proxenetas siguen siendo los inmigrantes y las personas que tienen una necesidad desesperada de empleo.