Alex Jones deberá pagar más de mil millones de dólares por sus mentiras sobre Sandy Hook
El veredicto llega tras cuatro semanas de testimonios en la sala del tribunal, durante los cuales los padres rompieron a llorar al testificar sobre las consecuencias de sus mentiras, mientras que el conspiranoico despotricaba y afirmaba que ya había “terminado de pedir perdón”
Alex Jones ha sido condenado a pagar US$965 millones a las familias de las víctimas de la masacre de Sandy Hook, que han sufrido casi una década de maltrato y acoso por las mentiras del ultraderechista sobre sus seres queridos asesinados.
Los miembros del jurado de Connecticut llegaron al veredicto el miércoles por la tarde después de deliberar durante más de tres días en el segundo de los tres juicios por difamación contra el presentador de Infowars sobre sus ataques dirigidos a las familias afectadas por el tiroteo masivo de 2012.
Jones, que ya fue condenado a pagar a la familia de una víctima más de US$49 millones, no estaba presente en la sala del tribunal cuando el jurado emitió su veredicto unánime por daños compensatorios contra él.
El veredicto eleva a más de US$1.000 millones la impactante cifra a la que se enfrenta Jones.
La suma es significativamente superior a los US$550 millones solicitados por los abogados que representan a las familias de ocho víctimas y un agente del FBI que fueron difamados por Jones.
El veredicto llegó tras cuatro semanas de tenso testimonio en el tribunal, durante el cual los padres rompieron a llorar al testificar sobre el daño que las mentiras de Jones habían causado a sus familias, mientras que el conspiranoico no mostró ningún remordimiento, y despotricó al decir que “ya había terminado de disculparse”.
A pesar de que sus mentiras se exhibieron en la sala del tribunal para que todo el mundo las viera, Jones continuó monetizando la tragedia y burlándose del juez y del llamado “tribunal improvisado” en su programa Infowars.
En noviembre se celebrará una nueva audiencia sobre los honorarios de los abogados y las costos, y sobre si se concederán aún más daños punitivos contra Jones.
Los miembros del jurado comenzaron a deliberar el jueves por la tarde, después de que los abogados de las familias de Sandy Hook y de Jones presentaran sus argumentos finales esa misma mañana.
Christopher Mattei, un abogado de las familias de Sandy Hook, instó a los jurados a llegar a un acuerdo sustancial, y señaló cómo Jones y su compañía se habían beneficiado de las mentiras que difundió, para obtener aproximadamente 550 millones de visitas a su contenido referente al “engaño” de Sandy Hook solo entre 2012 y 2018.
“Todas y cada una de estas familias se estaban ahogando en el dolor, y Alex Jones les puso el pie encima”, argumentó.
“Ya lo vieron: lleva 10 años difamando a estas familias, y no va a parar”, añadió.
“Esta es la única oportunidad de ellos, y de ustedes, de emitir un veredicto sobre la devastación que ha causado Alex Jones”.
Mientras tanto, el abogado de Jones, Norm Pattis, que anteriormente representó al difunto asesino Fotis Dulos, dio un extraño argumento final en el que describió a su cliente como un “profeta loco” que simplemente había estado tratando de advertir a sus seguidores sobre un futuro distópico “globalista”.
En un momento, el juez amonestó a Pattis cuando acusó a los abogados de las familias de las víctimas de estar “en esto por el dinero”.
“No significa nada aquí para los demandantes si no suena la caja registradora”, aseguró Pattis.
El 14 de diciembre de 2012, Adam Lanza, de 20 años, asesinó a 20 estudiantes de apenas seis y siete años y a seis miembros del personal en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut.
Alrededor de dos horas después de la masacre, Jones comenzó a esparcir mentiras, pues afirmó en su programa de conspiración que el tiroteo masivo era “un gran engaño” y que las familias de las víctimas eran “actores”.
Siguió diciendo mentiras a sus seguidores durante años, y afirmó que se trataba de una operación de “falsa bandera”, que los niños de seis y siete años asesinados nunca existieron y que los asesinatos ni siquiera ocurrieron.
Mientras Jones se beneficiaba económicamente de la difusión de sus mentiras, las familias de las víctimas fueron objeto de años de acoso y amenazas en persona y en línea por parte de personas alentadas por los desvaríos del conspiranoico.
En un testimonio desgarrador, Erica Lafferty, la hija de la directora de Sandy Hook, Dawn Hochsprung, que murió en la masacre, declaró ante el tribunal que se había visto obligada a mudarse cinco veces para tratar de alejarse de las amenazas y el acoso.
“Durante 27 años de mi vida, esa mujer fue mi mejor amiga”, comentó Lafferty sobre su madre.
“Que la gente me diga que ella no existía, ¿cómo dejan que eso ocurra?”.
Mark Barden, padre de Daniel, el niño de seis años que fue víctima de asesinato, reveló cómo su hija descubrió las cartas enviadas a la familia en las que se decía que habían orinado en la tumba de su hermano pequeño y que querían desenterrar su cuerpo.
Uno de los testimonios más desgarradores fue el de Robbie Parker, que reveló cómo la teoría de conspiración de extrema derecha lo hizo sentir que le había “fallado” a su hija Emilie, de seis años, que fue asesinada en el tiroteo masivo.
Un día después de la masacre, el devastado padre pronunció un breve discurso ante los medios de comunicación en el que rindió homenaje a su pequeña, que “hizo del mundo un lugar mejor” por estar en él.
Sin que Parker lo supiera en ese momento, era la primera vez que alguno de los familiares de las víctimas se pronunciaba públicamente tras su muerte.
Cuando se acercó al micrófono, sonrió brevemente, algo que lo convirtió instantáneamente en objetivo de las mentiras de los conspiranoicos.
Durante los años siguientes, Jones se burló en repetidas ocasiones del desgarrador momento de intenso dolor de Parker en su programa de conspiración de extrema derecha y lo calificó de “actor de telenovelas”.
Conteniendo las lágrimas, Parker dijo a los miembros del jurado que creía que le estaba “fallando” a la memoria de Emilie mientras Jones seguía difundiendo mentiras sobre ella.
“Ya sentía que le había fallado a Emilie como padre cuando estaba viva porque la enviábamos a la escuela”, testificó Parker.
“Y sobre todo empezaba a sentir que le estaba fallando en su muerte por lo que la gente decía de ella y por lo que decían de mí al intentar recordarla”.
Describió un escalofriante incidente en el otoño de 2016 (cuatro años después de la masacre y a 5.000 kilómetros de distancia, en Seattle) en el que un desconocido en la calle lo confrontó y comenzó a lanzarle improperios llamándole “p*to pedazo de m***da” y diciéndole que su hija asesinada estaba “viva”.
“‘Emilie está viva, ¿no? Está viva’. Siguió y siguió”, declaró Parker.
El incidente ocurrió al mismo tiempo que un colega del programa Infowars de Jones calificó a Parker de “peor actor que Glenn Beck”.
Cuando Jones subió al estrado, se le confrontó con sus mentiras y se le preguntó si podía ver que Parker, quien estaba presente en la sala del tribunal, “es real”.
Pero Jones se negó a reconocer cualquier responsabilidad y negó haber puesto “una diana en su espalda”, y luego se lanzó a una furiosa diatriba en la que gritó que ya había “terminado de pedir perdón” por haber causado una década de acoso a las familias de las víctimas.
“Ya he dicho que lo siento cientos de veces. Y ya he terminado de pedir perdón”, dijo con furia mientras los familiares de algunas de las víctimas lloraban y lo observaban en el tribunal.
Añadió: “Ya me he disculpado con los padres una y otra vez, no me disculpo con ustedes. No me disculpo con ustedes”.
Jones se quejó de que “la gente piensa que yo maté a los niños” y se puso a despotricar sobre Irak.
El juez se vio obligado a recordarle a Jones que la sala del tribunal “no es su programa”.
Se esperaba que Jones volviera a subir al estrado en su defensa, pero inicialmente dijo que se acogería a la quinta enmienda y luego se negó a declarar.
El juicio de Connecticut se celebra menos de dos meses después de que concluyera su primer juicio por difamación en Texas.
En ese juicio, los miembros del jurado lo condenaron a pagar US$4,11 millones en concepto de indemnización y US$45,2 millones en concepto de daños punitivos para Scarlett Lewis y Neil Heslin, los padres de Jesse Lewis, el niño de seis años víctima de asesinato.
Es probable que Jones pague mucho menos por los daños punitivos debido a los límites de los tribunales de Texas.
También está a la espera de juicio en un tercer caso de difamación presentado por la familia de la víctima de seis años Noah Pozner.
Ese juicio se celebrará en la misma sala del tribunal del condado de Travis que el primero.
No se ha fijado una fecha para ese juicio, que se espera que sufra nuevos retrasos porque Jones se ha declarado en bancarrota.
Las familias de las víctimas presentaron múltiples demandas hace años, pero no fue hasta el año pasado cuando perdió por incomparecencia en todas las demandas.
Desde entonces, el ultraderechista ha hecho múltiples intentos de evitar el pago a las familias de las víctimas al retrasar los procesos judiciales y declararse en bancarrota.
En abril, una semana antes de su primer juicio, solicitó la protección voluntaria del Capítulo 11 de la ley de bancarrota en el Distrito Sur de Texas para Infowars y otras dos entidades de su propiedad, y declaró pasivos de hasta US$10 millones para cada una. La declaración de bancarrota permite a una empresa seguir operando mientras prepara un plan de reestructuración y también pone en pausa los litigios civiles.
En junio, los abogados de Jones y de las familias de Sandy Hook llegaron a un acuerdo para retirar a sus tres empresas de las demandas por difamación a cambio de que estas continuaran. Jones se declaró entonces en bancarrota por segunda vez en medio del juicio en julio.
Los abogados de las familias de Sandy Hook han acusado al ultraderechista de ocultar millones de dólares en un intento de evitar el pago de daños y perjuicios.