Usan drones para detectar tiburones en playas de Nueva York
Frente a las costas de Long Island, drones patrullan el océano desde las alturas para detectar cualquier peligro que pudiera acechar bajo la superficie del mar, en momentos en que los bañistas se han vuelto más cautos tras una serie de encuentros con tiburones
Frente a las costas de Long Island, drones patrullan el océano desde las alturas para detectar cualquier peligro que pudiera acechar bajo la superficie del mar, en momentos en que los bañistas se han vuelto más cautos tras una serie de encuentros con tiburones.
En dos días de esta semana, cinco personas informaron haber sido mordidas por tiburones en algunas de las playas más populares de Nueva York, y por ello se reforzó la vigilancia en las aguas de la zona.
El avistamiento de un tiburón de 3 metros (10 pies) el jueves provocó que las autoridades prohibieran a las personas ingresar en las aguas en el Parque Estatal Robert Moses, la misma playa de Long Island que retrasó su apertura el 4 de julio después de que un dron detectara un grupo de 50 tiburones de arena frente a la costa.
“Estamos más vigilantes que nunca”, dijo George Gorman, director del parque estatal en Long Island. “Tenemos drones en el cielo que vigilan las aguas. Tenemos salvavidas en acuamotos que vigilan las aguas”.
Hace algunos años, los encuentros con tiburones eran poco frecuentes. Pero recientemente han aumentado los reportes de tiburones que han mordido a personas. El año pasado, ocho personas reportaron haber sido mordidas por tiburones cuando nadaban en aguas bajas frente a playas de Long Island.
“Este año ya hemos tenido cinco casos de mordeduras”, comentó Gorman. "Y la temporada apenas ha comenzado”.
Aun si las heridas no han sido graves, Gorman y otros manifestaron preocupación por el aumento en los avistamientos y en los encuentros con tiburones.
Cary Epstein, supervisor de salvavidas que pilota drones en Jones Beach, dijo que uno de los pequeños vehículos aéreos efectúa tres recorridos al día: uno antes de la apertura del lugar, después al mediodía y el último antes de finalizar la jornada.
“A pesar del nerviosismo por lo que está sucediendo en este momento en Nueva York, la gente nada todos los días en el océano, y lo ha hecho durante siglos”, apuntó. “Pere debemos recordar que somos cohabitantes y que ésta es la casa de ellos”.