Trump busca excluir del censo a inmigrantes indocumentados

El presidente Donald Trump ordenó al Departamento de Comercio que cambie la forma en que la Oficina del Censo recopila datos, buscando excluir a los inmigrantes que están en Estados Unidos sin autorización, dijo el jueves.
Las recopilaciones de datos del censo se basarán en “hechos y cifras de hoy en día y, lo que es más importante, utilizan los resultados e información obtenida de la Elección Presidencial de 2024”, dijo el presidente republicano en su red social, una indicación de que podría intentar incorporar su política en el trabajo de encuestas que mide desde la pobreza infantil hasta las operaciones comerciales.
Trump enfatizó que, como parte de los cambios, las personas que están “ilegalmente en nuestro país” serán excluidas de los conteos del censo.
Su publicación en Truth Social encaja en un patrón general en el que intenta remodelar a su gusto las medidas básicas de cómo funciona la sociedad estadounidense, un proceso que abarca desde las cifras mensuales de empleo hasta cómo se trazan los distritos parlamentarios de cara a las elecciones intermedias de 2026. Pero podría haber impugnaciones legales si intentara remodelar el censo, que también guía la distribución de 2,8 billones de dólares en fondos federales a los estados para carreteras, atención médica y otros programas.
En una decisión tomada en 2019, la Corte Suprema impidió que Trump agregara una pregunta sobre ciudadanía al censo de 2020. La 14ta Enmienda dice que “el número total de personas en cada estado” debe contarse para obtener la cifra utilizada para la distribución, el proceso de asignación de escaños en el Congreso y los votos del Colegio Electoral entre los estados con base en la población.
La última vez que el censo incluyó una pregunta sobre ciudadanía fue en 1950, y los propios expertos de la Oficina del Censo pronosticaron que no se contaría a millones de hispanos e inmigrantes si se preguntara a todos si son ciudadanos estadounidenses.
Los cambios en el censo también podrían influir en los esfuerzos de Trump para instar a varios estados liderados por republicanos, como Texas, a redibujar sus mapas parlamentarios antes de lo previsto, en formas que favorecerían a los candidatos de su partido.
La redistribución de distritos suele ocurrir una vez cada 10 años después del censo, ya que los estados ajustan los límites de los distritos con base en los cambios de población, a menudo ganando o perdiendo escaños en el proceso.
A pesar de que Texas redibujó sus mapas hace solo unos años, Trump presiona a los republicanos del estado para que repitan el proceso, afirmando que tienen “derecho” a cinco escaños republicanos adicionales. Los republicanos de Texas mencionan el crecimiento de la población como justificación para redibujar el mapa parlamentario.
El equipo de Trump también participa en discusiones similares sobre redistribución de distritos en otros estados controlados por republicanos, como Missouri e Indiana.
El viernes pasado, el mandatario despidió a la jefa de la Oficina de Estadísticas Laborales, Erika McEntarfer, después de que las revisiones estándar al informe mensual de empleos mostraran que los empleadores agregaron 258.000 empleos menos de lo que se informó previamente en mayo y junio. Las revisiones sugieren que la contratación se ha debilitado severamente durante el mandato de Trump, socavando sus afirmaciones de un auge económico.
La Casa Blanca insiste en que el problema fue el tamaño de las revisiones y que quiere números precisos.
La publicación de Trump sobre el censo planteó la pregunta de si emprendería un conteo a mitad de la década, o simplemente cambiaría los estándares para 2030 o modificaría la forma en la que operan las estimaciones entre censos. No se sabe cuáles serían sus cambios.
Logísticamente, sería casi imposible llevar a cabo un censo a mitad de la década en un período de tiempo tan corto, dijo Jeffrey Wice, catedrático de la Escuela de Derecho de Nueva York. Cualquier cambio en la realización de un censo nacional, que es la mayor empresa no militar del gobierno federal, también requeriría la aprobación del Congreso, que tiene responsabilidades de supervisión, y probablemente habría una feroz batalla, dijo.
“Esto no es algo que puedas hacer de la noche a la mañana”, dijo Wice, experto en censo y redistribución de distritos. “Juntar todas las piezas sería un desafío tremendo, si no imposible”.
___
El periodista de la AP Mark Sherman en Washington contribuyó a este despacho. Schneider informó desde Orlando, Florida.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.