Pueblo natal de Rosalynn Carter lamenta partida de una figura global que contribuyó a la comunidad
Linda Campbell decoró el árbol de Navidad del Lions Club en su pequeño pueblo natal tal como lo haría durante cualquier otra semana del Día de Acción de Gracias, pero este no fue un lunes cualquiera de finales de noviembre.
Por todo el poblado de Plains, los vecinos lamentaban la muerte de su matriarca, la ex primera dama Rosalynn Carter, y a la vez expresaban su preocupación por su patriarca, el expresidente Jimmy Carter.
“Hemos rezado por ellos todos los días durante mucho tiempo” dijo Campbell, de 75 años, mientras que Lee Johnson, otro residente de toda la vida de Plains, hacía descender a media asta las banderas de Estados Unidos y de Georgia que ondean frente al distrito comercial del centro de la localidad.
Rosalynn Carter falleció el domingo en casa después de que su estado de salud se deterioró rápidamente luego de haber vivido con demencia en los últimos meses. Tenía 96 años. El expresidente, de 99 años, ha estado bajo cuidados paliativos desde febrero.
De momento se desconocía el lunes si Jimmy Carter podrá asistir a los funerales públicos de su esposa la próxima semana en el condado Sumter y en Atlanta.
Durante meses, los residentes de la localidad anticipaban que él se iría primero. Ahora, con la muerte de Rosalynn, ellos y la familia extendida de Carter aprovechan la oportunidad para conmemorar a una mujer que a menudo fue definida por la figura de su esposo, pero que trazó su propio camino a nivel local y mundial.
“Era una persona increíblemente humilde; la personificación de la gracia”, dijo Tim Buchanan, un primo de Rosalynn cuya madre se mantuvo en contacto estrecho con ella a lo largo de su vida. “Se pueden encontrar sus huellas en cosas de toda esta comunidad”.
Jill Stuckey, amiga cercana de los Carter desde que se mudó al sur de Georgia en la década de 1990, se refirió a la pareja como “el alma de Plains”, una localidad de unos 600 habitantes. Tiene más o menos el mismo tamaño que cuando los futuros presidente y primera dama nacieron aquí en la década de 1920, se casaron aquí en 1946, y lanzaron su campaña presidencial desde la antigua estación ferroviaria de Plains en 1976.
“Fue increíble ver a los dos hacer todas esas cosas”, recordó Campbell, quien creció junto a los hijos mayores de los Carter. “Aquí también era emocionante. Cuando estaban en la Casa Blanca, teníamos autobuses turísticos con gente de todo el mundo que venía a ver de dónde provenían el señor Jimmy y la señora Rosalynn”.
Tal vez más sorprendente que el hecho de que una pareja presidencial haya salido de un lugar tan pequeño, es el que hayan regresado a Plains después de la derrota electoral de Jimmy Carter en 1980, retornando a la misma casa en la que vivían cuando él fue elegido al Senado estatal por primera vez en 1962.
“Siendo yo una muchacha de 18 años, me sorprendió un poco, y me preguntaba por qué”, dijo LeAnne Smith, sobrina de Rosalynn, quien aún vive en la casa en la que creció su tía. Smith pensó que “al menos se irían a Atlanta”, en donde inauguraron el Centro Carter para emprender sus labores humanitarias y de defensa de la democracia después de salir de la Casa Blanca.
“A la larga”, declaró Smith, “creo que volver y vivir aquí era... su santuario y su lugar de paz y su lugar para descansar y disfrutar de estar en casa”.
Decepcionados, e incluso deprimidos, por su salida prematura de Washington, los Carter se adentraron nuevamente en la vida local. Ingresaron a la iglesia bautista Maranatha, en donde se celebrará el funeral final de Rosalynn Carter el próximo miércoles 29 de noviembre, después de haber pertenecido a la iglesia bautista de Plains durante la mayor parte de su matrimonio.