Presidente de Filipinas reforma su gobierno y mantiene al ministro de Defensa, crítico con China

El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., mantendrá en su cargo al secretario de Defensa, Gilberto Teodoro Jr., que es uno de los críticos más acérrimos de China en Asia, mientras avanza con una reestructuración de gobierno a mitad de legislatura, dijo un alto funcionario el jueves.
Teodoro, quien ha reiterado las críticas de Marcos a las acciones cada vez más agresivas de Beijing en el mar de China Meridional, permanecerá en su cargo, afirmó el secretario ejecutivo, Lucas Bersamin, en una conferencia de prensa.
El general de división Nicolás Torre III será el próximo jefe de la policía nacional, que cuenta con 232.000 efectivos. Torre lideró el arresto del expresidente Rodrigo Duterte en marzo y su entrega a la Corte Penal Internacional en Holanda por su letal campaña antidroga, agregó Bersamin.
El año pasado, Torre supervisó el arresto del líder religioso filipino Apollo Quiboloy, un importante partidario de Duterte que fue incluido en la lista de los más buscados del FBI tras ser acusado de abusos sexuales y trata en Estados Unidos. Torre reemplazará al general Rommel Marbil, que se retira.
Marcos pidió la semana pasada a todos sus ministros que presentaran su renuncia en lo que el ejecutivo calificó como un “audaz reinicio” de su gobierno tras las elecciones de mitad de mandato del 12 de mayo, en las que la oposición obtuvo escaños cruciales en el Senado.
Marcos, de 67 años e hijo de un difunto dictador filipino derrocado en 1986, llegó a la presidencia de esta nación profundamente dividida del sudeste asiático con un amplio margen en 2022, en un sorprendente regreso político mientras hacía un llamado firme a la unidad nacional. Pero más tarde se enemistó con su compañera de fórmula, la vicepresidenta Sara Duterte, que es igual de popular, lo que ha desatado una intensa discordia política.
Con el apoyo de países amigos, como Estados Unidos —aliado por tratado—, Marcos se erigió como el crítico más destacado de las acciones de China en el disputado mar de China Meridional, al tiempo que lidiaba con una serie de problemas internos de larga data, incluyendo la inflación, la demora en el cumplimiento de una promesa de campaña para reducir el precio del arroz y muchos reportes de secuestros y otros delitos.
Teodoro dijo a The Associated Press en marzo que las políticas agresivas de China en las aguas disputadas se consideraban la mayor amenaza para la seguridad nacional de Filipinas y también deberían ser vistas como una amenaza global porque podría estrangular una ruta comercial crucial para las cadenas de suministro globales.
Beijing reclama prácticamente todo el mar de China Meridional, una ruta clave para el comercio y la seguridad global, a pesar de un fallo de arbitraje internacional de 2016 iniciado por Filipinas que invalidó esas amplias reclamaciones basadas en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán también están involucrados en las prolongadas disputas territoriales consideradas un punto de fricción en Asia.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.