Leer en voz alta la propuesta fiscal de Trump toma tiempo. Los demócratas cuentan con ello.

Horas antes de una tumultuosa votación sobre el paquete del presidente Donald Trump de recortes fiscales, gastos y aumento de fondos para deportaciones, un senador republicano se puso de pie en el recinto y le pidió fervientemente a los detractores de la medida: "Lean el proyecto de ley".
Después de la dramática votación de 51-49 cerca de la medianoche del sábado, los senadores demócratas hicieron exactamente eso.
Incapaz de detener el avance hacia la aprobación del proyecto de ley de 940 páginas antes del plazo del 4 de julio que estableció Trump, el partido minoritario en el Congreso está utilizando las herramientas a su disposición para retrasar el proceso.
Para el mediodía del domingo, el Senado ya había completado su 12da hora y el secretario ya había leído más de la mitad de la iniciativa, la cual tiene más de 30 centímetros (1 pie) de altura. Aún faltan varias horas.
“Los republicanos del Senado intentan aprobar a toda prisa una iniciativa radical, la cual fue dada a conocer a mitad de la noche, rezando para que el pueblo estadounidense no se dé cuenta de lo que contiene”, dijo el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, después de la votación. "Si los republicanos del Senado no le dicen al pueblo estadounidense lo que hay en este proyecto de ley, entonces los demócratas van a obligar a esta cámara a leerlo de principio a fin".
El lento avance presagia días complicados.
Los republicanos, que tienen el control de la Cámara de Representantes y el Senado, están más cerca de aprobar el emblemático paquete de política interna de Trump, pero aún queda un camino largo y políticamente incierto para llevar la iniciativa al escritorio del mandatario antes de la fecha límite del viernes.
Los republicanos siguen reacios a otorgar su voto, y la cúpula del partido en el Congreso prácticamente no tiene margen de maniobra, tomando en cuenta su estrecha mayoría. Esencialmente, pueden permitirse tres disidentes en el Senado, con su ventaja de 53-47 , y una cifra similar en la cámara baja, siempre que todos sus miembros se presenten y voten. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, había enviado a sus colegas a casa para el fin de semana.
Trump, quien por momentos se ha mostrado flexible en cuanto a sus plazos, mantuvo la presión sobre los legisladores. Pero la tensa escena cuando la votación se suspendió por más de tres horas permitió que la discordia interna saliera a la luz.
Al final, los senadores republicanos Thom Tillis, de Carolina del Norte, y Rand Paul, de Kentucky, se opusieron a la moción de avanzar, uniéndose a los 47 demócratas. Trump se dio cuenta.
Amenazó con hacer campaña contra Tillis, quien ha expresado su preocupación de que los recortes a Medicaid dejen sin atención médica a muchos de los habitantes de su estado. Un nuevo análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por sus iniciales en inglés) destacó que la versión del Senado aumentaría en 11,8 millones el número de personas sin seguro de salud para 2034.
Trump reprendió nuevamente a Tillis la mañana del domingo, diciendo que el senador "ha perjudicado al gran pueblo de Carolina del Norte".
Los republicanos están utilizando sus mayorías para hacer frente a la oposición demócrata, pero se han encontrado con una serie de contratiempos. No todos los legisladores republicanos están de acuerdo con las propuestas para reducir el gasto en Medicaid, cupones de alimentos y otros programas para ayudar a cubrir el costo de extender unos 3,8 billones de dólares en los recortes de impuestos de Trump.
Elon Musk renovó la presión para oponerse al proyecto de ley, al cual calificó de “una completa locura” y "destructivo".
Si el Senado logra aprobar el paquete en los próximos días, la iniciativa regresaría a la Cámara para una ronda final de votaciones antes de que pueda llegar a la Casa Blanca. Los líderes republicanos necesitarán del apoyo de casi todos sus miembros.
Recortes fiscales y prioridades centrales del Partido Republicano
La parte central del proyecto de ley haría permanentes muchos de los recortes fiscales del primer mandato de Trump que de otro modo expirarían a fin de año en caso de que el Congreso no intervenga, lo que resultaría en un posible aumento de impuestos para los estadounidenses. La medida añadiría nuevos recortes, incluidas exenciones fiscales sobre las propinas, y asignaría 350.000 millones de dólares a la seguridad nacional, incluyendo para la agenda de deportación a gran escala de Trump.
Pero los recortes a Medicaid, los cupones de alimentos e inversiones en energía verde también están causando disensión dentro de las filas republicanas. El senador demócrata Ron Wyden dijo que los retrocesos ambientales equivaldrían a una "sentencia de muerte" para las industrias eólica y solar de Estados Unidos.
Los republicanos confían en los recortes para compensar las pérdidas en ingresos fiscales, pero algunos legisladores dicen que los recortes van demasiado lejos, particularmente para las personas que reciben atención médica a través de Medicaid. En tanto, los conservadores preocupados por la deuda nacional, buscan recortes más pronunciados.
Los demócratas aún pueden retrasar el proceso
Usando un proceso congresional llamado reconciliación presupuestaria, los republicanos pueden impulsar el proyecto de ley con una mayoría simple en el Senado, en lugar del umbral típico de 60 votos para superar objeciones.
Sin tácticas dilatorias, la minoría demócrata tendrá que emplear otras herramientas para presentar sus objeciones.
Una de ellas es la lectura completa del texto , algo que se ha hecho en el pasado. El senador republicano Ron Johnson forzó la lectura de un paquete de ayuda por COVID en 2021.
Otras estrategias que los demócratas planean usar incluyen el uso de sus 10 horas completas de tiempo de debate, el cual se tiene previsto que comience más tarde el domingo.
Además, los demócratas están preparados para proponer decenas de enmiendas al paquete que serían consideradas en una sesión de votación durante toda la noche, o todo el día, dependiendo de la hora.
Votación dramática
Mientras el conteo de votos del sábado tambaleaba, la atención se centró en la senadora republicana Lisa Murkowski, quien estaba rodeada por los líderes de su partido en una intensa conversación. Votó "sí".
Poco después, el líder de la mayoría John Thune llamó a los senadores Rick Scott, de Florida, Mike Lee, de Utah, y Cynthia Lummis, de Wyoming, a su oficina. El vicepresidente JD Vance se unió. Las conversaciones se prolongaron.
Luego, Vance los llevó a todos de regreso para votar.
Más tarde, Scott dijo que se había reunido con el presidente, agregando: "Todos queremos llegar al sí".
Lee dijo que el grupo "tuvo una discusión interna sobre la estrategia para lograr más ahorros y una mayor reducción del déficit, y me siento bien sobre la dirección en la que esto va".
___
Los periodistas de Associated Press Ali Swenson, Fatima Hussein y Michelle L. Price contribuyeron con este despacho.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.