Israel bombardea Gaza, Siria y Cisjordania mientras la guerra contra Hamas amenaza con extenderse

Najib Jobain,Samy Magdy,Joseph Krauss
Domingo, 22 de octubre de 2023 03:33 EDT

Aviones israelíes de combate atacaron objetivos en diferentes lugares de Gaza durante la noche y el sábado por la mañana, así como dos aeropuertos en Siria y una mezquita en la ocupada Cisjordania supuestamente utilizada por milicianos, mientras la guerra con Hamás iniciada hace dos semanas amenazaba con desencadenar un conflicto más amplio.

Israel ha cruzado fuego con el grupo miliciano libanés Hezbollah casi a diario desde que comenzó la guerra y las tensiones están disparadas en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel donde las fuerzas israelíes combaten con milicianos en campos de refugiados y han realizado dos ataques aéreos en los últimos días.

Hace días que Israel parece a punto de lanzar una ofensiva terrestre en Gaza como parte de su respuesta al letal ataque de Hamás el 7 de octubre. Se han acumulado tanques y decenas de miles de soldados en la frontera, y los líderes israelíes han aludido a una fase posterior no especificada en las operaciones.

Sin embargo, el ejército reconoce que aún hay cientos de miles de civiles palestinos en el norte de Gaza pese a una orden general de evacuación, lo que complicaría cualquier ofensiva terrestre. Y el riesgo de desatar una guerra más amplia con aliados de Hamás en Líbano y Siria también podría ser un factor en contra.

El sábado se permitió la entrada de 20 camiones de ayuda a Gaza desde Egipto a través del cruce de Rafah, la primera vez que entraba algo en el territorio desde que Israel impuso un asedio total hace dos semanas.

Los cooperantes dijeron que no bastaba ni de lejos para abordar la creciente crisis humanitaria en Gaza, donde la mitad de los 2,3 millones de habitantes han huido de sus hogares. Los hospitales desbordados de pacientes y desplazados se quedan sin suministros médicos ni combustible para sus generadores, lo que obliga a los médicos a operar con agujas de costura, con vinagre de cocina como desinfectante y sin anestesia.

Los palestinos refugiados en escuelas gestionadas por la ONU y campamentos de carpas tienen pocas reservas de comida y beben agua sucia. La única planta solar del territorio se apagó hace una semana, lo que causó un apagón generalizado y paralizó los sistemas de agua y saneamiento. La agencia humanitaria de Naciones Unidas dijo que los casos de varicela, sarna y diarrea iban en aumento debido a la falta de agua limpia.

El Ministerio del Interior gestionado por Hamás reportó intensos ataques aéreos israelíes en todo el territorio durante la noche y hasta el domingo, también en zonas sureñas donde Israel dijo a los palestinos que se cobijaran. El ministerio dijo que entre los lugares atacados había viviendas y una cafetería en el sur donde se habían refugiado docenas de personas.

El ejército israelí dijo que atacaba a miembros e instalaciones de Hamás, pero que no dirigía sus ataques contra civiles. Milicianos palestinos han lanzado cohetes contra Israel a diario, que según Hamás alcanzaron Tel Aviv el domingo por la mañana.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reunió a su gobierno el sábado por la noche para comentar los planes de invasión terrestre, según medios israelíes. El contraalmirante Daniel Hagari, vocero del ejército, dijo que Israel tenía previsto incrementar los ataques aéreos a partir del sábado en preparación para “las siguientes fases de la guerra”.

Israel ha prometido aplastar a Hamás, pero ha dado pocos detalles sobre sus planes para Gaza si tiene éxito. Yifat Shasha-Biton, ministra del gobierno, dijo a Channel 13 TV que había un amplio consenso en el gobierno sobre establecer una “zona de separación” en Gaza para mantener a los palestinos alejados de la frontera.

Un ataque por tierra en Israel probablemente supondría una escalada drástica de las bajas en ambos bandos. Más de 1.400 personas han muerto en Israel en la guerra, la mayoría civiles asesinados durante el ataque inicial de Hamás. Al menos 210 personas fueron capturadas y llevadas a la fuerza a Gaza, incluidos hombres, mujeres, niños y ancianos. Dos estadounidenses fueron liberadas el viernes en lo que Hamás describió como un gesto humanitario.

Más de 4.300 personas han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud que gestiona Hamás. Eso incluye la cifra disputada de víctimas por una explosión en un hospital.

Por su parte, medios sirios indicaron que los ataques aéreos israelíes habían golpeado aeropuertos internacionales en la capital, Damasco, y en la ciudad norteña de Alepo. Los bombardeos mataron a una persona e inutilizaron las pistas de aterrizaje.

Israel ha realizado varios ataques aéreos en Siria, en ocasiones contra aeropuertos, desde que comenzó la guerra. Israel no suele reconocer los ataques concretos, aunque dice actuar para impedir que Hezbollah y otros grupos armados lleven armas de su patrocinador, Irán, que también respalda a Hamás.

En Líbano, Hezbollah dijo que seis de sus combatientes murieron el sábado y el número dos del grupo, el jeque Naim Kassem, advirtió que Israel pagaría un alto precio si comenzaba una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza. Israel dice que seguirá respondiendo al fuego de cohetes desde Líbano.

En la ocupada Cisjordania, docenas de palestinos han muerto en enfrentamientos con tropas israelíes, redadas para hacer detenciones y ataques de colonos judíos. Las fuerzas israelíes han cerrado los pasos al territorio y los controles de carretera entre ciudades, con el argumento de que pretenden evitar ataques.

La Autoridad Palestina, que cuenta con reconocimiento internacional, administra zonas de Cisjordania y coopera con Israel en seguridad, pero es muy impopular y ha sido blanco de violentas protestas palestinas.

Las fuerzas israelíes mataron al menos a cinco personas el domingo por la mañana en Cisjordania, según el Ministerio de Salud palestino. Dos murieron en un ataque aéreo contra una mezquita en la localidad de Yenín, que ha registrado intensos tiroteos entre milicianos palestinos y tropas israelíes en el último año.

El ejército israelí dijo que el complejo de la mezquita pertenecía a Hamás y a milicianos de Yihad Islámica que cometieron varios ataques en los últimos meses y planeaban otro.

Los muertos del domingo elevaban la cifra de fallecidos en Cisjordania a 90 palestinos desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud. La mayoría parecían haber muerto en combates con fuerzas israelíes o protestas violentas.

Trece palestinos, cinco de ellos menores, y un miembro de la policía paramilitar de fronteras israelí, murieron la semana pasada en una batalla en un campo de refugiados en la población de Tulkarem, Cisjordania, en la que Israel también empleó un ataque aéreo.

En Gaza, el ejército israelí dijo que la situación humanitaria estaba “bajo control” mientras los cooperantes reclamaban que se abriera un corredor de ayuda permanente.

La agencia humanitaria de Naciones Unidas, conocida por sus siglas OCHA, dijo que el convoy que entró el sábado llevaba en torno al 4% de la media de importaciones diarias antes de la guerra y “una fracción de lo que se necesita tras 13 días de completo asedio”. La organización pidió que entrasen 100 camiones al día. Hay un enorme volumen de material de ayuda reunido en el lado egipcio de la frontera, pero se desconoce cuándo podrá llevarse al territorio.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Estados Unidos, que ha trabajado con otros mediadores para llegar a un acuerdo en Rafah, “sigue comprometido con asegurarse de que los civiles en Gaza siguen teniendo acceso a comida, agua, atención médica y otra asistencia, sin ser desviada por Hamás”.

En un comunicado, afirmó que Estados Unidos trabajaría para mantener Rafah abierta y permitir que los ciudadanos estadounidenses abandonaran Gaza. Pero cientos de personas con pasaportes extranjeros reunidos el sábado en el cruce no pudieron salir tras la entrada del convoy.

Dina al-Khatib, una ciudadana estadounidense, dijo que su familia y ella estaban desesperados por salir. “No es como las guerras anteriores”, dijo. “No hay electricidad, ni agua, ni internet, nada”.

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Magdy informó dese El Cairo y Krauss desde Jerusalén. Los periodistas de Associated Press Amy Teibel en Jerusalén y Bassem Mroue en Beirut contribuyeron a este despacho.

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