Gaza es pequeña e Israel la vigila de cerca, pero rescatar rehenes allí sería una tarea abrumadora
La Franja de Gaza gobernada por Hamas es un pequeño enclave, de 40 kilómetros (25 millas) de longitud y no más de 12 kilómetros (7 millas) de ancho, vigilado constantemente por Israel, rodeado por sus armas. Pero rescatar —o incluso localizar— a más de 150 rehenes que fueron llevados apresuradamente allí por milicianos palestinos que invadieron Israel por su frontera sur el sábado será una tarea abrumadora.
El terreno densamente poblado de Gaza, su red de túneles subterráneos y la gran cantidad de hombres, mujeres y niños que han sido hechos cautivos le presentan a Israel la crisis de rehenes más compleja que haya enfrentado.
El implementar operativos de rescate en medio del bombardeo masivo israelí a Gaza, que siguió a la letal incursión de Hamas en el sur de Israel, sólo haría una misión ya de por sí difícil aún más formidable.
“La situación no tiene precedentes”, dijo Gershon Baskin, que ayudó a negociar la liberación en 2011 del sargento primero Guilad Schalit después de estar más de cinco años en manos de Hamas. “Creo que Hamas se sorprendió ante lo fácil que le fue tomar rehenes. Israel estaba totalmente desconcertado por todo lo que ha ocurrido”.
Las imágenes de los rehenes han quedado grabadas en la conciencia colectiva de Israel. La mujer presa del pánico siendo llevada por milicianos en una motocicleta, su novio cruzando la frontera a pie. La madre aterrorizada, envuelta en una frazada, agarrando a sus dos hijos pequeños.
Eli Elbag había intentado durante 12 horas contactar a su hija soldado Liri, de 18 años, que estaba entrenándose para ser centinela en la frontera con Gaza. Luego un amigo envió un video en el que se le veía a ella en el asiento trasero de un camión militar israelí del que los extremistas se habían apoderado, sentada junto a otros dos rehenes, uno de ellos con el rostro cubierto de sangre.
Mientras Israel bombardea vecindario tras vecindario en Gaza, Elbag y su esposa han estado pegados a la televisión, en busca de cualquier indicio de ella. Él dijo que comprende la operación que Israel lleva a cabo, pero sigue preocupado por la seguridad de Liri.
“Nadie”, dijo Elbag, “puede entender lo que estamos sintiendo”.
UNA SITUACIÓN EXTREMADAMENTE COMPLEJA
Hamas ha exigido la libertad de los 5.200 prisioneros que los palestinos dicen se encuentran en cárceles israelíes a cambio de los cautivos. Ha advertido que matará a un rehén cada vez que las fuerzas armadas israelíes bombardeen blancos civiles en Gaza sin advertencia previa.
El grupo también tiene los cuerpos de dos soldados israelíes muertos en la guerra de 2014 entre Israel y Hamas, así como los de dos civiles israelíes que ingresaron a su territorio hace años.
La información acerca de los rehenes capturados el sábado sigue siendo imprecisa días después. No se ha dado a conocer una lista completa de los nombres, y se desconoce quién está vivo y quién no. Muchos son israelíes, pero varios países más han dicho que ciudadanos suyos han sido hechos rehenes.
Históricamente, Hamas ha tratado a los rehenes como activos valiosos, revelando poca o ninguna información sobre su estado o paradero y negándole el acceso al Comité Internacional de la Cruz Roja para verificar que se encuentren bien.
El presidente estadounidense Joe Biden confirmó el martes que entre los cautivos hay estadounidenses. Washington ha ofrecido compartir su experiencia en rescatar a rehenes con Israel, dijo John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca.
“Nada es más importante para el presidente Biden que asegurarnos que velamos por la seguridad de los estadounidenses en el extranjero”, le dijo Kirby al Canal 12 de la televisión de Israel en una entrevista. “Y seguiremos trabajando con los israelíes en esta crisis de recuperación de rehenes, y haremos todo lo que podamos, todo lo que sea apropiado hacer, para ayudarlos mientras se abren paso en esa clase de decisiones”.
Algunos rehenes tienen doble nacionalidad, y eso complicará aún más los intentos de Israel por liberarlos, escribió en un informe Bruce Hoffman, alto investigador del Consejo de Relaciones Exteriores, un organismo de investigación sin fines de lucro. Dijo que los cautivos ya han sido repartidos por toda Gaza, y probablemente los lugares donde están ocultos —y tal vez incluso los rehenes mismos— estén llenos de trampas.
“Este es un reto de una magnitud que nunca se ha enfrentado antes”, escribió Hoffman. “Se desconoce cómo terminará esta crisis, pero es seguro que habrá más derramamiento de sangre inocente: de israelíes, de palestinos y de ciudadanos de otros países que no son milicianos”.
CÓMO SE HAN MANEJADO CASOS DE REHENES EN EL PASADO
De hecho, la naturaleza única de la crisis contiene ventajas para Israel, señaló Baskin. Como hay tantos cautivos, la información sobre algunas de sus ubicaciones podría filtrarse, a pesar de que probablemente están dispersos por todo el territorio en viviendas o en el subsuelo. Eso podría favorecer los operativos de rescate.
Históricamente, Israel ha efectuado grandes concesiones con tal de recuperar la libertad de rehenes, casi todos ellos soldados o sus restos. Su historia de intercambios desiguales de prisioneros incluyó el canje de Schalit por más de 1.000 reos palestinos, entre los que estaba el actual líder de Hamas en Gaza, Yehia Sinwar.
El destino de los prisioneros también tiene una fuerte carga emocional del lado palestino; la mayoría de los palestinos han pasado tiempo en una cárcel israelí o conocen a alguien que sí fue prisionero.
Pero mientras los militares israelíes atacan Gaza con una intensidad sin precedentes, no está claro si la seguridad de los rehenes se está tomando en cuenta en la toma de decisiones. Al menos un miembro del gobierno, el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich —de línea dura, y quien también desempeña un papel en el Ministerio de Defensa—, fue citado exigiendo el sábado que las fuerzas armadas “golpeen brutalmente a Hamas y no le den una consideración significativa al asunto de los cautivos”.
Según los reportes, las iniciativas de mediación egipcias, turcas y qataríes no parecen ir a ningún lado. Más de 1.200 israelíes fueron asesinados en la incursión de Hamas, por lo que Baskin no prevé que Israel se enfrasque en un acuerdo negociado que recompensaría al grupo extremista.
En Israel, dijo, “nadie tiene el apetito de darle a Hamas ninguna clase de premio”.