Ordenan a Alex Jones pagar más de $4 millones en daños compensatorios a familia de víctima de Sandy Hook

El conspiranoico de derecha Alex Jones ha sido condenado a pagar US$4,11 millones por daños compensatorios a la familia de una víctima de Sandy Hook.

Neil Heslin y Scarlett Lewis, cuyo hijo de seis años, Jesse, se encontraba entre los 20 estudiantes y seis adultos muertos en el tiroteo masivo, demandaron a Jones y a su empresa de medios de comunicación por las afirmaciones que hizo de que la masacre fue una operación de “falsa bandera” y que las víctimas no existían realmente.

Habían pedido US$150 millones por daños compensatorios y ahora se espera que el viernes se celebre otro juicio para determinar los daños punitivos.

En el centro del caso de difamación de Alex Jones se encuentra una tragedia de una década para las familias que perdieron a niños pequeños y seres queridos en una de las peores masacres escolares de la historia de Estados Unidos.

Adam Lanza, de 20 años, fuertemente armado, entró en la escuela primaria Sandy Hook en 2012 después de haber matado a tiros a su madre y desató una carnicería inimaginable, en la que fueron asesinados 20 niños y seis adultos.

A pesar del costo humano que ha perseguido a la ciudad de Newtown, Connecticut, a las pocas horas del derramamiento de sangre, Alex Jones comenzó a afirmar falsamente que, a pesar de todas las pruebas en contra, no era real una masacre que dejó atónito al mundo entero.

Mientras las familias tenían que enterrar a sus hijos pequeños en pequeños ataúdes, Jones afirmó que el tiroteo masivo y el asesinato de 20 niños nunca habían ocurrido.

E incluso afirmó que los niños de seis y siete años a los que se lloraba nunca existieron.

El presentador de Infowars dijo a su audiencia que el hecho violento era en realidad una operación de “falsa bandera” diseñada por el gobierno para lograr leyes de control de armas más estrictas y quitar los derechos de la Segunda Enmienda.

Sus teorías conspirativas comenzaron menos de dos horas después de que se produjera el tiroteo masivo el 14 de diciembre de 2012.

“Se ha informado de un tiroteo en una escuela de Connecticut, uno de los estados que tiene restricciones draconianas sobre la posesión de armas... Los medios de comunicación se van a dar un festín con esto”, dijo a sus oyentes.

“¿Por qué los gobiernos montan estas cosas? Para quitarnos nuestras armas”.

Y así continuó durante la siguiente década, afirmando continuamente que el tiroteo fue un “montaje” y “completamente falso”, llevado a cabo por “actores” como parte de un “gigantesco engaño”.

Las familias a las que Adam Lanza les destruyó el mundo finalmente se hartaron.

En 2018, un total de 10 familias de víctimas presentaron cuatro demandas por difamación en Texas, donde tiene su sede Infowars, y en Connecticut contra Jones e Infowars por sus falsas afirmaciones.

Y en 2021, los jueces de todos los casos de difamación dictaminaron que Jones era culpable por defecto al no aportar las pruebas requeridas.

Jones tenía que declarar bajo juramento en marzo como parte de un esfuerzo para resolver el caso, pero sus abogados trataron de aplazarlo, alegando que estaba demasiado “enfermo” para participar.

La jueza del Tribunal Superior de Connecticut, Barbara Bellis, rechazó sus peticiones de aplazamiento, afirmando que parecía estar lo suficientemente bien como para grabar su programa Infowars, y él desafió las órdenes del tribunal de presentarse.

El circo se trasladó entonces a Austin, Texas, donde un jurado del condado de Travis tuvo que decidir cuánto tendrá que pagar Jones a Neil Heslin y Scarlett Lewis.

Su hijo de seis años, Jesse, estaba entre los 20 niños y seis adultos masacrados por el perpetrador.

Jones evitó el testimonio de Heslin, pero fue confrontado directamente en el tribunal por Lewis, quien le dijo al tribunal que su hijo había llevado a nueve niños a un lugar seguro antes de recibir un disparo en la cabeza.

“Jesse era real”, dijo Lewis a Jones durante su testimonio del martes, cuando él estuvo en la sala del tribunal del condado de Travis, Texas. “Soy una mamá real”.

Añadió: “Quería decírtelo, a la cara, porque quería que supieras que soy una madre de familia, ante todo. Sé que eres un padre de familia”, dijo Lewis a Jones.

“Y mi hijo existió. Todavía estás en tu programa, hoy, tratando de decir que soy, insinuando, que soy una actriz. Que soy parte de un ‘Estado Profundo’. Lo has hecho. Esta semana. Y no lo entiendo”.

Continuó diciéndole a Jones que ni él mismo se creía sus escandalosas declaraciones sobre el tiroteo.

“Yo no soy parte de un ‘Estado Profundo’... Sé que lo sabes... Sé que me crees, y sin embargo vas a salir de esta sala y lo vas a repetir en tu programa”, dijo. “¿Tienes la capacidad de ponerte en mi lugar? ¿Sientes empatía?”.

En cierto momento, Lewis le preguntó a Jones si realmente pensaba que ella era una actriz.

“El hecho de que le disparen en la frente a tu hijo de seis años mientras está en su salón de clases es algo intolerable… Y luego, encima de eso, que haya alguien perpetuando la mentira de que fue un engaño, que no sucedió, que fue una falsa bandera, que yo era una actriz. ¿Crees que soy una actriz?”.

“No, no creo que seas una actriz”, respondió antes de que la jueza lo amonestara y le pidiera guardar silencio.

Durante su propio testimonio, Jones promocionó su negocio de suplementos mientras estaba en el estrado y se jactó de la calidad del producto que vendía en Infowars.

Incluso dijo al jurado que su empresa había ganado US$165 millones con los suplementos en el sitio.

Al principio de su testimonio, Jones se disculpó con los padres. “Nunca intenté hacerles daño intencionadamente, ni siquiera dije su nombre hasta que llegamos al tribunal”, dijo.

A continuación, la jueza del caso lo reprendió por decir al jurado que había cumplido con la recopilación de pruebas previa al juicio aunque no lo hizo y que está en bancarrota, algo que aún no se ha decidido.

“Este no es su programa”, dijo la jueza Maya Guerra Gamble a Jones. “Sus creencias no hacen que algo sea cierto. Está bajo juramento”.

Y durante su testimonio, finalmente admitió que la masacre fue “100 por ciento real”.

“Especialmente desde que conocí a los padres. Es 100 por ciento real”, dijo Jones.

Durante el último día de testimonio, el abogado de la familia informó a Jones de manera sorprendente que su propio abogado les había enviado accidentalmente dos años de sus mensajes de texto.

Jones afirmó durante el descubrimiento que no pudo encontrar ningún mensaje de texto relacionado con Sandy Hook en su teléfono, pero negó haber mentido bajo juramento.