Dos ciudades fronterizas de Texas ofrecen a Biden y Trump escenarios distintos para sus visitas

Valerie Gonzalez,Elliot Spagat
Miércoles, 28 de febrero de 2024 18:26 EST
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EEUU-ELECCIONES-FRONTERA (AP)

Las visitas de presidentes de Estados Unidos a la frontera con México suelen tener poca sustancia y mucho teatro y simbolismo político, comenzando por la elección del lugar.

El presidente Joe Biden y su rival republicano Donald Trump realizarán visitas el jueves que competirán entre sí en la frontera de Texas, pero el hecho de que Biden haya elegido Brownsville y Trump la ciudad de Eagle Pass proporcionará escenarios sumamente distintos.

Trump —que visitó frecuentemente la frontera durante su presidencia— vuelve a hacer de la inmigración un destacado tema de campaña en un momento en que intenta volver a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre. Se opuso a un acuerdo de seguridad fronteriza respaldado por Biden y elaborado por negociadores del Senado en medio de un aumento sin precedentes de la inmigración que arriba a Estados Unidos. El proyecto de ley fracasó.

En su segunda visita a la frontera desde que asumió el cargo en 2021, el presidente demócrata dice que podría actuar con respecto a la inmigración sin el Congreso. Este es un vistazo a los contrastantes lugares del jueves:

EN CIFRAS

El Rio Grande Valley, en el que se encuentra Brownsville, le da a Biden una plataforma en la que los cruces no autorizados han declinado notablemente. Fue el corredor más transitado de cruces no autorizados en la frontera entre Estados Unidos y México durante nueve años hasta que Del Rio —donde se encuentra Eagle Pass— lo superó en el año presupuestario de 2022.

El año pasado, Del Rio también fue uno de los más transitados entre los nueve sectores de la Patrulla Fronteriza, pero Tucson, Arizona, comenzó a ocupar el primer lugar el verano pasado.

Los arrestos por cruzar sin autorización rebasaron los 2 millones por primera vez en cada uno de los últimos dos años presupuestarios, más del doble de poco menos de 1 millón registrados en 2019, el año con más cruces en el gobierno de Trump. Pero en meses recientes, el Rio Grande Valley se convirtió en una excepción, ya que el tráfico se ha desplazado a Arizona y California por numerosas razones.

Los 7.340 arrestos fronterizos realizados en enero en el Rio Grande Valley fueron la cantidad más baja en el lugar desde junio de 2020, con una caída de 90% de los más de 81.000 en julio de 2021, durante los primeros meses de la presidencia de Biden.

La situación en Del Rio se ha inclinado en dirección opuesta, lo que queda ejemplificado por la llegada de cerca de 16.000 inmigrantes, predominantemente haitianos, a la ciudad fronteriza de Del Rio en septiembre de 2021. Eagle Pass, a una hora en auto de Del Rio, se mantuvo relativamente tranquila durante la presidencia de Trump (y antes de ella), pero se convirtió en un punto delicado en el mandato de Biden. En el sector de Del Rio se realizaron más de 71.000 arrestos en diciembre, más que en todo el año presupuestario de 2019.

EL TAMAÑO IMPORTA

Brownsville tiene unos 200.000 habitantes, lo que la hace mucho más capaz de absorber a grandes cantidades de migrantes que Eagle Pass, cuya población es de alrededor de 30.000.

Organizaciones no gubernamentales del Rio Grande Valley comenzaron a coordinarse con organismos policiales a nivel federal y local en 2014 —cuando grandes cantidades de menores no acompañados cruzaron la frontera—, aportando años de experiencia. Una serie de iglesias y organizaciones sin fines de lucro comenzaron a trabajar en McAllen y se extendieron a Brownsville, ubicada a aproximadamente una hora en automóvil, donde más familias comenzaron a cruzar por ahí varios años antes.

Eagle Pass tiene menos experiencia, aunque Mission: Border Hope, un grupo con raíces en la Iglesia Metodista Unida, amplió su centro de bienvenida con capacidad para unos cientos de personas a uno capaz de alojar a más de 1.000.

Brownsville, a diferencia de Eagle Pass, cuenta con una amplia estación de autobuses y un aeropuerto. En Eagle Pass, muchos migrantes salen del lugar en autobuses financiados por la campaña de seguridad fronteriza “Operación Estrella Solitaria” del gobernador Greg Abbott.

EL CLIMA POLÍTICO

Desde hace tiempo ambas ciudades son bastiones demócratas, pero los republicanos van ganando espacios, especialmente en el área de Eagle Pass. Trump redujo más su margen de derrota en el condado Maverick, donde se halla Eagle Pass, que en el condado Cameron, donde está Brownsville.

En el Congreso, Eagle Pass es representado por Tony Gonzales, que mantuvo el escaño en manos republicanas en 2020 tras la jubilación de Will Hurd. Brownsville está representada por el demócrata Vicente Gonzalez.

La multimillonaria campaña fronteriza de Abbott está enfocada en gran medida en Eagle Pass. Texas ha desplegado boyas en medio del río Bravo (o Grande), alambre de púas a lo largo de vagones de tren que bordean el río, y ha iniciado la construcción de una nueva base para los miembros de la Guardia Nacional.

En Brownsville también hay una mayor presencia estatal —capas de alambre púas, cercas diseñadas para evitar que sean escaladas, y la presencia en todo momento de miembros de la Guardia Nacional que devuelven a los migrantes a México—, pero Eagle Pass ha sido uno de los escenarios favoritos para Abbott, que recibió a 13 gobernadores republicanos en el lugar el 4 de febrero.

En enero, Texas asumió el control de un parque propiedad de la ciudad en el centro de Eagle Pass y negó el acceso a agentes federales de inmigración.

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Spagat informó desde San Diego.

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