Abogados de Nikolas Cruz dicen que su cerebro está “dañado de forma permanente” porque su madre bebía durante embarazo
La defensa dice que “no hay justificación para este crimen”, pero las “opciones” de Nikolas Cruz comenzaron con las “opciones” hechas por su madre biológica, Brenda Woodard
Los abogados defensores de Nikolas Cruz dijeron que su cerebro está “dañado de forma permanente” debido a que su madre biológica bebió y consumió drogas durante el embarazo, e instó al jurado a no sentenciar a muerte al asesino en masa.
Los abogados de Cruz dieron declaraciones iniciales en su defensa el lunes por la mañana, cuando comenzaron su caso en su juicio de sentencia en el condado de Broward, Florida.
La principal defensora pública, Melisa McNeill, reconoció que “no hay defensa para este crimen” y que Cruz es “la única persona responsable de todo el dolor y sufrimiento” causados por la masacre del Día de San Valentín de 2018.
Pero, aunque fue él quien “asesinó brutalmente a 17 personas”, McNeill dijo que las “decisiones” que tomó ese día comenzaron con las “decisiones” que hizo su madre biológica, Brenda Woodard, cuando “lo envenenó en el útero”.
“Su cerebro está dañado. Es un ser humano dañado”, aseveró.
Ella detalló cómo su madre, quien lo dio en adopción, no tenía hogar, era alcohólica, drogadicta y trabajaba como prostituta cuando se embarazó.
Los miembros del jurado escucharán a los testigos, incluida la hermana biológica de Cruz y la examiga de Woodward y coacusada, sobre cómo ella continuó bebiendo, consumiendo drogas y fumando durante su embarazo, comentó la abogada.
También estaba “bien documentado” en los registros oficiales sobre su madre, y afirmó que ella “no solo bebía alcohol, sino que bebía en exceso”.
“Sus vitaminas prenatales consistían en... vino de vagabundo, crack y cigarrillos”, aclaró.
“Por lo tanto, su cerebro está dañado de forma permanente”.
La abogada agregó: “En el momento en que entregó a su bebé, ella vivía en las calles, bebía, se drogaba, vendía su cuerpo”.
McNeill informó que Cruz sufría de TEAF (trastorno del espectro alcohólico fetal) y le pidió al jurado que “comprendan a la persona detrás del crimen” antes de decidir si “vive o muere”.
A Cruz lo adoptaron Lynda y Roger Cruz, quienes luego adoptaron a su hermano Zachary Cruz, con quien comparte la misma madre biológica.
El comportamiento preocupante de Cruz comenzó a manifestarse a una edad temprana cuando comenzó a pasar tiempo con otros niños, contó su abogada.
Comenzó a recibir servicios de educación especial desde los tres años, recibió ayuda psiquiátrica y lo han diagnosticado con trastornos de personalidad antisocial, añadió.
“Lo atendía un psiquiatra, también un psicólogo clínico. Tenía un administrador de casos. Servicios a domicilio. Sin embargo, siguió teniendo problemas de comportamiento y problemas académicos”, detalló McNeill.
Cruz se cambió a varias escuelas y fue a Marjory Stoneman en enero de 2016.
McNeill dijo que los expertos sabían que él “nunca debería haber ido” a una escuela convencional y cuando llegó allí lidió con problemas “conductuales, sociales y académicos” y “bebió gasolina”.
En febrero de 2017, un año antes de la masacre, lo enviaron a un centro de aprendizaje para adultos.
En algún momento, desarrolló una “obsesión por las armas de fuego” y, a pesar de sus problemas psicológicos, su madre le compró una pistola de aire comprimido. Más tarde fue con él a una tienda de armas para comprar su primera arma de fuego.
Lynda Cruz murió tres meses antes del tiroteo en la escuela, en noviembre de 2017.
“Estoy ante ustedes hoy en un espacio lleno de tristeza abrumadora, dolor arduo, ira y trauma”, declaró McNeill.
“Todos hemos visto y oído cosas que nadie debería tener que ver ni oír. Cosas que nos perseguirán para siempre”.
“Y todos los que están sentados aquí en esta sala del tribunal saben que hay una persona responsable de todo el dolor y el sufrimiento y esa persona es Nikolas Cruz”, expresó mientras lo señalaba en la sala del tribunal.
La abogada aseveró que su equipo legal “les mostrará más sobre quién es Nikolas Cruz… quién lo formó… quién no estuvo presente para moldearlo”.
“Debemos entender a la persona detrás del crimen... al contarles sobre su vida les daremos razones para una vida”, estipuló, y agregó que la defensa proporcionará circunstancias atenuantes sobre por qué Cruz debería vivir.
Cuatro años después de la masacre, Cruz aún muestra un comportamiento inquietante que incluye escribir “666 en las paredes de su celda”, contó su abogada.
“Un día quiere vivir y al otro quiere morir”, aagregó.
McNeill les dijo a los miembros del jurado que depende de ellos decidir si el asesino en masa “vive o muere”, y comentó que cada uno de ellos debe tomar la decisión de forma “individual” sobre si sentenciarlo a muerte o a cadena perpetua.
Los jurados deben decidir por unanimidad sobre la pena de muerte para que él reciba una sentencia de muerte. Si solo un miembro del jurado llega a un veredicto de cadena perpetua, recibirá cadena perpetua en lugar de muerte.
Durante la declaración de apertura, se vio a Cruz hablar con uno de los otros miembros de su equipo legal.
El 14 de febrero de 2018, Cruz viajó a la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, y perpetró uno de los peores tiroteos escolares en la historia de EE.UU.
Los 14 estudiantes asesinados en la masacre fueron: Alyssa Alhadeff, Martin Duque, Nicholas Dworet, Jaime Guttenberg, Luke Hoyer, Cara Loughran, Gina Montalto, Joaquin Oliver, Alaina Petty, Meadow Pollack, Helena Ramsay, Alex Schachter, Carmen Schentrup y Peter Wang.
Los tres adultos asesinados fueron: Scott Beigel, Chris Hixon y Aaron Feis.