Pfizer quiere aprobación para tercera dosis de vacuna COVID para proteger contra variante Delta
Una tercera dosis de la vacuna podría ayudar a aumentar los anticuerpos y evitar nuevas variantes del coronavirus
Pfizer tiene previsto solicitar el mes que viene la aprobación urgente de una tercera dosis de su vacuna contra el coronavirus. Ha estado desarrollando un tratamiento de refuerzo como forma de ayudar a los anticuerpos que se desvanecen con el tiempo y proteger contra las nuevas versiones altamente contagiosas de COVID, como la llamada “variante Delta”.
A la espera de la aprobación del gobierno, los estudios clínicos podrían comenzar tan pronto como en agosto, según anunció el jueves la empresa, junto con su socio BioNtech.
Las vacunas contra el COVID siguen siendo muy eficaces para detener la enfermedad grave y la muerte en las zonas en las que la población tiene acceso al tratamiento, pero los resultados recientes en países como Israel sugieren que la eficacia para detener la propagación del COVID en general y prevenir los síntomas de menor nivel disminuye con el tiempo.
“Como se observa en las pruebas del mundo real publicadas por el Ministerio de Salud de Israel, la eficacia de la vacuna ha disminuido seis meses después de la vacunación, al mismo tiempo que la variante Delta se está convirtiendo en la variante dominante en el país”, precisaron las empresas en un comunicado. “Por eso hemos dicho, y seguimos creyendo que es probable, basándonos en la totalidad de los datos que tenemos hasta la fecha, que pueda ser necesaria una tercera dosis en los 6 a 12 meses siguientes a la vacunación completa”, añadieron.
Según la Organización Mundial de la Salud, la variante Delta es un 55% más transmisible que la primera ronda de Covid que arrasó en Estados Unidos. Ahora es la forma dominante de coronavirus en el país, y supone un riesgo especial en los cerca de mil condados en los que las tasas de vacunación siguen siendo inferiores al 30%. Menos de la mitad de los adultos estadounidenses están totalmente vacunados, y esa falta de cobertura es aún mayor en regiones como el sur y el medio oeste.
Como resultado de ese retraso en la tasa de vacunación, los funcionarios de salud pública no pueden lanzarse inmediatamente a poner una tercera vacuna cuando muchos no han recibido la primera, dijo a Associated Press el Dr. William Schaffner, del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.
“Las vacunas se diseñaron para mantenernos fuera del hospital”, calificó, y argumentó que añadir una tercera inyección podría suponer “un gran esfuerzo mientras nos esforzamos por conseguir que la gente reciba la primera dosis”.