Coronan Notre-Dame de París con un nuevo gallo, símbolo del resurgimiento de la catedral
Un hecho crucial en la restauración de la Catedral de Notre-Dame en París está previsto para las próximas horas con la instalación de un gallo de oro en lo alto del chapitel.
Es un paso clave en la reconstrucción del monumento tras el incendio devastador de abril de 2019. Diseñado por el arquitecto jefe Philippe Villeneuve, el nuevo gallo reemplazará al que fue destruido de manera irreparable por las llamas.
El gallo, símbolo francés de la vigilancia y de a resurrección de Cristo, contendrá en su interior reliquias sagradas, incluyendo fragmentos de la corona de espinas de Cristo y restos de san Dionisio y santa Genoveva, los que dan a la escultura importancia religiosa. La corona de espinas, considerada la reliquia más sagrada de Notre-Dame, estaba entre los tesoros rescatados rápidamente tras el estallido del incendio. Traída a París por el rey Luis IX en el siglo XIII, se considera que fue colocada en la cabeza de Cristo durante la crucifixión.
Antes de su colocación, será bendecido por el arzobispo de París, Laurent Ulrich. Un tubo sellado dentro de la escultura contendrá una lista de los nombres de casi 2.000 personas que contribuyeron a la reconstrucción.
El presidente Emmanuel Macron, que visitó la obra la semana pasada para iniciar la cuenta regresiva de un año hasta la reapertura, anunció que el gallo original será exhibido en el hospital Hôtel-Dieu. Esta medida, y el plan de invitar al papa Francisco a la reapertura el año próximo, destaca el significado de Notre-Dame en la historia y cultura francesas.
La instalación del gallo, que corona un chapitel reconstruido con el diseño de Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX, recuerda sus orígenes medievales como símbolo de esperanza y fe.