Suecia: descubren los restos de un poderoso hombre medieval junto a su espada
Según los expertos, podría tratarse de un miembro de la nobleza
Un equipo arqueológico sueco descubrió una tumba que contenía una espada de más de un metro de largo junto a los restos óseos de su propietario: un “poderoso” hombre medieval que podría haber pertenecido a la nobleza.
Los investigadores sospechan que el hombre de 1,90 m de altura pudo ser un noble que falleció entre el siglo XV y principios del siglo XVI, cuando la región estaba unida a Dinamarca y Noruega.
El hallazgo se produjo durante una investigación arqueológica en Lilla Torg (Halmstad), en donde alguna vez supo estar la iglesia medieval de Sankta Anna, según informó en un blog la agencia gubernamental Halland Cultural Environment.
La espada de más de un metro de largo fue el único objeto hallado en las 49 tumbas que se analizaron hasta ahora durante la reconstrucción de Lilla Torg, de acuerdo con los investigadores.
Si bien las partes conservadas de la hoja y la empuñadura de madera medían unos 1,3 m al momento del descubrimiento, los arqueólogos afirman que aún no se ha determinado su longitud real.
El hallazgo de espadas en tumbas medievales es muy poco frecuente, lo que indica que quienes fueron enterrados junto con este tipo de armas podrían haber pertenecido a las clases altas.
Por otra parte, las radiografías revelaron que la hoja está decorada con dos cruces incrustadas, probablemente de algún metal precioso.
Según los investigadores, el sitio estuvo activo entre 1494 y 1530, aproximadamente, cuando fue destruido durante la Reforma protestante.
Se cree que el hombre pudo ser un partidario del rey que gobernó las regiones unificadas de Suecia, Dinamarca y Noruega entre 1397 y 1523.
“Nuestra hipótesis es que formaba parte de la alta nobleza de la Unión de Kalmar, y pudo haber tenido propiedades tanto en Suecia como en Dinamarca. Esta gente llegó a ser muy, muy poderosa”, señaló Johan Klange, arqueólogo de Halland Cultural Environment.
Los últimos hallazgos también confirmaron que la iglesia de Sankta Anna se utilizó como lugar de sepultura para los miembros de la nobleza, entre otros fines, durante los 35 años que la orden franciscana se desempeñó en el lugar.