Stay up to date with notifications from The Independent

Notifications can be managed in browser preferences.

Publicaciones científicas fraudulentas crecen a un ritmo alarmante, advierte estudio

Un grupo de investigadores está estudiando las estrategias utilizadas por académicos para publicar artículos científicos falsos

Vishwam Sankaran
Miércoles, 06 de agosto de 2025 18:35 EDT
Relacionado: indicaciones de inteligencia artificial ocultas en artículos de investigación académica

Una red clandestina organizada de individuos y grupos está facilitando la investigación fraudulenta y socavando cada vez más la integridad de la ciencia, según advierte un nuevo y alarmante estudio.

Investigadores de la Universidad Northwestern de EE. UU. llevaron a cabo un análisis de datos a gran escala de la literatura científica y descubrieron que sofisticadas redes globales estaban socavando sistemáticamente la integridad de las publicaciones académicas.

El estudio, publicado en la revista PNAS, afirma que la publicación de investigaciones fraudulentas está superando el crecimiento de los trabajos científicos legítimos.

Los investigadores afirman que los resultados deberían ser una llamada de atención para que la comunidad científica actúe antes de que el público pierda la confianza en el proceso científico.

“Este estudio es probablemente el proyecto más deprimente en el que he participado en toda mi vida”, afirmó Luís A. N. Amaral, investigador de sistemas sociales complejos de la Universidad Northwestern y uno de los autores del estudio. Añadió: “La ciencia debe regularse mejor a sí misma para preservar su integridad”.

Un científico trabaja en un laboratorio de la empresa de biotecnología Hoxton Farms, en Londres, Reino Unido
Un científico trabaja en un laboratorio de la empresa de biotecnología Hoxton Farms, en Londres, Reino Unido (AFP via Getty)

El fraude científico suele implicar prácticas de investigación fraudulentas, como la falsificación de datos o el plagio, que pueden dar lugar a la retirada de artículos.

En general, se creía que estas prácticas eran acciones aisladas de personas que tomaban atajos para salir adelante en un campo cada vez más competitivo como el académico. Sin embargo, el último estudio ha descubierto una red clandestina que opera en la sombra “para falsificar el proceso científico”.

“Hay millones de dólares en juego en estos procesos”, afirmó Amaral.

En el estudio, los investigadores analizaron conjuntos de datos de publicaciones retiradas, registros editoriales y casos de duplicación de imágenes de los principales agregadores de literatura científica, como Scopus de Elsevier y PubMed de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. También revisaron minuciosamente los datos de revistas académicas eliminadas de las bases de datos por no cumplir con los estándares de calidad o éticos, y de artículos destacados por Retraction Watch, popular blog sobre integridad científica.

Descubrieron una red de “fábricas de artículos”, intermediarios y revistas infiltradas que producían grandes cantidades de manuscritos y los vendían a académicos que buscaban publicar rápidamente nuevos trabajos.

Los manuscritos solían ser de baja calidad, con datos falsos, imágenes manipuladas o incluso robadas y contenido plagiado.

“No solo pueden comprar artículos, sino también citas. Así, pueden parecer científicos de renombre cuando apenas han realizado ninguna investigación propia”, afirmó Amaral.

Los investigadores aseguraron que apenas habían empezado a arañar la superficie de esta red.

“Las fábricas de artículos operan según diferentes modelos”, explicó Reese Richardson, otro autor del estudio. Continuó: “A menudo venden posiciones de autoría por cientos o incluso miles de dólares. Una persona puede pagar más dinero por la posición de primer autor o menos dinero por la posición de cuarto autor”.

La tasa de crecimiento observada y prevista de los artículos de fábrica supera las medidas correctivas
La tasa de crecimiento observada y prevista de los artículos de fábrica supera las medidas correctivas (Richardson et al, PNAS)

Los académicos parecen impulsar la publicación de investigaciones fraudulentas utilizando diversas estrategias. En algunos casos, grupos de investigadores se confabulan para publicar artículos en múltiples revistas. Cuando se descubre su actividad fraudulenta, retiran rápidamente los artículos.

Algunas personas pagan para que sus artículos sean aceptados para su publicación en revistas mediante un “proceso de revisión por pares falso”.

Las últimas investigaciones también subrayan el papel de los intermediarios que permiten la publicación masiva de artículos fraudulentos en revistas comprometidas.

“Los intermediarios conectan a todas las personas que están detrás”, explicó Amaral, y prosiguió: “Hay que encontrar a alguien que escriba el artículo, personas dispuestas a pagar para ser los autores, y una revista en la que se pueda publicar todo. Y hay que encontrar editores en esa revista que acepten el artículo”.

Estas organizaciones clandestinas a veces eluden las revistas consolidadas y buscan revistas inactivas para apropiarse de ellas.

Cuando una revista legítima deja de publicarse, algunos actores malintencionados se apropian de su nombre o sitio web y asumen su identidad de forma subrepticia.

“Esto le sucedió a la revista HIV Nursing. Anteriormente era la revista de una organización profesional de enfermería del Reino Unido, pero dejó de publicarse y su dominio en línea caducó”, explicó Richardson.

“Una organización compró el nombre de dominio y comenzó a publicar miles de artículos sobre temas que no tenían nada que ver con la enfermería”, agregó.

Los investigadores piden un enfoque múltiple para combatir esta red que socava la integridad de la ciencia.

Destacan la necesidad de mejorar el escrutinio de los procesos editoriales, mejorar los métodos para detectar investigaciones falsificadas y reestructurar radicalmente el sistema de incentivos en la ciencia.

Los científicos también piden que se investigue más para comprender las redes que facilitan esta conducta indebida.

“Si no estamos preparados para hacer frente al fraude que ya se está produciendo, entonces ciertamente no estamos preparados para hacer frente a lo que la IA generativa puede hacer con la literatura científica”, afirmó Richardson.

“No tenemos ni idea de lo que acabará apareciendo en la literatura, lo que se considerará un hecho científico. Tampoco sabemos lo que se utilizará para entrenar a los futuros modelos de IA que se emplearán para escribir más artículos”, concluyó.

Traducción de Sara Pignatiello

Thank you for registering

Please refresh the page or navigate to another page on the site to be automatically logged inPlease refresh your browser to be logged in