Cámara de Representantes de Texas debate polémico plan de redistribución de distritos

La Cámara de Representantes de Texas, controlada por los republicanos, inició el miércoles un acalorado debate sobre un nuevo mapa parlamentario que crea cinco posibles nuevos escaños para el Partido Republicano. Se espera que sea aprobado en las próximas horas, como parte de una creciente batalla nacional por la redistribución de distritos.
El plan es resultado de la presión del presidente Donald Trump, que está ansioso por evitar una derrota en las elecciones intermedias que privaría a su partido del control de la Cámara. Los legisladores demócratas de Texas retrasaron una votación durante 15 días al abandonar el estado en protesta, evitando que la Cámara contara con suficientes miembros para llevar a cabo sus actividades.
El representante estatal Todd Hunter, quien redactó la legislación que crea formalmente el nuevo mapa, señaló que la Corte Suprema de Estados Unidos ha permitido que los políticos reconfiguren distritos con fines abiertamente partidistas. “El objetivo subyacente de este plan es claro: mejorar el desempeño político republicano”, dijo Hunter, de tendencia republicana, al comenzar el debate.
Los demócratas respondieron que eso va en contra de los valores del país. “En una democracia, la gente elige a sus representantes”, dijo el representante demócrata estatal Chris Turner. “Este proyecto de ley le da la vuelta a eso y permite que los políticos en Washington DC elijan a sus votantes”.
El Senado del Estado de Texas, también controlado por los republicanos, necesita aprobar el mapa y el gobernador republicano Greg Abbott debe firmarlo antes de que se haga oficial. Se esperaba que el debate en la Cámara fuera el más largo y el mayor obstáculo para el proyecto republicano, pero ambos partidos esperaban que la legislación finalmente se aprobara dada la significativa mayoría republicana en la cámara.
Los demócratas dijeron que ya se preparan para impugnar el nuevo mapa en los tribunales.
Algunos demócratas de la Cámara regresaron el lunes, solo para se les asignaran escoltas policiales las 24 horas con el fin de asegurar su asistencia a la sesión del miércoles. Siete que se negaron fueron confinados al piso de la Cámara, donde protestaron el martes por la noche en una transmisión en vivo, liderados por la representante Nicole Collier, quien representa un distrito de mayoría minoritaria en Fort Worth. La mañana del miércoles, su personal retiró una almohada, una manta y una bolsa de efectos personales.
Mientras los legisladores entraban lentamente en la cámara, varios demócratas abrazaron a Collier, le dijeron “Gracias” y se tomaron fotos con ella. El martes por la noche, en una publicación en redes sociales, Collier puso en el altavoz de su celular una llamada de la nominada presidencial demócrata de 2024, Kamala Harris, quien le dijo a Collier, “Todos estamos en esa sala contigo”.
El presidente de la Cámara, Dustin Burrows, anunció al comenzar el debate que las puertas de la cámara estaban cerradas y que cualquier miembro que saliera debía tener un permiso antes de hacerlo.
Los enfurecidos demócratas de todo el país han prometido tomar represalias por el mapa de Texas, y la Asamblea Legislativa de California está lista para aprobar en los próximos días nuevos mapas que agregan más escaños favorables al Partido Demócrata. El mapa aún necesitaría ser aprobado por los votantes de ese estado en noviembre.
Normalmente, los estados reconfiguran los mapas una vez cada década teniendo en cuenta las nuevas cifras del censo. Pero Trump presiona a otros estados controlados por conservadores, como Indiana y Missouri, para que también intenten generar nuevos escaños favorables al Partido Republicano a partir de sus mapas mientras su partido se prepara para una difícil elección intermedia el próximo año.
Los demócratas están vigorizados por la lucha en Texas
Cuando la sesión de la Cámara estaba a punto de comenzar, alrededor de dos docenas de manifestantes que apoyaban a los demócratas coreaban “Luchando por la Democracia, no nos moverán” fuera de la cámara. El presidente del organismo, el republicano Dustin Burrows, anunció que la galería pública será despejada si hay interrupciones. Dicha galería estaba mayormente vacía cuando la sesión comenzó.
Pero los 100 miembros requeridos para iniciar la sesión estaban presentes. Alrededor de 200 personas se habían reunido en la rotonda del Capitolio para una manifestación en apoyo de los demócratas, sosteniendo carteles que dicen “Fin a la manipulación de distritos — Salven a la Democracia”, “Defiendan la Constitución” y “El fascismo está aquí”.
Los demócratas de Texas dedicaron el día previo a la votación a seguir llamando la atención sobre lo lejos que estaban llegando los republicanos que dirigen la Asamblea Legislativa para asegurar que dicha votación se lleve a cabo.
Collier comenzó cuando se negó a firmar lo que los demócratas llamaron el “permiso parental” requerido por Burrows para salir de la Cámara, un formulario de media página que permite que los agentes del Departamento de Seguridad Pública los sigan. Collier pasó la noche del lunes y el martes en el piso de la Cámara, donde montó una transmisión en vivo mientras sus colegas demócratas eran seguidos a sus oficinas y hogares por agentes vestidos de civil.
La representante del área de Dallas, Linda Garcia, dijo haber conducido tres horas a casa desde Austin con un agente detrás de ella. Cuando fue a hacer la compra, él iba por cada pasillo, fingiendo comprar, afirmó. Mientras hablaba con The Associated Press por teléfono, fuera de su casa había dos autos sin matrícula con agentes dentro.
“Es una sensación extraña”, dijo. “La única forma de explicar todo el proceso es como si estuviera en una película”.
La representante del área de Dallas, Cassandra Garcia Hernandez, se unió a la protesta dentro de la cámara de la Cámara calificándola como una “fiesta de pijamas por la democracia”, y dijo que los demócratas realizaban sesiones de estrategia en el piso.
“No somos criminales”, dijo la representante de Houston, Penny Morales Shaw, antes de unirse a Collier.
Collier dijo que tener agentes siguiéndola era un ataque a su dignidad y un intento de controlar sus movimientos.
El líder republicano dice que Collier “está en su derecho”
Burrows desestimó la protesta de Collier, diciendo que estaba enfocado en temas importantes, como proporcionar alivio del impuesto a la propiedad y responder a las mortales inundaciones del mes pasado. En su declaración del martes por la mañana no mencionó la redistribución de distritos, y su oficina no respondió de inmediato a otros demócratas que se unieron a Collier.
“La representante Collier está en su derecho de quedarse y no firmar el permiso según las Reglas de la Cámara”, dijo Burrows.
De acuerdo con esas reglas, hasta la votación del miércoles, las puertas de la cámara estaban cerradas, y ningún miembro podía salir “sin el permiso escrito del presidente”.
Los republicanos emitieron órdenes de arresto civil para traer de vuelta a los demócratas después de que abandonaran el estado el 3 de agosto, y el gobernador republicano Greg Abbott pidió a la Corte Suprema del estado que destituyera a Wu y a otros demócratas de sus cargos. Los legisladores también enfrentan una multa de 500 dólares por cada día que estuvieron ausentes.
Los demócratas fuera del Capitolio reportaron diferentes niveles de supervisión y algunos dijeron que los agentes que los vigilaban eran amigables. Pero la representante de Austin, Sheryl Cole, afirmó en una publicación en redes sociales que el martes, cuando salió a caminar por la mañana, el agente que la seguía la perdió en el camino, se enojó y amenazó con arrestarla.
Garcia dijo que el agente que la siguió a casa también entró en la tienda de comestibles cuando fue de compras con su hijo de 9 años.
“Me imagino que así es como se siente cuando podrías estar robando y alguien está evaluando si vas a hacerlo”, dijo.
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Riccardi informó desde Denver. John Hanna en Topeka, Kansas, y Sara Cline en Baton Rouge, Luisiana, contribuyeron a este informe.
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