Australia aprueba ley que impide detención indefinida para migrantes convictos
Migrantes con antecedentes penales enfrentan hasta cinco años en prisión por incumplir sus condiciones de visado bajo un proyecto de ley de emergencia aprobado el jueves por el Parlamento de Australia.
La nueva ley se da en respuesta un fallo de una Corte Superior australiana que establece que los extranjeros no pueden ser detenidos indefinidamente como una alternativa a la deportación.
El gobierno señaló que ha liberado a 84 personas —la mayoría de ellas tienen condenas por delitos como homicidio y violación— desde que el tribunal falló la semana pasada que la detención indefinida de migrantes es inconstitucional.
La decisión revirtió un fallo de una Corte Superior de 2004 que había permitido que personas apátridas estuviera detenidas en centros de migración por algún tiempo en los casos en que no hubiera perspectivas de expulsarlos de Australia.
La decisión también socava las duras políticas australianas hacia los solicitantes de asilo que llegan en barco y los delincuentes que son deportados a pesar de llevar varios años viviendo en Australia. Los botes que transportan a migrantes prácticamente han dejado de llegar en la década transcurrida desde que Australia desterró a sus pasajeros a campos de detención en islas remotas del Pacífico.
La ley obliga a los migrantes liberados a llevar brazaletes electrónicos de seguimiento y a cumplir toques de queda. El incumplimiento de esas condiciones de visado podría constituir un delito punible con hasta cinco años de prisión.
Los abogados de derechos humanos argumentaron que las medidas podrían ser impugnadas ante los tribunales por punitivas y excesivas.
“Cualquier nueva condición debe cumplir algunas pruebas básicas. Deben ser necesarias, razonables, proporcionadas, no deben ser punitivas ni privar innecesariamente de libertad”, afirmó David Manne, abogado que representa a varios de los migrantes liberados.
“No deberíamos entregar fácilmente al gobierno poderes extraordinarios para imponer severas restricciones a nuestras vidas sin el debido escrutinio. Es difícil ver cómo ha habido un escrutinio adecuado dada la urgencia con la que se ha introducido todo esto”, añadió Manne.
El partido minoritario de los Verdes se opuso a lo que señaló que eran “leyes antirrefugiados”.
“Son leyes draconianas que otorgan al ministro poderes nunca vistos en Australia y los Verdes no las apoyarán”, dijo el portavoz de migración de los Verdes, el senador Nick McKim.