El miedo por los “conejos Frankenstein” desata nuevas alertas sobre una posible plaga de “ardillas zombie”
Las “ardillas zombis” tienen el cuerpo cubierto de pelo y verrugas a causa de una enfermedad conocida como fibromatosis
Pocos días después del hallazgo de un llamado “conejo Frankenstein” en el norte de Colorado, surgieron reportes de otra inquietante criatura en Norteamérica: la “ardilla zombi”.
En los últimos meses, se han avistado ardillas grises con tumores abultados y sin pelo en estados como Maine y en algunas zonas de Canadá, según un análisis de publicaciones en redes sociales realizado por The Daily Mail.
Aunque los usuarios las describen con un aspecto “zombi”, expertos en fauna silvestre señalan que las lesiones, similares a verrugas, corresponden a una enfermedad conocida como fibromatosis de las ardillas.
El virus pertenece al género Leporipoxvirus, de la familia Poxviridae, el mismo grupo que incluye al virus de la mixomatosis, responsable de esta enfermedad en los conejos.
A menudo se confunde con la viruela de las ardillas (squirrelpox), provocada por otro virus que los ejemplares grises portan sin síntomas, pero que puede resultar mortal para las ardillas rojas nativas del Reino Unido.

Según The Mail, los expertos aún no han confirmado si los nuevos avistamientos corresponden a casos de fibromatosis o de viruela de las ardillas, aunque esta última se considera menos probable de propagarse en Estados Unidos.
Si bien la fibromatosis de las ardillas puede parecer aterradora, se trata de una enfermedad cutánea común y, en muchos casos, no letal.
El virus se transmite por contacto directo entre ardillas sanas y las lesiones o la saliva de ejemplares infectados —con frecuencia en mesas de alimentación—, así como a través de insectos que pican, como mosquitos y pulgas.
Las protuberancias pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo del animal, aunque son más frecuentes en la cara y las extremidades. Por lo general, estos crecimientos desaparecen por sí solos en el transcurso de semanas o meses.
Shevenell Webb, del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Maine, declaró al Bangor Daily News que los residentes que se topen con una “ardilla zombi” no tienen mucho de qué preocuparse, ya que ni la fibromatosis ni la viruela de las ardillas se consideran transmisibles a los humanos, las mascotas domésticas o las aves.
La mejor estrategia es simplemente dejarlas en paz, señaló Webb, quien añadió que, en la mayoría de los casos, estos animales “son solo muy feos de ver”.
Esto ocurre tras reportes difundidos a inicios de mes sobre conejos en Fort Collins, Colorado, que alarmaron a los residentes al presentar crecimientos negros con forma de tentáculos o cuernos que sobresalían de sus cabezas.

Las fotos de conejos con nódulos similares a astas se volvieron virales y generaron comparaciones con “zombis”, “alienígenas” y “conejos Frankenstein”.
Amanda Gilbert, reportera de 9NEWS Northern Colorado, captó la imagen de un ejemplar con un crecimiento en la cabeza. La residente Susan Mansfield describió su aspecto como “espinas negras o palillos de dientes negros que salían por toda la boca”.
Las autoridades de Parques y Vida Silvestre de Colorado identificaron la causa como el virus del papiloma Shope, un patógeno exclusivo de los conejos que no tiene cura y que provoca tumores verrugosos, conocidos como papilomas, principalmente alrededor de la cara y la cabeza de los conejos de cola de algodón, informó el medio.
Al igual que la fibromatosis de las ardillas, el virus solo se transmite entre conejos, principalmente a través de insectos que pican, como pulgas y garrapatas, durante los meses cálidos.
El SPV, pariente del virus del papiloma humano, no representa un riesgo para los seres humanos, las mascotas u otros animales silvestres y, por lo general, no perjudica al animal, salvo que afecte los ojos o la boca, según informaron las autoridades.
Traducción de Leticia Zampedri