“Aquí vive gente”, el documental de Blanca Graulau que Bad Bunny incluyó en ‘El apagón’
“Esta es mi playa, este es mi sol, esta es mi tierra, esta soy yo” dice uno de los coros antes de la denuncia por los desplazamientos que llevan a cabo las inmobiliarias
Cada tanto surgen artistas que destacan, no sólo en su área de desarrollo, sino en todas las que incursionan, tal es el caso de Bad Bunny, el artista latino que tras ser el más escuchado en Spotify por dos años seguidos, se ha adjudicado diferentes premios en la música, al tiempo que prueba suerte en la actuación junto a figuras como Diego Luna y Brad Pitt.
¿Hay algo que no haga bien el “Conejo malo”? En un momento en el que llena estadios a lo largo y ancho de los Estados Unidos, así como del continente americano, con una de las giras más rentables en el mundo, el cantante se da tiempo para dar a conocer sus posturas políticas y denunciar los problemas sociales que vive su natal Puerto Rico.
Esto sucedió con el vídeo de 23 minutos titulado El apagón que junto a la periodista Blanca Graulau, se ha convertido en una protesta por la desigualdad social que provoca la voracidad de la industria inmobiliaria y eléctrica.
“Espero que en Puerto Rico puedan verlo antes de que se vaya la luz”, escribió el cantante en Instagram al compartir el video, refiriéndose a los posibles cortes de luz en la isla por el paso de la tormenta tropical Fiona.
“Puerto Rico sigue sufriendo apagones que dejan a decenas de miles sin luz, esta explosión dejó a todo Puerto Rico a oscuras en abril. En agosto, uno de los hospitales principales estuvo casi 20 horas sin electricidad. Todo esto después de que la distribución de energía en Puerto Rico pasara a manos de una compañía privada”, se escucha la voz de la periodista tras una introducción de lo que parecía ser otro vídeo musical.
En lo que es en realidad un reportaje, se habla de la entrega de un contrato millonario por parte del gobierno a LUMA Energy, una compañía de Estados Unidos y Canadá, que resultó en apagones más largos que afectan directamente a la población más vulnerable, sin que esto detenga los aumentos en las tarifas que, según dice el material, suman 7 hasta el momento.
“Están desplazando al boricua nativo de aquí, con la famosita carta de los 30 días y ‘toma y te tienes que ir’, ‘¿y ahora para dónde cojo? ¿y si lo que me cobran allí donde yo puedo no me va a dar con lo que yo me gano?’ ‘lo que pasa es que hay unos grandes intereses aquí, y vamos a ser extranjeros en nuestra propia patria’ ‘Tenemos que movernos, damas, porque cuando los de abajo se mueven, los de arriba se caen’”, dicen tres personas que entrevista Graulau.
En esta miniproducción se cuenta de forma extraordinaria la forma en que las zonas más codiciadas de Puerto Rico evolucionaron desde poblados para esclavos recién liberados, viviendo fuera de las murallas de San Juan, a residenciales públicos, hasta las últimas dos décadas en las que el gobierno ha derribado los condominios para familias de bajos recursos.
“Porque como somos negros y pobres, pues están abusando de nosotros y no es justo ser desplazados por los grandes intereses. A ellos les interesa que nosotros nos vayamos. No, si nosotros nacimos aquí, que se vayan ellos”, dice Jorge Luis González, quien fue desalojado del hogar que ocupó durante 54 años en donde ahora hay un condominio de lujo.
Los dueños de las inmobiliarias que han adquirido los edificios de las zonas de residenciales públicas se benefician, además, de una ley que les permite no pagar algunos impuestos, y elevan las rentas en más de mil por ciento en algunos casos.
Esto también afecta a la educación, pues en los últimos 10 años, el gobierno de Puerto Rico ha cerrado más de 600 escuelas en las zonas que hoy son de alta plusvalía para los inversionistas, pues están frente a la Bahía de San Juan.
Graulau denuncia, además, que los políticos, que deberían velar por el bienestar de la mayoría, son los mismos que se han visto beneficiados por donativos para campañas de parte de los dueños de las inmobiliarias y de los inversionistas.