El presunto feminicida de Ana María Serrano rompe el silencio durante su primera audiencia

El pasado 12 de septiembre, la familia Serrano Céspedes se vistió de luto cuando se enteró de que un hombre, identificado como Allan Gil Romero, ingresó a su casa en el Condado de Sayavedra, en el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de Méxco, y ultimó a su hija de 18 años de edad.

La muerte de Ana María Serrano Céspedes causó indignación en las redes sociales, pues de acuerdo con los hechos públicos, Gil Romero habría entrado a la vivienda de la joven tras reiterados intentos de retomar su relación sentimental que había culminado en el pasado.

Ana María y Allan estudiaron juntos en el Colegio Alemán Alexander Von Humboldt, allí mantuvieron un noviazgo de un año y medio; sin embargo, su historia de amor terminó. Según la madre de la víctima mortal, Ximena Céspedes, el muchacho nunca dio indicios de ser una persona conflictiva; pero sí confesó que “empezó a acosarla mucho, le mandaba muchos regalos para que regresaran”.

Casi una semana después del hecho, el 16 de septiembre, el presunto feminicida fue capturado en el municipio de Malinalco, en el Estado de México y recluido en el Centro Penitenciario y de Resinserción Social Licenciado “Juan Fernández Albarrán” en San Pedro Barrientos, en el municipio de Tlalnepantla de Baz, Estado de México.

De acuerdo con el diario El Universal, durante su primera audiencia en el centro de reclusión, el joven de 18 años respondió a una jueza que Ana María “era mi pareja”; las declaraciones causaron controversia en la red, pues aseguraron que el supuesto agresor estaba aferrado a un amor que ya no tenía cabida en la vida de la occisa.

Algunos expertos han referido que podría interpretarse como un micromachismo, al querer forzar un vínculo emocional que ya no existía.

Hasta las 11:00 horas del 18 de septiembre, la jueza de control determinó que Gil Romero permanecerá en el penal de Barrientos para su posterior vinculación a proceso penal.