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Venezuela aprueba suspensión de acuerdos de gas con Trinidad y Tobago en medio de tensión con EEUU

Associated Press
Lunes, 27 de octubre de 2025 20:46 EDT
VENEZUELA-TRINIDAD Y TOBAGO-GAS
VENEZUELA-TRINIDAD Y TOBAGO-GAS (AP)

El presidente Nicolás Maduro anunció el lunes su decisión de suspender los acuerdos de explotación de gas con Trinidad y Tobago en respuesta a la postura “hostil” de la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, justo en momentos en que un buque de guerra de Estados Unidos atracó en la capital de ese vecino país.

“Ante la amenaza de la primera ministra de convertir a Trinidad y Tobago en el portaviones del imperio estadounidense contra Venezuela, contra Suramérica, queda una sola alternativa. He aprobado la medida cautelar de suspensión inmediata de todos los efectos del acuerdo energético, de todo lo convenido en esta materia”, dijo Maduro durante su programa semanal de radio y televisión.

“Es una medida cautelar a la cual tengo potestad como presidente y he aprobado y he firmado, suspendido todo”, indicó el mandatario. “Estoy elevando la consulta constitucional al Consejo de Estado, al Tribunal Supremo de Justicia y a la Asamblea Nacional para recibir las recomendaciones como jefe de Estado y tomar una medida estructural muy pronto en esta materia”.

El anuncio se produjo horas después que la vicepresidenta Delcy Rodríguez, que también funge como ministra de Hidrocarburos, declaró que las directivas del ministerio, así como de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), acordaron “proponer al mandatario la denuncia inmediata del Acuerdo Marco de Cooperación Energética” entre ambos países.

Venezuela y Trinidad, que en la década de 1990 firmaron el Tratado de Delimitación que establece los términos sobre la forma de explotación de cualquier yacimiento de hidrocarburos en ambos lados de la línea fronteriza, suscribieron en 2015 un acuerdo para la explotación conjunta de yacimientos comunes, entre otras medidas para impulsar proyectos binacionales.

El convenio con una vigencia de 10 años, que fue renovado automáticamente en febrero pasado por cinco años más, “nos da las competencias para que cualquiera de las partes denuncie este acuerdo”, acotó la vicepresidenta.

La propuesta se acordó como consecuencia que la “primera ministra de este país ha decidido plegarse a la agenda guerrerista de los Estados Unidos para agredir a un pueblo hermano del Caribe, para agredir a Venezuela”, aseveró Rodríguez.

Seguidamente, en un correo electrónico enviado a The Associated Press, Persad-Bissessar, afirmó no estar preocupada por la posible cancelación del acuerdo energético, y añadió que los ejercicios de entrenamiento militar eran exclusivamente para fines de “seguridad interna”.

“Nuestro futuro no depende de Venezuela y nunca lo ha hecho”, escribió Persad-Bissessar. “Tenemos planes y proyectos para impulsar nuestra economía, tanto en el sector energético como en el no energético”.

Desde la llegada al poder de Persad-Bissessar las relaciones entre ambos países se han deteriorado, particularmente después de que el 3 de octubre la primera ministra caribeña elogió el ataque estadounidense a un barco sospechoso de transportar drogas y dijo que todos los traficantes deberían ser asesinados “violentamente”.

El presidente estadounidense Donald Trump dijo entonces que 11 personas murieron a bordo del barco que partió de Venezuela.

Desde septiembre las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han implementado una serie de ataques contra presuntas embarcaciones de contrabando de drogas en el mar Caribe, incluidos al menos cuatro botes que partieron de Venezuela.

Esos ataques siguieron al despliegue de buques de guerra de Estados Unidos en aguas frente a Venezuela en el marco de lo que Trump dice que es un empeño para combatir las amenazas de los cárteles de drogas latinoamericanos.

Maduro sostiene que Trump podría ordenar una acción militar para intentar derrocarlo.

La tensión entre los países vecinos se profundizó luego de la llegada el domingo pasado a la capital trinitense del USS Gravely —un destructor con misiles teledirigidos— que se suma al portaaviones USS Gerald R. Ford, que se está acercando a Venezuela. Maduro criticó el movimiento del portaaviones, llamándolo un intento de Washington de “inventarse una nueva guerra eterna” contra su país.

Trump ha acusado a Maduro, sin proporcionar pruebas, de ser el líder de una banda criminal y de narcoterrorismo.

Funcionarios trinitenses y estadounidenses indicaron que el enorme buque de guerra permanecerá en Trinidad hasta el jueves, de manera que ambos países puedan llevar a cabo ejercicios de entrenamiento.

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