Sin rastro en Ecuador de líder del narcotráfico que desapareció de una cárcel
Un día después de que se confirmara la desaparición del líder del narcotráfico Adolfo Macías, alias “Fito”, en una prisión del Ecuador, las autoridades mantienen el hermetismo acerca de su paradero, mientras surgía la posibilidad de que el importante capo haya logrado fugarse nuevamente.
La noche del domingo, la Policía confirmó que tras un gran operativo conjunto con militares desplegado por la madrugada los agentes reportaron la ausencia de Fito en su celda en la denominada cárcel Regional, parte de un complejo de prisiones ubicado en las afueras de la ciudad de Guayaquil, a unos 270 kilómetros al suroeste de Quito. Allí el capo cumplía una condena de 34 años por narcotráfico, crimen organizado y homicidio.
El Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad informó que emitiría un comunicado sobre el asunto durante la jornada.
Fito es considerado el líder de “Los Choneros”, que según las autoridades es una de las principales organizaciones del crimen organizado de Ecuador. El grupo tuvo sus orígenes en Chone, Manabí, en 1990, y ha evolucionado hasta convertirse en una de las bandas más violentas y poderosas, con vínculos con el cártel mexicano de Sinaloa.
En el caso de que se haya fugado, no sería la primera vez que Macías, de 44 años, evade la seguridad de una cárcel ecuatoriana. En 2013 protagonizó un escape colectivo junto a 17 reos desde la prisión de máxima seguridad conocida como “La Roca”, donde permanecía recluido desde 2011 y a donde iba a ser trasladado la mañana del domingo.
Algunos expertos consideran que la desaparición de Fito podría tratarse de una nueva fuga del alto narcotraficante de la prisión con la complicidad de funcionarios penitenciarios y otros.
“La autoridad no controla las cárceles, por supuesto que no, está más que demostrado que las cárceles están en manos de los criminales”, indicó a The Associated Press el decano de la Escuela de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales, Daniel Pontón.
“Desde allí (las prisiones) se controlan los contactos y las redes de extorsión y manipulación del Estado, la policía y la justicia, fiscalía”, señaló. Las cárceles son un lugar de “despacho y reclutamiento de las bandas criminales que se expresan con claridad en las calles del país”, agregó.
Los Choneros operó hasta 2020 bajo el mando de Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, cuyo asesinato desató una sangrienta guerra dentro y fuera de las cárceles con otras agrupaciones que buscaban ocupar su espacio de poder en el tráfico internacional de drogas.
Fito ha permanecido preso los últimos 12 años, aunque ello no le ha impedido seguir al mando de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico, robo, extorsión, entre otros delitos, según las autoridades.
Tiene 14 procesos judiciales, entre ellos por asesinato y delincuencia organizada, cuyas sentencias han sumado 34 años de cárcel, la máxima permitida por la ley en Ecuador.
Mientras tanto, en redes sociales se difundieron el lunes fotografías de disturbios y de la retención de custodios penitenciarios en varias cárceles de Quito, Cuenca, Latacunga y Machala, aunque las autoridades no han confirmado de momento esos presuntos hechos.