Las nuevas drogas sintéticas con las que los cárteles mexicanos buscan sustituir al fentanilo
Según organismos internacionales, los enervantes se están elaborando en forma de tabletas, polvo y ampolletas
México se está convirtiendo en uno de los principales productores de fentanilo en el mundo. Se trata de un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina. Solo dos miligramos de fentanilo, que equivale a 10-15 granos de sal de mesa, “se considera una dosis letal”, según la DEA (Agencia Antidrogas de EEUU).
Tras encender las alarmas en México y EEUU, y tras intensos operativos para la destrucción de laboratorios clandestinos donde se fabrica dicho estupefaciente y la restricción del uso de precursores químicos como N-fenetil-4-piperidona y 4-anilino-N-fenetilpiperidina, los cárteles de la droga han buscado alternativas para la elaboración de nuevas drogas sintéticas.
Un reporte de la JIFE (Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes) reveló que, tanto el Cártel de Sinaloa como el Cártel Jalisco Nueva Generación, probaron más de 50 sustancias químicas para desarrollar una nueva droga que emule los efectos del fentanilo.
Algunos de los precursores que están utilizando ambas organizaciones son piperidina, isotonitaseno, fenilamino, norfentanilo, 4-anilinopiperidina (N-fenilpiperidin-4-amina), 4-anilino-N-fenetilpiperidina, 1-boc-4-anilinopiperidina y el carboxilato de tert-butilo.
Sin embargo, estos esfuerzos criminales no son nuevos. En 2018, la JIFE ya había enlistado al menos 150 sustancias similares al fentanilo; y un par de años después, el GRIDS (Programa Mundial de Interceptación Rápida de Sustancias Peligrosas, por sus siglas en inglés) desveló la existencia de 56 nuevos opioides en etapas experimentales.
Según el GRIDS, los enervantes se están elaborando en forma de tabletas, polvo y ampolletas; y de acuerdo con la JIFE, ambas organizaciones criminales en México recogieron las fórmulas de medicamentos de antaño que fueron prohibidos por su alto nivel de peligrosidad.
Según los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU, por sus siglas en inglés), 107.622 estadounidenses murieron por sobredosis de drogas en 2021; y el 66% de esas muertes, se relacionaron con opioides sintéticos como el fentanilo.
Debido al incremento de muertes por fentanilo y el número histórico de incautaciones de dicha droga en la frontera entre México y EEUU, el gobierno norteamericano sigue impulsando la propuesta de catalogar a los cárteles de la droga mexicanos como “terroristas”.
El recién pasado miércoles, el jefe de la diplomacia de EEUU, Antony Blinken, abrió la posibilidad de “considerar” a las organizaciones delictivas en México como “terroristas”. Durante una comparecencia en el Senado, Blinken dijo que los cárteles de la droga “es justo decir que sí” controlan algunas zonas del país azteca.
A pregunta expresa del senador republicano, Lindsey Graham, el secretario de Estado argumentó que el fentanilo no solo mata a miles de estadounidenses, sino que “también está matando mexicanos”.