Juez llama a juicio por terrorismo a 12 armados que ingresaron a canal de televisión en Ecuador
Un juez de Ecuador llamó el lunes a juicio con cargos por terrorismo a 12 personas por la irrupción armada a inicios de año en un canal de televisión mientras transmitía en vivo, donde agredieron a los trabajadores y periodistas, un episodio sin precedentes en la sostenida ola de violencia del país.
La Fiscalía informó en un mensaje en X, antes Twitter, que los procesados han sido llamados a juicio y que se "los procesa por la incursión armada a un canal de televisión en Guayaquil”. Aclaró que hay once detenidos y uno se mantiene en calidad de prófugo.
Las penas por terrorismo van de los 10 a los 13 años de cárcel, pero si hay víctimas mortales pueden subir a 20 o 26 años.
El 9 de enero un grupo de encapuchados armados irrumpió en las instalaciones del canal estatal TC Televisión, donde sometió a trabajadores y periodistas en plena retransmisión, en medio de gritos y amenazas por parte de los agresores.
El hecho terminó cuando la policía rodeó las instalaciones y detuvo a los armados. Hubo un herido, un empleado del medio de comunicación, pero no víctimas mortales.
Como reacción a ese episodio violento, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, decretó el estado de conflicto armado interno, para movilizar a las fuerzas armadas en apoyo de la policía en el control del orden interno y de las prisiones estatales, convertidas, según las autoridades, en centros de mando de poderosas y violentas bandas criminales locales.
Las organizaciones delictivas locales, según la policía, están asociadas con carteles de narcotraficantes de México y Colombia, pero se disputan violentamente entre ellas rutas y territorios de distribución de droga.
En Ecuador, las autoridades han señalado que la operación de estructuras del crimen organizado vinculadas a carteles transnacionales de narcotráfico ha disparado desde inicios del 2021 los niveles de violencia y delitos como sicariatos, secuestros, extorsiones, robos, entre otros.
El país cerró el año pasado con 7.600 muertes violentas, lo que representa más de 40 asesinatos por cada 100.000 habitantes, una de las tasas más altas de la región, de acuerdo con cifras policiales.