Chilenos eligen redactores de nueva Constitución
Los chilenos eligen a los 50 redactores que escribirán una nueva Constitución, luego de que hace ocho meses los votantes rechazaran abrumadoramente una carta propuesta el año pasado que fue ampliamente descrita como una de las más progresistas del mundo
Los chilenos acudían a las urnas el domingo para elegir a los 50 redactores que escribirán una nueva Constitución, luego de que hace ocho meses los votantes rechazaran abrumadoramente una carta propuesta el año pasado que fue ampliamente descrita como una de las más progresistas del mundo.
Es el paso más reciente en un proceso para reemplazar la carta fundamental legada por la dictadura militar del país sudamericano y que comenzó con protestas masivas en 2019.
Como es tradicional, entre los primeros electores en llegar a las mesas receptoras de votos, que funcionarán por diez horas continuadas y hasta las 18:00 horas (2200 GMT), fueron los de mayor edad, muchos apoyados en bastones, que acudían muy abrigados en una mañana fría en la capital chilena.
El presidente Gabriel Boric también sufragó temprano, en Punta Arenas, a 3.000 kilómetros al sur de Santiago. Tras emitir su voto declaró que, sea cual sea el resultado de la elección, “configura un avance para el país donde hemos sido capaces en darle continuidad a un proceso que no ha sido fácil”.
Mientras que centenares de personas formaron largas filas ante comisarías para dejar constancia de que están a más de 200 kilómetros de su lugar de sufragio. La participación electoral es obligatoria y quienes no voten arriesgan multas que van desde los 31.000 a los 189.000 pesos (38 a 230 dólares).
Pasado el mediodía, el Servicio Electotal (SERVEL) informó que el 100% de las mesas receptoras de sufragios estaban constituidas.
El actual es el segundo proceso constituyente que viven los chilenos tras el fracaso del primero en septiembre pasado, cuando un contundente 62% del electorado rechazó un primer texto elaborado por una convención izquierdista.
“Esta vez no hay margen de error”, enfatizó Boric, que añadió que como país “tenemos una oportunidad histórica para reconciliarnos después de las fracturas que hemos vivido”.
La de esta jornada es la séptima elección en que participan los chilenos desde el estallido social de 2019, que abrió el camino para reemplazar la Constitución vigente impuesta en 1981 por una dictadura militar (1973-1990). Y es la segunda ocasión en que se elige a los redactores constitucionales, la primera fue en 2021.
Analistas y políticos opinan que la elección también sería un virtual plebiscito a la gestión de Boric, cuya desaprobación bordea el 70%, según sondeos.
“Deberían haberle consultado a la gente si es que queríamos seguir con este proceso”, declaró a The Associated Press el jubilado David Pino, 65 años. “Vine a votar porque es obligatorio”, añadió.
Coincidentes sondeos indican que hay un marcado desinterés en los comicios y una gran desinformación del electorado sobre los candidatos. Además, las encuestas daban ventaja a la oposición de derecha y centroderecha por sobre el oficialismo.
Andrea Pino, técnico en enfermería de 52 años y que aspira a un texto consensuado, dijo que “creo que va a ganar la derecha y eso no me gusta”.
En esta elección la centroderecha participa unida en el Pacto Chile Seguro, mientras el oficialismo compite dividida en una lista de izquierda y otra de centroizquierda. En otras dos listas se presentan los también opositores el conservador Partido Republicano, que se opone a una nueva Carta Magna, y el populista Partido de la Gente.
A diferencia del primer proceso constituyente, cuando los redactores del texto partieron de una hoja en blanco, los 50 consejeros trabajarán sobre un anteproyecto constitucional elaborado por 24 expertos designados por los partidos políticos.
A su vez, los expertos trabajaron enmarcados en 12 bases constitucionales elaboradas por los partidos políticos para evitar cambios refundacionales incluidos en el texto rechazado, que planteaba un Chile plurinacional con autonomías indígenas.
Entre las bases están la que establecen que Chile es un Estado unitario, el respeto de derechos como a la vida, la propiedad y la igualdad ante la ley.
Los consejeros, que deberán enmarcarse en las mismas bases, tendrán cinco meses para elaborar una nueva propuesta, que será plebiscitada el 17 de diciembre.