Aranceles, migración y cárteles, temas clave en conversaciones de Rubio en México y Ecuador

Seguridad, soberanía, aranceles, comercio, drogas y migración —temas candentes para el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus vecinos en el hemisferio occidental — encabezarán esta semana la agenda del secretario de Estado Marco Rubio, en su tercer viaje a América Latina desde que se convirtió en el principal diplomático de Estados Unidos.
El miércoles y el jueves, en las conversaciones que sostendrá con líderes en México y Ecuador, Rubio argumentará que una cooperación más amplia y profunda con Estados Unidos en esos temas es vital para mejorar la salud, la seguridad y la protección en toda América y el Caribe.
Sin embargo, Trump hecho que muchos países de la región se distancien de Estados Unidos — mucho más allá de los antagonistas habituales del país, como Cuba, Nicaragua y Venezuela — con demandas persistentes, acompañadas de amenazas de aranceles generalizados y enormes sanciones por no cumplir con sus deseos.
México ha sido un punto importante para Trump
México, el único país, además de Canadá, que comparte una frontera con Estados Unidos, ha sido un objetivo particular para Trump. El mandatario estadounidense ha exigido, y hasta ahora ha obtenido, algunas concesiones del gobierno de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, que está ansiosa por desactivar las amenazas de aranceles.
El martes, pocas horas antes de la llegada de Rubio, Sheinbaum encabezó una reunión del foro de seguridad más importante del país, que reúne a los 32 gobernadores, el ejército, la marina, la fiscalía federal y los titulares de los organismos de seguridad para coordinar acciones en todo México.
Sheinbaum había hablado durante semanas sobre cómo México estaba finalizando un acuerdo de seguridad integral con el Departamento de Estado de Estados Unidos que, entre otras cosas, presuntamente incluiría planes para un “grupo de investigación conjunto” con el objetivo de combatir el flujo de fentanilo y los precursores de esa droga hacia Estados Unidos y de armas hacia el sur.
“El pueblo de México bajo ninguna circunstancia aceptará intervenciones, intromisiones o cualquier otro acto desde el extranjero que sea lesivo a la integridad, independencia y soberanía de la nación”, dijo el lunes en su primer informe de gobierno.
La semana pasada, sin embargo, un alto funcionario del Departamento de Estado minimizó los indicios de que un acuerdo formal —al menos, uno que incluya protecciones para la soberanía mexicana— estuviera en proceso.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para adelantar las reuniones de Rubio, dijo que las protecciones de soberanía eran “entendidas” por ambos países sin necesidad de formalizarlas en un documento.
Sheinbaum bajó sus expectativas el martes, diciendo durante su conferencia de prensa matutina que no sería un acuerdo formal sino una especie de memorando de entendimiento para compartir información e inteligencia sobre el tráfico de drogas o el lavado de dinero obtenido por “ellos en su territorio, nosotros en nuestro territorio, a menos que sea acordada de forma común”.
La presidenta de México destaca estrechos vínculos con Estados Unidos
Sobre su reunión con Rubio el miércoles, dijo que siempre era importante mantener buenas relaciones con Estados Unidos.
“Habrá momentos de mayor tensión, de menor tensión, de temas en los que no estemos de acuerdo, pero tenemos que buscar una buena relación y la reunión de mañana creo que va a mostrar eso”, dijo Sheinbaum, “una relación de respeto y al mismo tiempo de colaboración”.
Para apaciguar a Trump, Sheinbaum ha perseguido a los cárteles mexicanos y su producción de fentanilo de manera más agresiva que su predecesor. El gobierno ha enviado a la Guardia Nacional a la frontera norte y ha entregado al gobierno de Trump a 55 figuras de los cárteles que las autoridades estadounidenses habían buscado durante mucho tiempo.
La relación entre Trump y Sheinbaum también ha estado marcada por tensiones, como el anuncio de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) de una nueva iniciativa con México para combatir a los cárteles a lo largo de la frontera, lo que provocó una airada negación de Sheinbaum.
A pesar de que las autoridades estadounidenses la elogian constantemente y destacan la colaboración entre los dos países, Trump dijo con desdén el mes pasado: “México hace lo que le decimos que haga”.
La migración y los cárteles son un tema principal del viaje de Rubio
Al anunciar el viaje, el Departamento de Estado dijo que Rubio, quien ya ha viajado dos veces a América Latina y el Caribe y el mismo número de veces a Canadá este año, se centraría en frenar la migración ilegal, combatir el crimen organizado y a los cárteles de las drogas, y en contrarrestar lo que Estados Unidos considera un comportamiento maligno de China en su patio trasero.
Mostrará “un compromiso inquebrantable para proteger las fronteras (de Estados Unidos), neutralizar las amenazas narcoterroristas a nuestra patria y asegurar un campo de juego nivelado para las empresas estadounidenses”, dijo el departamento.
En su primer viaje al extranjero como secretario de estado, Rubio estuvo en Panamá, El Salvador, Guatemala y República Dominicana, y en él, criticó la influencia china sobre el Canal de Panamá y selló acuerdos con los demás países para aceptar inmigrantes deportados de Estados Unidos. Luego viajó a Jamaica, Guyana y Surinam.
El alto funcionario del Departamento de Estado dijo que prácticamente todos los países de América Latina ahora aceptan el regreso de sus ciudadanos deportados de Estados Unidos y, con la excepción de Nicaragua, la mayoría ha intensificado sus acciones contra los cárteles de las drogas, muchos de los cuales han sido designados como organizaciones terroristas extranjeras por Estados Unidos.
El funcionario también dijo que se han logrado avances en contrarrestar a China en el hemisferio occidental.
___
La periodista de The Associated Press María Verza en Ciudad de México contribuyó a este despacho.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.