Stay up to date with notifications from The Independent

Notifications can be managed in browser preferences.

Investigadores inician una nueva búsqueda del avión de Amelia Earhart

En noviembre se dará inicio a un nuevo intento de resolver el misterio de larga data

Graig Graziosi
en Washington D. C.
Miércoles, 02 de julio de 2025 17:17 EDT
El misterio de Amelia Earhart ha acaparado la atención de los investigadores durante décadas
El misterio de Amelia Earhart ha acaparado la atención de los investigadores durante décadas (AFP via Getty Images)
Read in English

Investigadores esperan encontrar pruebas que pongan fin a uno de los misterios más perdurables de la historia moderna: ¿qué ocurrió con la legendaria piloto Amelia Earhart?

El miércoles, investigadores de la Universidad Purdue anunciaron una nueva expedición que espera encontrar pruebas materiales del avión de Earhart.

Gracias a imágenes satelitales, los investigadores han identificado un sitio en la diminuta y remota isla de Nikumaroro, en Kiribati, que creen que podría ser el lugar de descanso final del avión de Earhart, informa NBC News.

La expedición se anunció el 2 de julio, exactamente 88 años después de que Earhart y el navegante Fred Noonan desaparecieran durante su famoso intento de dar la vuelta al mundo en su avión.

Earhart trabajaba para la Universidad Purdue, y el instituto ayudó a financiar su histórico, aunque fatídico, último vuelo. Purdue manifestó que planea enviar un equipo en noviembre para examinar el lugar y, con suerte, encontrar pruebas de su avión Lockheed Electra 10E.

Una nueva investigación de Purdue Research Foundation y el Instituto del Legado Arqueológico podría ayudar a encontrar el avión desaparecido de Amelia Earhart
Una nueva investigación de Purdue Research Foundation y el Instituto del Legado Arqueológico podría ayudar a encontrar el avión desaparecido de Amelia Earhart (Purdue Research Foundation / Archaeological Legacy Institute 2025)

“Creemos que le debemos a Amelia y a su legado en Purdue cumplir su deseo, si es posible, de traer a Electra de vuelta a Purdue”, aseguró Steve Schultz, consejero general de Purdue, en un comunicado.

Según Richard Pettigrew, director ejecutivo del Instituto del Legado Arqueológico de Oregón, una organización sin fines de lucro, la foto satelital en la que se basa la nueva expedición fue tomada en 2015, justo un año después de que un potente ciclón tropical desplazara la arena de la isla y posiblemente dejara al descubierto el avión.

Pettigrew llevó las imágenes del satélite a Purdue, que puso en marcha la próxima expedición.

Para Pettigrew, el tamaño y la estructura del objeto coinciden con partes del avión de Earhart y la ubicación de la isla es cercana a la ruta de vuelo planificada por la piloto, casi exactamente donde se originaron cuatro de sus últimas llamadas de auxilio por radio.

“Cumple todos los criterios”, expresó. “Todo encaja”.

Según los investigadores, esta foto satelital se tomó en 2015, un año después de que un intenso ciclón tropical desplazara la arena y posiblemente dejara al descubierto el avión
Según los investigadores, esta foto satelital se tomó en 2015, un año después de que un intenso ciclón tropical desplazara la arena y posiblemente dejara al descubierto el avión (Purdue Research Foundation / Archaeological Legacy Institute 2025)

La desaparición de Earhart fue el trágico acto final tras una década de reportajes periodísticos y radiales que documentaron sus vuelos récord.

El 17 de junio de 1928, a los 30 años de edad, se convirtió en la primera mujer en pilotar un avión a través del Atlántico, un Lockheed Vega 5B rojo brillante al que llamaba “el viejo Bessie, un corcel de fuego”. Sus logros aparecieron en los titulares de todo el país.

En 1934, se convirtió en la primera persona en completar un vuelo en solitario a través del Pacífico, desde California hasta las islas hawaianas.

Al principio, Earhart fue tratada como un fenómeno de la aviación por su género; informes periodísticos de la época la llamaban la primera “jovencita” en cruzar el Atlántico en avión, y otro se refirió a ella como una “aviadora”.

Pero a medida que demostró su destreza en la cabina, comenzó a ganar notoriedad como buen piloto, y dejó de ser solo un caso atípico. Incluso utilizó su creciente fama para abogar por la igualdad en los cielos; en una entrevista con el Evening Star en 1929, Earhart le pidió al público que les diera “una oportunidad a las mujeres en el aire”.

El avión que pilotó Amelia Earhart en su vuelo transatlántico —al que llamaba “el viejo Bessie, un corcel de fuego”— está exhibido en el Museo Nacional del Aire y el Espacio del Instituto Smithsoniano en Washington, D.C.
El avión que pilotó Amelia Earhart en su vuelo transatlántico —al que llamaba “el viejo Bessie, un corcel de fuego”— está exhibido en el Museo Nacional del Aire y el Espacio del Instituto Smithsoniano en Washington, D.C. (AP2010)

“Las mujeres pueden estar en el aire como en cualquier otro deporte. Su influencia y aprobación son fundamentales para el éxito de la aviación comercial”, declaró entonces. “Miles de mujeres y niñas me escriben para conocer la verdad sobre la aviación y qué posibilidades tienen. No hay nada en la contextura de una mujer que la haga inferior al hombre como piloto de avión. El único obstáculo para el éxito es la falta de oportunidades para recibir una formación adecuada”.

Tras numerosos vuelos exitosos y récords, a finales de los años 20 y principios de los años 30, Earhart se propuso una nueva meta: convertirse en la primera mujer en dar la vuelta al mundo en avión.

Tras su desaparición, el público mantuvo la esperanza de que apareciera y continuara volando. Sin embargo, tras dos meses de búsqueda y sin ningún rastro de ella ni de Noonan, ambos fueron dados por muertos.

Pettigrew lleva años intentando encontrar los restos del avión de Earhart. Ha visitado Nikumaroro y ha declarado que en la isla se encontraron una ampolla médica y una herramienta de fabricación estadounidense propias de la época, lo que sugiere que alguien de Occidente —quizá Earhart— estuvo en la isla de alguna manera en la época de su desaparición.

La aviadora estadounidense Amelia Earhart rodeada de una multitud de simpatizantes y periodistas a su llegada al aeródromo de Hanworth tras cruzar el Atlántico
La aviadora estadounidense Amelia Earhart rodeada de una multitud de simpatizantes y periodistas a su llegada al aeródromo de Hanworth tras cruzar el Atlántico (Getty)

Según National Geographic, cuatro perros forenses y un equipo de arqueólogos del Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos viajaron a la isla en 2017. En esa expedición, los perros habrían detectado el olor de restos humanos, aunque no se encontró nada en concreto. Nadie vive en Nikumaroro, y hay escasa evidencia de que haya habido alguna vez habitantes permanentes en la isla.

Dos años después, el famoso explorador oceánico Robert Ballard dirigió una expedición para localizar el avión de Earhart o hallar pruebas de que había aterrizado en la isla. Tras varios días de búsqueda tanto en los acantilados de la isla como en las aguas circundantes, Ballard no encontró indicios de naufragio en la isla.

“Creíamos que si su avión estaba allí, lo habríamos encontrado al principio de la expedición”, aseguró Allison Fundis, jefa de operaciones de Ballard para la expedición, al New York Times.

El director ejecutivo del Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos, Richard Gillespie, afirmó que duda que Purdue encuentre pruebas del avión de Earhart en su próxima expedición.

“Hemos mirado allí, en ese lugar, y no hay nada”, expresó a NBC News.

La isla de Nikumaroro, en el Pacífico, un atolón coralino inhabitado donde los investigadores creen que podrían estar los restos del avión de Amelia Earhart
La isla de Nikumaroro, en el Pacífico, un atolón coralino inhabitado donde los investigadores creen que podrían estar los restos del avión de Amelia Earhart (Reuters)

Durante los últimos 35 años, Gillespie ha iniciado una docena de expediciones para encontrar a Earhart, incluidas búsquedas en Nikumaroro. Manifestó que la imagen de satélite que guiará la expedición de Purdue muestra un cocotero derribado con su cepellón que había sido arrastrado por una tormenta.

“Entiendo el deseo de hallar una parte del avión de Amelia Earhart. Dios sabe que lo hemos intentado”, expresó. “Pero los datos, los hechos, no respaldan la hipótesis. Así de sencillo”.

Pese al escepticismo de Gillespie, Purdue emprenderá la expedición de todas maneras. Purdue Research Foundation ha concedido una línea de crédito de 500.000 dólares para la primera fase de la expedición, según Shultz.

Los miembros de la expedición partirán en noviembre y pasarán seis días en viaje para llegar a Nikumaroro. A partir de ahí, dispondrán de cinco días en la isla para investigar el objeto que se ve en las imágenes de satélite y determinar si son o no evidencia del avión desaparecido de Earhart.

“Si con suerte resolvemos el misterio y confirmamos que es [el avión], se pondrán en marcha nuevos esfuerzos para traerlo de regreso, esperemos que a un hogar permanente”, precisó Schultz.

Traducción de Martina Telo

Thank you for registering

Please refresh the page or navigate to another page on the site to be automatically logged inPlease refresh your browser to be logged in