Arqueólogos encuentran una red “alucinante” de ciudades perdidas en la Amazonía
Los hallazgos “pueden contribuir significativamente” a las perspectivas sobre la conservación de la Amazonía, dicen los científicos
Arqueólogos descubrieron una red “sin precedentes” de ciudades perdidas en la Amazonía que arroja luz sobre cómo las antiguas civilizaciones construían vastos paisajes urbanos mientras vivían junto a la naturaleza.
Los investigadores utilizaron tecnología lidar, llamada “láseres en el cielo”, para escanear a través de las copas de los árboles del bosque tropical, y así analizar los sitios encontrados en la sabana-bosque del suroeste de la Amazonía.
Descubrieron una amplia gama de intrincados asentamientos que han permanecido ocultos por siglos bajo el espeso dosel de los árboles en la sabana-bosque de los Llanos de Mojos, en Bolivia.
Los hallazgos, descritos en la revista Nature el miércoles, arrojan luz sobre las ciudades construidas por las comunidades de Casarabe entre el 500 y el 1400 después de Cristo.
Heiko Prumers, arqueólogo y coautor del estudio del Instituto Arqueológico Alemán, dijo que la complejidad de estos asentamientos es “alucinante”.
El sitio presenta una variedad nunca vista de elaboradas e intrincadas estructuras “diferentes a las descubiertas anteriormente” en la región, que incluyen terrazas de 3,2 pies (5 metros) de altura que cubren 54,36 acres (22 hectáreas [el equivalente a 30 campos de fútbol]), y pirámides cónicas de 68,89 pies (21 metros) de altura, dicen los científicos, entre ellos, José Iriarte de la Universidad de Exeter en el Reino Unido.
Los investigadores examinaron seis áreas dentro de una región de 2.796 millas cuadradas (4.500 kilómetros cuadrados) de los Llanos de Mojos, en la Amazonía boliviana, que pertenecieron a la cultura Casarabe.
También encontraron una vasta red de embalses, calzadas y puntos de control, que se extienden por varios kilómetros en el sitio.
Estos últimos descubrimientos desafían la visión de la Amazonía como un paisaje históricamente “prístino”.
Los científicos dicen que, en cambio, la región fue el hogar de un urbanismo temprano creado y administrado por poblaciones indígenas durante miles de años.
Una de las características más fascinantes del nuevo descubrimiento, señalan los investigadores, es que los asentamientos urbanos se construyeron y administraron no en contra de la naturaleza, sino junto a ella.
“Proponemos que el sistema de asentamiento de la cultura Casarabe es una forma singular de urbanismo agrario tropical de baja densidad; hasta donde sabemos, el primer caso conocido en todas las tierras bajas tropicales de América del Sur”, escribieron los científicos.
Mencionan que las poblaciones indígenas emplearon exitosas estrategias de subsistencia sostenible que promovieron el conservacionismo y mantuvieron la rica biodiversidad del paisaje circundante.
“Durante mucho tiempo sospechamos que las sociedades precolombinas más complejas de toda la cuenca se desarrollaron en esta parte de la Amazonía boliviana, pero la evidencia está oculta bajo el dosel del bosque y es difícil visitarla en persona”, explicó el doctor Iriarte.
“Nuestro sistema lidar ha revelado terrazas, calzadas rectas, recintos con puntos de control y depósitos de agua construidos. Hay estructuras monumentales a solo una milla de distancia conectadas por 600 millas de canales, largas calzadas elevadas que conectan sitios, embalses y lagos”, precisó.
Los investigadores señalan que los hallazgos “pueden contribuir significativamente” a las perspectivas sobre la conservación de la Amazonía.
“Esta región fue una de las primeras en ser ocupadas por humanos en la Amazonía, en donde la gente comenzó a domesticar cultivos de importancia mundial como la mandioca y el arroz. Pero se sabe poco sobre la vida cotidiana y las primeras ciudades construidas en este periodo”, agregó el doctor Iriarte.
El análisis lidar reveló que el núcleo de los asentamientos se extiende por varias hectáreas, sobre las cuales se encontraban estructuras cívico-ceremoniales en forma de U, montículos de plataforma y pirámides cónicas de 68,89 pies (21 metros) de altura.
De manera crucial, los científicos indican que la escala de trabajo y planeación para construir estos asentamientos no tiene precedentes en la región amazónica. En cambio, es comparable solo con los estados arcaicos de los Andes centrales.
Los descubrimientos sugieren que las poblaciones indígenas transformaban las sabanas amazónicas que se inundaban estacionalmente, de un tamaño aproximado al de Inglaterra, en paisajes agrícolas y acuícolas productivos.
“Nuestros resultados descartan los argumentos de que la Amazonía occidental estaba escasamente poblada en la época prehispánica. El diseño arquitectónico de los grandes asentamientos de la cultura Casarabe indica que los habitantes de esta región crearon un nuevo paisaje social y público”, afirmó Mark Robinson, otro coautor del estudio.
Los hallazgos brindan pruebas de estrategias de subsistencia sostenibles y exitosas, y un patrimonio cultural y ecológico no descubierto previamente.
“La escala, monumentalidad y trabajo involucrados en la construcción de la arquitectura cívico-ceremonial, la infraestructura de gestión de agua, y la extensión espacial de la dispersión de los asentamientos se comparan favorablemente con las culturas andinas y tienen una escala mucho más grande que la de los sofisticados asentamientos interconectados de la Amazonía sur”, añadió el doctor Robinson.