Desvían vuelo de Singapore Airlines tras servir camarones a una pasajera con alergia grave
Exclusivo: La pediatra neoyorquina Doreen Benary fue trasladada de urgencia a un hospital tras un aterrizaje de emergencia en París
Un vuelo transatlántico de Alemania a Nueva York tuvo que aterrizar de emergencia en Francia luego de que una médica de 41 años, con una grave alergia a los mariscos, denunciara que le sirvieron una comida que contenía gambas, a pesar de haber informado a la tripulación sobre su condición.
Doreen Benary, residente de Manhattan y médica en un servicio de urgencias pediátricas, no se dio cuenta de que el plato contenía gambas hasta que ya era demasiado tarde, según una demanda federal presentada el martes y obtenida en primicia por The Independent.
Según se detalla en la denuncia, la doctora sufrió una reacción grave, lo que obligó al vuelo 777-300ER de Singapore Airlines a desviarse a París, donde Benary fue trasladada en ambulancia y recibió atención médica de urgencia en dos centros de salud distintos.
De acuerdo con lo expuesto en la demanda, la reacción adversa de Benary a las gambas, así como las lesiones que sufrió como consecuencia, se atribuyen a una negligencia por parte del transportista, y no a una responsabilidad de la pasajera.
Entre todas las alergias alimentarias, las asociadas al marisco se encuentran entre las más peligrosas. En casos extremos, las personas afectadas pueden sufrir un shock anafiláctico, una reacción potencialmente mortal que obstruye las vías respiratorias y puede resultar letal sin atención médica inmediata. Según un informe de la Clínica Mayo, se registró el caso de una mujer de 20 años, alérgica al marisco, que sufrió una anafilaxia casi mortal poco después de besar a su novio, quien había consumido gambas esa misma noche.
El abogado Abram Bohrer, representante legal de Benary, declaró a The Independent que no podía hacer comentarios sobre la demanda sin la autorización de su clienta. Singapore Airlines no emitió declaraciones tras la consulta realizada.
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El 8 de octubre de 2024, Benary abordó el vuelo SQ026 de Singapore Airlines, que partía de Fráncfort con destino al aeropuerto internacional John F. Kennedy, y ocupó su asiento en la cabina de clase preferente, conforme a lo indicado en la denuncia.
Al abordar el avión, Benary informó a los auxiliares de vuelo que padecía una alergia alimentaria, específicamente a las gambas.
A pesar de esta advertencia, durante el servicio de comidas del vuelo, un integrante de la tripulación le sirvió un plato que contenía gambas, según consta en la denuncia.
De acuerdo con el mismo documento, Benary “no sabía” que la comida que se le había servido contenía gambas hasta que consumió una porción.
Casi de inmediato, tras ingerir una porción del alimento servido, Benary identificó la presencia de gambas y “comenzó a sentirse mal”. Al consultar con una integrante de la tripulación, esta reconoció haber cometido un error y ofreció disculpas.
La condición de Benary se agravó de forma rápida y derivó en un “cuadro de malestar severo”. Esto obligó al desvío urgente de la aeronave hacia París (Francia), según lo indicado en la denuncia. Allí, Benary fue trasladada de urgencia a un hospital y, posteriormente, a un segundo centro médico, donde recibió un tratamiento de emergencia descrito como doloroso.
En la denuncia, se indica que una de las responsabilidades de la tripulación de cabina consistía en reconocer la gravedad de una alergia alimentaria y actuar de manera adecuada ante dicha situación.

En ese sentido, se establece que, al recibir información sobre la alergia alimentaria de un pasajero, el miembro de la tripulación tenía el deber de diligencia de asegurarse de que no se sirvieran a esa persona comidas que contuvieran los alérgenos identificados o sus derivados.
En la denuncia presentada por Benary no se especifica si contaba o no con un EpiPen, un autoinyector diseñado para administrar una dosis de epinefrina que puede salvar vidas en situaciones de emergencia.
No obstante, la normativa vigente de la Administración Federal de Aviación (FAA) no obliga a las aerolíneas a incluir EpiPens de fácil uso en sus botiquines médicos. En su lugar, solo se requiere la presencia de viales de epinefrina, los cuales deben ser dosificados, preparados y administrados con una jeringa por un profesional médico calificado, de acuerdo con la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología.
Las reacciones alérgicas graves a bordo de un avión son poco frecuentes, pero ocurren. En 2019, un vuelo entre Miami y Filadelfia tuvo que aterrizar de emergencia cuando una pasajera con alergia aguda a los frutos secos presentó dificultad respiratoria, mientras la tripulación distribuía bolsas de frutos secos como refrigerio. En 2022, un vuelo de United Airlines que cubría la ruta San Francisco–Singapur se desvió a Honolulu debido a que otro pasajero alérgico a los frutos secos sufrió una reacción grave sobre el océano Pacífico. El año pasado, una pasajera de Delta con una alergia potencialmente mortal al marisco afirmó que fue retirada de un vuelo con destino a Boston después de informar a la tripulación de cabina sobre su condición. Según su declaración, el personal explicó que el menú de primera clase incluía marisco y que “no podían dejar de servirlo”.
Benary exige una compensación por el “sufrimiento físico, la angustia emocional y las pérdidas económicas” derivadas del incidente ocurrido durante el vuelo, cuyo monto se establecerá en el juicio.
Traducción de Leticia Zampedri