Barcelona: ordenan el desembarco de 69 pasajeros bolivianos con visados falsos a bordo de un crucero
Las personas afectadas habrían sido víctimas de una estafa
Un crucero que había quedado demorado en Barcelona podrá retomar su curso luego de que las autoridades removieran a un grupo de pasajeros con problemas de visado el jueves.
Según un comunicado del Gobierno español, la empresa MSC Cruceros acordó el desembarco de 69 pasajeros oriundos de Bolivia y su traslado a un área de tránsito en el puerto de la ciudad mediterránea, pero no se los autorizó a ingresar al territorio español por no contar con documentos válidos para ingresar al espacio Schengen, un área de libre circulación que comprende a 29 países europeos (incluida España).
Si bien el destino final de los pasajeros en cuestión era Barcelona, estaba previsto que el barco siguiera viaje a otros países.
La empresa de cruceros acordó proporcionar otro barco desde Livorno (Italia) más tarde el jueves, según el comunicado del Gobierno. Sin embargo, no queda claro si dicho barco permanecerá en Barcelona hasta que se resuelva la situación o si trasladará a los pasajeros hacia otro destino.
Según lo acordado, la empresa se encargará de brindar comida y atención médica a los pasajeros afectados, mientras que los agentes de migraciones trabajarán para resolver los problemas de visado lo antes posible.
También se informó que la embarcación, que cuenta con más de 1000 pasajeros a bordo, planea zarpar rumbo a Italia este jueves.
Solange Duarte, diplomática boliviana en Barcelona, le comunicó a la agencia de noticias The Associated Press el miércoles que había recibido informes de que algunos de los pasajeros varados habían sido engañados para obtener visados falsos, pero no tenía más información.
“Les preguntamos a las familias quiénes les tramitaron este visado y no hemos obtenido respuestas”, señaló.
También agregó que las autoridades españolas estaban analizando la posibilidad de que se tratara de una estafa.
Según un comunicado de la empresa emitido el miércoles, “los pasajeros parecían disponer de la documentación adecuada cuando embarcaron en Brasil”; sin embargo, las autoridades españolas disienten.