¿Cuál es el riesgo de sufrir depresión durante la perimenopausia?
Según un estudio reciente, las mujeres son más vulnerables a desarrollar depresión y ansiedad en el periodo previo al cese de la menstruación, o un agravamiento de los síntomas ya existentes
Las mujeres perimenopáusicas tienen un 40 % más de probabilidades de sufrir depresión que quienes no experimentan síntomas menopáusicos, según sugiere una investigación.
Expertas de UCL (University College de Londres) descubrieron que las mujeres son más vulnerables a desarrollar depresión y ansiedad en el periodo previo al cese de la menstruación, o un agravamiento de los síntomas ya existentes.
La menopausia es un periodo que las mujeres suelen transitar entre los 49 y 52 años de edad, el cual ya se ha señalado anteriormente como el momento en el que las mujeres tienen los mayores índices de depresión.
Según el NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido), los problemas de salud mental más comunes vinculados con la menopausia y la perimenopausia son la depresión, la ansiedad, los cambios de humor, la baja autoestima y los problemas de memoria y concentración.
En cuanto a los síntomas físicos, algunos de ellos son los sofocos, la dificultad para dormir, las palpitaciones, los dolores musculares y articulares y el aumento de peso.
En la nueva investigación, publicada en la revista Journal of Affective Disorders, se examinaron los datos de siete estudios en los que participaron 9.141 mujeres de todo el mundo, incluidos Australia, Estados Unidos, China, Países Bajos y Suiza.
Sus resultados indicaron que las mujeres perimenopáusicas presentaban “un riesgo significativamente mayor de tener síntomas y diagnósticos vinculados con la depresión”, en comparación con las mujeres premenopáusicas.
Por otra parte, las investigadoras no encontraron un riesgo significativamente mayor de presentar síntomas de depresión en las mujeres posmenopáusicas, en comparación con quienes transitan la premenopausia.
El equipo sugirió que una razón biológica (analizada en investigaciones anteriores) es que la disminución en los niveles de estrógeno durante la menopausia desencadena la aparición de nuevos síntomas o el agravamiento de síntomas de depresión preexistentes.
Según señalaron, el estrógeno “afecta al metabolismo de los neurotransmisores (dopamina, norepinefrina, beta-endorfina y serotonina), los cuales influyen en el estado emocional”.
Asimismo, señalaron que los sudores nocturnos pueden provocar problemas de sueño e influir en la manera en que se siente una persona, aunque esto no es concluyente.
Tener antecedentes de depresión también está vinculado con el desarrollo de dicha afección en la menopausia, mientras que otros estudios han afirmado que cuidar de padres ancianos e hijos puede aumentar la vulnerabilidad en las mujeres.
Yasmeen Badawy, autora principal del estudio y estudiante de máster en UCL, manifestó: “La combinación de datos de estudios globales indica que estos hallazgos no pueden atribuirse únicamente a factores culturales o a cambios en el estilo de vida, que a veces se han utilizado para explicar los síntomas de depresión que experimentan las mujeres durante la perimenopausia”.
Por su parte, la Dra. Roopal Desai, autora principal del estudio, comentó: “Este estudio indica que las mujeres en la etapa perimenopáusica son significativamente más propensas a sufrir depresión que antes o después de esa etapa”.
Y agregó: “También subraya la necesidad de proporcionar apoyo y exámenes a las mujeres para ayudarlas a abordar eficazmente sus necesidades de salud mental”.
En un estudio anterior, las mismas investigadoras descubrieron que la terapia (como la atención plena y la terapia cognitivo-conductual) podría ser una forma eficaz de tratamiento para abordar los síntomas no físicos de la menopausia.
Aimee Spector, profesora y coautora de la investigación, también se refirió a los hallazgos de la investigación y señaló: “Las mujeres pasan varios años de sus vidas lidiando con los síntomas de la menopausia, los cuales pueden tener un enorme impacto en el bienestar y la calidad de vida. Nuestros hallazgos muestran hasta qué punto la salud mental de las mujeres perimenopáusicas puede resentirse durante este periodo. Necesitamos una mayor concientización y apoyo para garantizar que reciban la ayuda y los cuidados adecuados tanto desde el punto de vista médico como en el lugar de trabajo y en el hogar”.
En cuanto a las limitaciones de la investigación, las autoras señalaron que no se pudo considerar si las mujeres tenían antecedentes de depresión o no.
Traducción de Noelia Hubert