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¿Eran ovnis? Científicos resuelven el misterio de los destellos en el cielo de los años 50

Los destellos breves fueron captados por primera vez en un estudio del cielo anterior al lanzamiento del satélite Sputnik

Vishwam Sankaran
Martes, 28 de octubre de 2025 12:52 EDT
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Misteriosos destellos de luz, con apariencia similar a estrellas, fueron captados en fotografías de estudios astronómicos realizadas en la década de 1950. Durante años, estos breves brillos han estado vinculados a reportes de avistamientos de objetos voladores no identificados (ovnis).

Cada destello, con una duración inferior a los 50 minutos, aparece en una sola imagen y desaparece antes de que se registre la siguiente toma de la misma zona del cielo.

A lo largo del tiempo, las teorías para explicar el fenómeno han sido diversas —desde asteroides hasta fenómenos anómalos no identificados (UAP), el nuevo término oficial para referirse a los ovnis.

Ahora, sin embargo, un grupo de científicos ha descubierto una fuerte correlación entre estos destellos y las pruebas nucleares realizadas en la superficie terrestre durante ese mismo periodo.

Destellos transitorios observados en julio de 1952
Destellos transitorios observados en julio de 1952 (Solano et al. (2024) via Scientific Reports)

En un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports, un grupo de investigadores analizó fotografías históricas tomadas durante el Palomar Observatory Sky Survey (POSS-I), realizado entre 1949 y 1957, es decir, antes del lanzamiento del Sputnik, el primer satélite artificial del mundo.

Las imágenes captadas durante ese mapeo del cielo muestran misteriosos puntos brillantes que desaparecen por completo o parpadean brevemente antes de desvanecerse.

Para esta investigación, los científicos compilaron un conjunto de datos que abarca 2.718 días de observación, y compararon las fechas de estos eventos transitorios con los registros de pruebas nucleares atmosféricas y con reportes de fenómenos anómalos no identificados.

Los resultados fueron reveladores: Los fenómenos transitorios tenían un 45 % más de probabilidades de aparecer en fechas cercanas (dentro de un día) a pruebas nucleares, en comparación con días sin actividad atómica.

“Los resultados revelaron asociaciones significativas entre las pruebas nucleares y los transitorios observados”, escribieron los autores.

Según el estudio, entre 1951 y 1957 —previo al lanzamiento del Sputnik— Estados Unidos, la Unión Soviética y el Reino Unido realizaron al menos 124 pruebas nucleares en la atmósfera.

Además, los investigadores notaron que el número de destellos aumentaba cuando coincidía con reportes independientes de avistamientos de ovnis.

Vista nocturna del Observatorio Palomar
Vista nocturna del Observatorio Palomar (Getty)

De hecho, concluyeron lo siguiente: por cada reporte adicional de ovni, la actividad transitoria aumentaba en más de un 8 %.

“Gracias a hallazgos, obtuvimos evidencia empírica adicional que respalda la validez del fenómeno UAP y su posible conexión con la actividad nuclear, aportando datos que van más allá de los testimonios oculares”, escribieron los investigadores.

Aunque el estudio no determina la causa exacta de los destellos transitorios en el cielo ni la naturaleza real de los ovnis, sus conclusiones sí establecen una conexión estadísticamente significativa con las pruebas nucleares, al tiempo que descartan algunas explicaciones previas.

Por ejemplo, la coincidencia temporal con los ensayos atómicos sugiere que los destellos no se deben a defectos en las placas fotográficas, como se pensaba anteriormente.

Además, dado que muchos de estos eventos se registraron hasta un día después de las detonaciones, es poco probable que se trate de escombros o residuos físicos generados por las explosiones, los cuales suelen cruzar el cielo de inmediato.

Aun sin una causa definida, los investigadores concluyen que los patrones observados no se explican por azar, y que existe una relación estadística consistente entre los destellos, las pruebas nucleares y los reportes de fenómenos anómalos no identificados.

Una posible hipótesis es que algún fenómeno atmosférico aún no documentado, desencadenado por las explosiones nucleares o por la radiación residual, esté generando estímulos visuales que podrían estar detrás de algunos reportes de UAP.

Traducción de Leticia Zampedri

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