Una estrella errante podría alterar la órbita terrestre o empujarla hacia el Sol
En cualquier escenario, es probable que el Sol consuma la Tierra dentro de varios miles de millones de años
¿Podría una estrella errante dirigirse hacia nuestro sistema solar y, eventualmente, impactar contra la Tierra?
Es difícil saber si un escenario así es probable. Recientemente, investigadores concluyeron que es poco probable que la Vía Láctea colisione con su galaxia vecina en un futuro cercano. Además, ya se sabe que la Tierra será devorada por el Sol dentro de varios miles de millones de años, cuando este se convierta en una gigante roja y se expanda.
Sin embargo, a través de un estudio reciente publicado en la revista Icarus , científicos plantean que una estrella errante, una estrella de campo que pase cerca del sistema solar, podría provocar más alteraciones de las estimadas hasta ahora.
“Mediante simulaciones, identificamos que los modelos aislados del sistema solar subestiman, por más de un orden de magnitud, los futuros cambios orbitales seculares de los planetas gigantes. Además, tanto los planetas como Plutón son significativamente menos estables de lo que se creía”, escribieron en mayo Nathan Kaib, del Planetary Science Institute de Iowa, y Sean Raymond, de la Universidad de Burdeos, en Francia.
Según los autores, las perturbaciones causadas por estrellas que pasen cerca del sistema solar representan el desencadenante más probable de su inestabilidad a largo plazo.

La atracción gravitacional de una estrella cercana podría generar inestabilidad incluso en objetos previamente estables, como Plutón, que alguna vez fue considerado el noveno planeta del sistema solar. A lo largo de cinco mil millones de años, el paso de estrellas podría transformar a Plutón de un objeto completamente estable a uno con interacciones gravitacionales caóticas, capaces de sacarlo de su órbita. Aunque la probabilidad de que eso ocurra en ese período es de un 5 % en el caso de Plutón, el riesgo es exponencialmente mayor para Mercurio.
Según las simulaciones, la probabilidad de inestabilidad en la órbita de Mercurio aumentaría entre un 50 % y un 80 %.
“También encontramos una probabilidad del 0,3 % de que Marte sea expulsado o colisione y una probabilidad del 0,2 % de que la Tierra se vea involucrada en una colisión planetaria o sea expulsada del sistema solar”, escribieron los autores.
Kaib ya había publicado investigaciones que sugerían que la órbita de la Tierra fue alterada por el paso de una estrella hace tres millones de años.
“Nos enfocamos en los tipos de estrellas que pasan cerca del Sol con más frecuencia”, explicó Raymond a New Scientist. “Son encuentros comunes a escala cósmica, no eventos raros”.

Kaib aclaró a Science News que, pese a los resultados de las simulaciones, la probabilidad de que ocurran estos eventos sigue siendo muy baja.
No obstante, el diario señala que la probabilidad de impacto con la Tierra, del 0,2 %, supera con creces las estimaciones de investigaciones previas.
“Es inquietante pensar en lo vulnerables que somos ante el caos planetario”, señaló Renu Malhotra, experta en ciencia planetaria de la Universidad de Arizona, en diálogo con Science News.
Traducción de Leticia Zampedri